Política de los 2 Testigos, ¿es el verdadero problema? -
OjoInvisible - 17 Feb, 2019
En la revista La Atalaya de estudio Mayo 2019 se analizan 2 temas polémicos, sobre un pecado que también es un delito. A la Watchtower le ha llovido sobre todo en Australia y Estados Unidos por la necesidad de los 2 testigos presenciales del pecado, se acusa de encubrimiento y de cómo apoyar a las víctimas.
Al leer los hilos abiertos por los demás foristas veo que el único punto de vista que no se analiza es qué pasa en las mentes de quienes cometen estos pecados/delitos. ¿Qué orilla a un varón a cometer semejante acto? ¿Por qué deberían ser perdonados por la congregación y la sociedad en general?
Considero que si analizamos las mentes de estos hombres es una manera más objetiva de encontrar el por qué y de tratar de hallar una solución.
RE: Política de los 2 Testigos, ¿es el verdadero problema? - forista513 - 17 Feb, 2019
Buenas noches
OjoInvisible
Sin duda estás tocando un tema muy polémico que despertará sentimientos encontrados entre los hermanos que nos visitan y nos leen, quienes nunca hemos sido abusados sexualmente no tenemos idea del dolor emocional y moral por el que pasan las víctimas.
Sugiero manejar el tema con tacto, recordemos que el problema de la organización es la falta de empatía hacia las personas afectadas, somos un Foro de ayuda para aquellos a quienes las políticas de la WT les impidió recibir justicia.
Toda vez que me gustaría recalcar que la organización ha decidido conservar la regla de los dos testigos argumentando que tiene base bíblica en Deuteronomio 17:6 "Por boca ( o por declaración) de dos testigos o de tres testigos debe dársele muerte al que ha de morir. No sé le dará muerte por boca de un sólo testigo." y en Deuteronomio 19:15 "Ningún testigo solo debe levantarse contra un hombre respecto a cualquier error o a cualquier pecado que él cometa. Por boca de dos testigos o por boca de tres testigos debe quedar establecido el asunto".
Como bien sabemos Deuteronomio es un libro que contiene decenas de leyes y la mayoría no se practican en la actualidad entre los TdJ, entonces, por qué usar ciertos textos que les convienen y desechar los que no?
En el mundo de Satanás existe una diferencia en la manera como se trata un asunto grave como el abuso sexual, hay apoyo para las víctimas, consecuencias penales y hasta castración química en algunos países, allá son mucho más concientes del daño que causa un delito así, en cambio, en la organización hay protección y negligencia, se excusan diciendo que protegen el nombre de Jehová; y a las víctimas? Quién las protege? Acaso Jehová no es lo suficientemente grande y poderoso como para deslindarse de semejantes criminales? Qué no puede defender su nombre y requiere de incurrir en negligencia para quedar bien ante las naciones? Pienso que Él no sentiría ningún pesar si se denuncia ante las autoridades correspondientes, para eso las permite no? Lo dice Romanos 12:1-7, entonces? Ahhh es que los mismos miembros del CG han pisoteado el nombre de Dios y a las víctimas. Son una mafia.
En cuanto a encontrar la solución, aquí en la organización no se podrá realizar porque no contamos con psiquiatras, psicólogos ni gente capacitada para tratar con personas enfermas, este asunto se debe pasar a la justicia del mundo, unos textos bíblicos, una visita de pastoreo, una oración, no son suficientes para rehabilitar.
Tal vez todo el perdón del mundo no alcance para reparar los daños de los que han sufrido un ataque así, creo que el perdón les corresponde a ellos y sólo ellos, las víctimas, pueden alzar la voz.
Te dejo información:
PSICOLOGÍA FORENSE Y CRIMINALÍSTICA
Perfil psicológico del pederasta: 8 rasgos y actitudes en común
¿Enfermedad, perversión, tendencia sexual...? Analizamos la mente del pederasta.
por Oscar Castillero Mimenza
No es infrecuente que de vez en cuando se publiquen en los medios de comunicación noticias respecto a casos en que uno o más adultos han sido detenidos por pederastia o aspectos vinculados a la práctica de actividades de índole sexual con menores.
Se trata de un fenómeno que no es tan aislado: se estima que alrededor de entre un 10 y un 25% de la población adulta ha sufrido en algún momento de su infancia ha sufrido a lo largo de su infancia algún tipo de abuso sexual (una de cada cuatro niñas y uno de cada ocho niños).
Es por ello que desde la psicología, la criminología y otras disciplinas se ha analizado las características propias de quien realiza tal abuso: los pederastas. Si bien debido a la alta variabilidad en los casos existen una gran cantidad a tener en cuenta, a continuación se plantean una serie de características y elementos que se han encontrado con frecuencia a la hora de establecer un perfil psicológico del pederasta.
Pederastia: definiendo el concepto
Se considera pederastia aquella situación en la que un menor sufre un abuso sexual por parte de un adulto. Esto incluye todo tipo de conducta o comportamiento en que se use al menor como objeto sexual, aprovechándose para ello de la diferencia en madurez, edad o poder entre el menor y el otro sujeto.
En general estos sujetos suelen tener las capacidades mentales conservadas, siendo capaces de discernir a nivel cognitivo entre lo que está bien y lo que no. Es por ello que se les considera plenamente conscientes y responsables de sus actos, y por consiguiente imputables.
Tipologías de pederasta
Los intentos de clasificar la conducta y establecer un perfil básico del pedófilo y pederasta han conducido a la elaboración de algunas tipologías al respecto. Concretamente se ha reflejado la presencia de dos tipos básicos.
1. Pederasta situacional o incidental
Este tipo de abusador sexual no tiene una sexualidad restringida a los menores, teniendo con frecuencia pareja con la que puede establecer relaciones con normalidad. Este tipo de individuo no tiene una preferencia concreta por un tipo de víctima, sino que aprovecha las oportunidades que tiene de cometer abuso.
No es infrecuente que los pederastas de este tipo hayan sufrido asimismo abusos en la infancia. Se trata del tipo de pederasta más frecuente y el que más tiende a agredir a componentes de su misma familia.
2. Pederasta preferencial
Este tipo de pederastas suelen tener un mayor número de víctimas. Establecen una serie de características que les atraen más que otras, y suelen tener una vida más ligada a la búsqueda de su objeto de deseo.
No suelen tener pareja o de tenerla la utilizan como tapadera, y por lo general tienden a dedicarse o localizarse cerca de lugares con acceso a menores. Suelen tener un comportamiento más compulsivo que los situacionales.
Aspectos en común entre este tipo de sujetos
Si bien las circunstancias que rodean cada caso son particulares y no todas las características son aplicables a todas las situaciones, existe una serie de elementos que suelen ser comunes a los diversos tipos de pederastas.
1. Sexo y edad
Generalmente el perfil típico de pederasta es el de un sujeto pedófilo de edad media o avanzada. Suele tratarse de varones de entre treinta y cincuenta años de edad, si bien en muchos casos en que la conducta delictiva aparece desde la adolescencia.
A pesar de que en su mayoría se trata de hombres, existe un cierto porcentaje de casos que varía entre el 10 y el 25% en que las abusadoras son mujeres. En su mayoría, los perpetradores varones tienden a agredir a víctimas de entre ocho y trece años de edad. En el caso de las agresiones sexuales llevadas a cabo por mujeres, se han detectado especialmente que las víctimas tienden a ser o menores de cinco años o adolescentes.
2. Características de personalidad
Tal y como ocurre en el caso de los violadores, por norma general los pederastas no tienden a presentar comportamientos extraños. Su conducta es típica y habitual en la mayoría de las ámbitos vitales.
Sin embargo si es posible observar, especialmente en aquellos pederastas de tipo preferencial, la existencia de algunos patrones de personalidad relativamente consistentes.
En general, destaca la presencia de una muy baja autoestima y poca tolerancia al estrés. En muchos casos la conducta se lleva a cabo de manera impulsiva, como manera de deshacerse de un estrés de tipo psicosocial. Además, muchos presentan también sentimientos de inferioridad, dificultades en sus relaciones interpersonales (si bien no se trata de algo definitorio), y un cierto nivel de inmadurez. Suelen ser reservados y retraídos.
3. Falta de empatía
Si bien podría incluirse en el apartado anterior, esta característica merece una mención especial, y es que por norma general los pederastas tienen una considerable falta de empatía, en el sentido que no son capaces de conectar con el sufrimiento que su actuación genera en el menor atacado o eligen voluntariamente ignorar este hecho.
Sin embargo, esta falta de empatía suele expresarse solo en algunos casos, no en todos los tipos de relaciones sociales que mantienen. De algún modo, dejan de empatizar con ciertas personas a conveniencia, dependiendo de sus propósitos y motivaciones.
4. Suelen estar vinculados o emparentados con las víctimas
En la gran mayoría de los casos abusador y abusado mantienen algún tipo de vinculación, generalmente familiar, laboral o vecinal, siendo infrecuente que el acto de pederastia sea llevado a cabo por un desconocido.
Esto es así porque permite crear algún tipo de pacto que comprometa a ambas partes y que aporte cierta seguridad, una protección gracias a la cual será más dicícil que salten las alarmas y que las autoridades lleguen a averiguar lo que está ocurriendo.
5. Buscan el contacto con menores
Vinculado al punto anterior, por norma general los pedófilos y pederastas tienden a buscar el contacto frecuente con su objeto de deseo, los menores. Es por ello que en muchos casos se vinculan al mundo de la educación o buscan residencia en lugares con fácil acceso a menores.
De hecho, normalmente los pederastas son capaces de invertir meses o incluso años de contacto casi diario con niños y niñas antes de cometer un crimen. Se crean una coartada a ojos de conocidos y vecinos de modo que al principio no parezca extraño que se rodee de menores, y durante esta etapa minimizan el riesgo de que se les pueda detectar. Gracias a esta estrategia cada vez van ganando mayores posibilidades de estar a solas con los pequeños, ya que cuentan con la confianza de terceros, y la aprovechan.
6. Experiencias traumáticas previas
Si bien no es un hecho definitorio de la pederastia no es infrecuente que aquellos sujetos que llevan a cabo conductas de este tipo hayan sido a su vez maltratados y abusados en la infancia. Esto puede provocar que se dé un aprendizaje de la situación estimular en que el niño acaba asociando sexualidad a situación abusiva, replicando la misma situación en la adultez.
7. No suelen usar la violencia
Si bien en algunos casos ha habido elementos sádicos y crueles en la práctica de sus actividades sexuales, normalmente resultado de experiencias traumáticas previas o producto de otras alteraciones mentales, por norma general los pederastas no suelen emplear la violencia.
Su modus operandi suele basarse en el acercamiento y el establecimiento de una relación de confianza con el menor víctima de abuso, cosa especialmente evidente cuando tenemos en cuenta que la gran mayoría de casos conocidos se han dado entre individuos que ya se conocían de antemano. Ganan acceso a los menores por su trabajo, vínculos consanguíneos o a través de las redes (fenómeno conocido como grooming), fingiendo comprender las circunstancias vitales del menor y produciendo en ellos curiosidad y afecto, intentando aproximarse poco a poco.
De hecho, en muchos casos las propias víctimas no viven inicialmente el abuso como tal, siendo manipulados de manera que llegan a pensar que se trata de una especie de juego o una manera de relacionarse con ese adulto en cuestión.
8. Tienden a autojustificarse
Si bien en muchos casos los pederastas detenidos han manifestado un cierto alivio al ser detenidos, especialmente aquellos casos en que presentan sensación de culpabilidad, por norma general los pederastas tienden a minimizar la importancia del acto o los daños causados a la víctima.
Con frecuencia indican que la relación no es dañina para el menor, es aceptada y/o deseada por éste o que existe una vinculación afectiva que legitima el acto, no existiendo remordimiento por el abuso cometido.
Referencias bibliográficas:
Cáceres, J. (2001). Parafilias y violación. Madrid: Editorial Síntesis.
Echeburúa, E. y Guerricaechevarría, C. (2005). Abuso sexual en la infancia: víctimas y agresores. Un enfoque clínico. 2ª edición. Ariel, Barcelona
González, E.; Martínez, V.; Leyton, C. & Bardi, A. (2004). Características de los abusadores sexuales. Rev. Sogia; 1(1): 6-14.
Marshall, W. (2001). Agresores sexuales. Estudios sobre la violencia. Ed. Ariel. p. 107.
Pereda, N. & Forns, M. (2007) Prevalencia y características del abuso sexual infantil en estudiantes universitarios españoles. Child Abuse & Neglect, 31.
Oscar Castillero Mimenza
Psicólogo en Barcelona | Redactor especializado en Psicología Clínica
Graduado en Psicología con mención en Psicología Clínica por la Universidad de Barcelona. Máster en Psicopedagogía con especialización en Orientación en Educación Secundaria. Cursando el Máster en Psicología General Sanitaria por la UB.
https://psicologiaymente.com/forense/perfil-psicologico-pederasta
Te mando un saludo!
RE: Política de los 2 Testigos, ¿es el verdadero problema? -
Stargate - 17 Feb, 2019
Y dale con los temas sexuales polémicos. Tienes una fijación o un verdadero problema. No nos pidas que empaticemos con criminales que abusan de niños.
La respuesta de Azulita es más que suficiente.
Cierro este hilo y suspendo tu participación en el foro temporalmente.