28 Aug, 2023, 01:17 PM
Amor,
ataxia no eres,
sino ritmo de asesina.
Sicaria que asalta a tempo
mi ventrículo izquierdo
y que lo ha reconstruido,
(pe-
da-
zo
a
pe-
da-
zo),
a mordiscos-sangrientos.
¿Mio-cardio?
No es mío-es tuyo.
Tuyo-cardio sería
el nuevo nombre suyo.
Sistólica...
Diastólica.
Milímetro de mercurio.
Sistólica...
Diastólica.
0,2 bar de los deseos.
Sistólica...
Diastólica.
Diastólica-loca,
boca de amor y de besos,
de esos que nos dimos
al “tom” de nuestros cuerpos:
“¡Tom,
Tom!
¡Tom,
Tom!”
La sangre fluye.
El aire se acaba.
Mejilla sonrojada,
mientras tú, ávida-besas
la lengua que se inflama,
la llama de tus besos.
¡Revienta!
¡Revienta!
Te llena de sus ecos:
sonidos abismales,
húmedos, tensos, huecos.
(Adam Poe)
ataxia no eres,
sino ritmo de asesina.
Sicaria que asalta a tempo
mi ventrículo izquierdo
y que lo ha reconstruido,
(pe-
da-
zo
a
pe-
da-
zo),
a mordiscos-sangrientos.
¿Mio-cardio?
No es mío-es tuyo.
Tuyo-cardio sería
el nuevo nombre suyo.
Sistólica...
Diastólica.
Milímetro de mercurio.
Sistólica...
Diastólica.
0,2 bar de los deseos.
Sistólica...
Diastólica.
Diastólica-loca,
boca de amor y de besos,
de esos que nos dimos
al “tom” de nuestros cuerpos:
“¡Tom,
Tom!
¡Tom,
Tom!”
La sangre fluye.
El aire se acaba.
Mejilla sonrojada,
mientras tú, ávida-besas
la lengua que se inflama,
la llama de tus besos.
¡Revienta!
¡Revienta!
Te llena de sus ecos:
sonidos abismales,
húmedos, tensos, huecos.
(Adam Poe)
