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Sobre el artículo de la Atalaya que se estudiará esta semana - Versión para impresión

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RE: Sobre el artículo de la Atalaya que se estudiará esta semana - JoseFidencioR - 31 Jul, 2019

Off topic, buena narracion de Giovaninno Guareschi...

https://es.wikipedia.org/wiki/Giovannino_Guareschi

—Gio’ —dije—, ¿por qué te interesas por estas historias?
—¿En qué debería interesarme, según usted? —replicó la colaboradora familiar.
—Gio’ —respondí con calma—, hay cosas bastante más importantes que los amores y uniones de las estrellas. Quiero decir, cosas que afectan a los intereses materiales y espirituales del mundo entero y sobre los cuales sí vale la pena de discutir y hasta de enfurecerse. Gio’: ¿qué importancia puede tener el hecho de que una canzonetista se case con Fulano, y no con Mengano o Zutano, o que otra artistilla dé a luz un niño sin estar casada? En mis tiempos...
—¡Comprendo! —me interrumpió Gio’, agresiva—. ¡En sus tiempos, quiere usted decir, la gente era más seria y sólo se interesaba por la ciencia, la literatura, la pintura, la poesía, la filosofía, la Historia, la fotografía, las matemáticas, la química, la arqueología y cosas de ésas!
—¡Ni por asomo! —protesté—. Sólo quería decir que, en mis tiempos, no existían escándalos, procesos sensacionales, divorcios, separaciones, adulterios, suicidios...
Gio’ se echó a reír.
—¡Qué mundo tan maravilloso! —contestó—. ¡Ninguna mujer traicionaba a su marido, ningún marido se enamoraba de una amiga de la mujer, ninguno se separaba ilegalmente, nadie se mataba!
—Exacto —respondí—. Lo que pasaba era que alguien se caía accidentalmente de una ventana, alguien se dejaba accidentalmente abierta la llave del gas. Incluso había quien, tras haber matado ccidentalmente a la esposa y a un amigo de la familia (porque al limpiar la pistola se le dispararon dos tiros), mientras corría en busca de un médico, tropezaba y se caía, provocando el disparo de un tercer proyectil que, accidentalmente, le daba en el corazón. Gio’: por entonces, yo trabajaba de cronista en provincias y lo sé bien. La crónica negra estaba rígidamente racionada, y a un sucesillo no se le podía dedicar más de treinta y dos líneas.
—¿Treinta y dos? —se sorprendió Gio’—. ¿Y por qué precisamente treinta y dos?
—Han pasado tantos años... Pero aún no he conseguido descubrirlo. También entonces existían divorcios, escándalos, locuras de divos, casos de adulterio, clamorosos actos de bandidaje y suicidios, pero sólo podían suceder en América. Asimismo, el que escribía novelas y cuentos, si hablaba en ellos de traiciones conyugales debía ambientar los hechos en América. Entonces, por ejemplo, una cosa como el Cantagiro era inconcebible. Al cabo de doscientos metros de carretera, hubieran arrestado a todos los participantes.
—¿Y por qué?
—Porque el que mandaba había establecido que el pueblo italiano se había vuelto inteligente, genial, serio, digno, enemigo de cualquier frivolidad. Todos fingían creer que era así, pero, en realidad, nadie lo creía.
Gio’ se extrañó.
—¿Cómo se las arreglaban los periodistas para llenar diarios y revistas?
—Los diarios y revistas —expliqué— eran poquísimos y escuálidos. Uno solo de los semanarios actuales tiene más páginas que todos los semanarios de entonces juntos. Sin embargo, era un oficio duro trabajar de cronista porque, de una manera o de otra, había que llenar la página de crónica ciudadana. Yo me daba una vuelta todos los días por los cuartelillos de los carabinieri, por las comisarías de Policía, por los puestos de socorro, con el alentador resultado de que descubría que una ama de casa se había cortado un dedo pelando patatas, que un ciclista se había caído y se había roto la cabeza, que un ladrón de gallinas había sido capturado. Como para echarse a llorar. Hasta el punto de que, un buen día, abandoné a su suerte a las amas de casa, a los ciclistas y a los robagallinas, y decidí inventarme los sucesos. Resultaban más divertidos que los hechos reales. Y también más verosímiles. Así, me quedaba todo el tiempo que quería para andar detrás de las chicas.
Gio’ estalló en una carcajada.

Y ara los que quieran leer el libro de este Periodista Vida en Familia: https://drive.google.com/file/d/1xjWBJX0tdrxu3zajwNrqrgQPklLtwrDK/view?usp=sharing