Amplío mi presentación, gracias por su comprensión -
Miguel Ángel - 15 Oct, 2022
Yo quizás no tenga respuesta a la pregunta que les hice en mi presentación original: sobre si fue bueno o no, que el superintendente de circuito (SC) no haya atendido la recomendación de los ancianos de nombrarme como siervo ministerial (SM), porque seguramente si recibo el nombramiento de SM en ese mes de junio de la visita del SC, me hubiese quedado en mi ciudad natal porque me hubiera visto comprometido a cumplir con mi asignación y quizás yo habría decidido no trasladarme a la otra ciudad a desempeñar el trabajo formal que desempeñé por 30 años hasta mi jubilación...
Como en esta nueva ciudad vine a otro ambiente, con otras personas, muchos días que tocaba reunión en el salón de reino, comencé a no asistir, por hacer otras actividades, no necesariamente "malas", sino de las que hacían los jóvenes de esa época y lugar: como ir a refaccionar con nuevos y sanos amigos/as "mundanos", o jugar básquetbol, ir al cine, etc... Al salir de mi casa hacia el trabajo, metía mi biblia en el maletín.... y oh! sorpresa al regresar en la noche, miraba que allí estaba, sin haber ido a la reunión... totalmente se me había olvidado; me prometía que el próximo martes y jueves, no volvería a suceder, pero sucedía, lo volvía a olvidar... y así fueron pasando las semanas que se convirtieron en meses y años.
Mi proceso de esta primera "salida de la WT" fue paulatino y nada traumático, porque estaba en una nueva congregación donde no conocían mis antecedentes "como joven ejemplar"... Así que me desasocié, poco a poco, pero seguía al día con la literatura y asistía a algunas dispersas reuniones cuando iba a mi ciudad natal... y quizás a una que otra asamblea...
Mientras tanto, me casé, tuve cinco hijos (uno murió bebé). Siete años después, para encontrar una salida a serios problemas matrimoniales, regresé a la WT en busca de ayuda, orientación y consejos... Cuando tres de ellos eran bebés y muy niños fuimos como cinco años al salón del reino, y por eso recibí la censura, por haberme casado con una no TJ. Cuando regresé si fuimos constantes como familia. A mi esposa jamás le gustaron los TJ, así que ella, poco a poco dejó de asistir, recibió estudio, pero no se bautizó... Para "llevar la fiesta en paz" con ella, volví nuevamente a poco a poco volverme a desasociar. En esta segunda ocasión fueron dos detonantes para ello, ambos relacionados con mis pequeños hijos:
1° En el país, Guatemala, y la ciudad donde vivo, no existía en esa época ni un solo parque infantil ni un solo lugar de diversiones para niños... Los únicos juegos infantiles o "ruedas" llegaban una vez al año para la "feria patronal" que dura una semana y era la única ocasión para que todos los niños disfrutaran de una actividad lúdica diferente... pero "nuestra conciencia entrenada por la biblia" no lo permitía, porque en los pueblos sus ferias patronales están precisamente dedicadas a un "santo patrón" porque tuvieron un origen religioso; pero ya en ese tiempo, yo encuesté a decenas de personas y el 90% informaron que participaban en tales ferias sin ningún asomo de motivación religiosa, porque también son oportunidad para la realización de actividades comerciales, deportivas, culturas, totalmente seglares, además, por supuesto, de algunas actividades religiosas... Por eso, yo me laceraba, no por mí, sino por hijos, quienes una vez al año tenían la ocasión de divertirse, pero por los escrúpulos religiosos, no podían... Entonces, yo me podía a pensar, que quienes nos imponían tales pesadas cargas, vivían en ciudades donde 24/7 tienen parques de diversiones para el entretenimiento de sus hijos... y nosotros, en estos países subdesarrollados, nada de nada, y cuando venían los juegos, no podíamos disfrutarlos por el "trasfondo religioso"... Qué injustica, porque "no solo de pan vive el hombre", sino que los niños, obviamente necesitan distracción y juego...
2° Mi hija mayor, a los siete años la nombraron abanderada de su grado... ¿aceptar o no aceptar la distinción? Una niña a esa edad difícilmente entendería la distinción entre portar cívicamente un honor versus “rendir un acto de adoración a la insignia nacional"... Ni yo, con todos mis años y experiencias, tampoco hoy podría hacer la distinción... Pensaba que, como dice el dicho popular, “se estaba revolviendo la magnesia con la gimnasia” ... Y dejemos eso, nuestra vida en Guatemala, como gente que vive en pobreza o extrema pobreza, con baja calidad de vida, en condiciones muy modestas, la mayoría de las situaciones que vivimos son problemas (económicos, de salud, de insatisfacción de necesidades básicas), cosas feas, desagradables, penosas y tristes... y cuando llega algo agradable como este reconocimiento merecido por el buen desempeño académico... no lo puedes aceptar... Yo sentía en carne propia que estaba preparando a mis hijos con los TJ, para un destino gris, triste, doloroso, penoso, muy dificultoso en todo sentido: económico, social, personal, psicológico, etc., en donde debemos aceptar todo lo malo y sufrido; pero rechazar las pocas cosas buenas que te pueda ofrecer la vida.
--- Entonces, mi segunda y definitiva separación de la secta, hace más de 25 años, no fue tanto por mí, sino por mis hijos... Ahora sí, íntimamente traumático psicológica y emocionalmente, solo para mí, por la "disonancia cognitiva" que experimentaba... No fue traumatizante para mis hijos, ni para mi esposa, mucho menos para mi demás familia no TJ... No me fui peleando, solo me desasocié, esta segunda vez... Únicamente dos o tres visitas posteriores recibí para "volver" pero sin insistencia... Si algunos "hermanos", dicen, que hablaron mal de mí que, como jefe de familia, había caído en "el materialismo"... no puse oídos ni atención a tales comentarios, porque serían solo eso: respetables comentarios superficiales, que no ahondan en las profundas motivaciones que tenemos los seres humanos para actuar como lo hacemos...
En el ínterin seguí investigando casi de todo... porque por supuesto, obedientemente, después de graduarme del bachillerato, no seguí en la universidad, por eso pasé de mis 18 a 24 años, desempleado o subempleado... No fue sino a los 24 años que se me dió esa oportunidad laboral y el cambio de residencia, y como estaba soltero y de mi familia, nadie era TJ... me trasladé. Pero, como comenté en mi primera presentación, hace 25 años me dejó perplejo y decepcionado el cambio relativo a la "generación"... porque mi vida no había sido ni siguió siendo nada fácil... sinceramente yo oraba (bueno, quizás nunca aprendí a orar) así que solo "rezo" con toda la sinceridad posible, el Padre Nuestro, y siempre sigo pidiendo por el "venga tu reino", para terminar con tanta desazón en mi vida y en la de la mayor parte de guatemaltecos... Pero al cambiar el "entendimiento de la generación", la principal "esperanza" a la que me aferraba para seguir viviendo, la "venida del reino de Dios" (que ahora no sé en realidad qué puede significar), mi desilusión fue tanta que perdí la fe... agravada posteriormente con lo del sacado de la manga, "traslape"...
Por ello, no fue que, hasta los 36 años, ya totalmente desasociado, formalicé mis estudios universitarios... y lo que no pude estudiar en mi tierna juventud... lo seguí haciendo, casi casi sin parar posteriormente: tengo 4 licenciaturas, 2 postgrados, 4 maestrías y voy por el segundo doctorado... Sigo siendo deísta, creo firmemente en Dios Creador, al ver las maravillas de la vida no solo en la mía sino en la de varias personas... No apoyo ninguna religión organizada, pero sí respeto y tolero todas las creencias y prácticas religiosas de todas las personas. Sigo leyendo literatura religiosa y filosófica (así como de otras áreas del conocimiento humano: economía finanzas, política, ciencias sociales, jurídicas, mercadeo, epistemología, administración, literatura, poesía, emprendimiento, tecnología, desarrollo, ecología, etc., etc., etc.) ocasionalmente al pasar por los carritos, literatura de la WT; y también evangélica, adventista, budista, mormona, católica, etc., etc. Respeto todo, no apoya a nadie. Trato de absorber lo bueno y practicarlo; y desechar lo malo.
Imparto docencia en entornos virtuales a nivel de doctorado y maestría. Hoy, gracias a Dios soy una persona respetada y querida en el pueblo a donde vine a vivir... Algunos TJ me saludan y platican conmigo; otros, ni me voltean a ver... Me tiene sin cuidado. Los amo fraternalmente a todos, no los juzgo.