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EDUCACIÓN PROHIBIDA: DOCUMENTAL
#1

Platón: el mito de la caverna    (La República, VII, 514a-517c)  
 
Como su mismo nombre indica, esta es una historia mítica, una historia cargada de elementos mágicos para explicar una realidad. Cómo acceder desde nuestro mundo de cosas y objetos en el que vivimos al mundo de las ideas universales, esas ideas que harán que todos los hombres vivamos mejor. Para ser felices tenemos que saber qué es la felicidad, para ser buenos hemos de saber qué es el bien y para ser virtuosos,  debemos saber qué es la virtud.  
 
 
 La famosa alegoría que Platón presenta en su libro de “La República” es una imagen formidable que, tras muchos siglos de historia, puede seguir facilitándonos el análisis de nuestro tiempo en torno a temas como la libertad y, especialmente, la verdad.  Platón pensó aquél relato de alto contenido pedagógico (esos prisioneros sentados en el fondo de una caverna mirando las sombras proyectadas en el fondo) para mostrar el camino que va de la ignorancia a la sabiduría, de la esclavitud a la emancipación y entendía que el largo ascenso de la oscuridad a la luz era el destino de “los aristoi”…, los mejores…, los filósofos, enamorados por definición, de la verdad. Para él, alcanzar este conocimiento, era el resultado de un proceso de ascenso cognitivo pero a la vez, espiritual.  Sócrates ya había puesto el acento en el reconocimiento de la propia “ignorancia” como clave de toda búsqueda auténtica y Protágoras, el sofista, había hecho temblar todos los cimientos con su afirmación de que “el hombre es la medida de todas las cosas…”. Pero la discusión del tema ya había empezado antes, con la idea del ser único y acabado que planteaba Parménides frente a la realidad como un fluir inagotable que sostenía Heráclito “el oscuro”…  Dos milenos y medio después, en el escenario posmoderno, ¿qué será para nosotros la verdad? ¿Es posible alcanzarla en medio de “la sociedad de la comunicación generalizada”? ¿Será una verdad única, oculta tras los velos de la información y la publicidad, o una construcción social, resultado de los múltiples juegos del discurso? ¿Existen verdades universales o se configuran según el cristal con que se mire? ¿Hay una realidad última y verdadera o estamos más bien en medio de una multiplicidad heterogéneo, pluricultural, históricamente situada y abonada por las culturas que la configuran…? ¿Podemos salir del fondo de la caverna hacia la radiante luz de la verdad o pasamos de una caverna a otra, quizás con más aire y luz pero siempre limitada…? 
 
 
Sócrates: Imagínate, pues, a unos hombres en un antro subterráneo como una caverna — con la entrada que se abre hacia la luz—, donde se encuentran desde la infancia y atados de piernas y cuello, de manera que deben mirar siempre hacia delante, sin poder girar la cabeza a causa de las cadenas. Supón que, detrás de ellos, a cierta distancia y a cierta altura, hay un fuego que les da claridad y un camino entre este fuego y los cautivos. Admite que un muro rodea el camino, como los parapetos que los charlatanes de feria ponen entre ellos y los espectadores para esconder las trampas y mantener en secreto las maravillas que muestran. 
 
—Me lo imagino —dijo. 
 
—Figúrate ahora, a lo largo de esta tapia, unos hombres que llevan toda clase de objetos que son mucho más altos que el muro, unos con forma humana, otros con forma de animales, hechos de piedra, de madera y de toda clase de materiales; y, como es natural, los que transportan los objetos, unos se paran a conversar y otros pasan sin decir nada. 
 
—Es extraña —dijo— la escena que describes, y son extraños los prisioneros. 
 
—Se parecen a nosotros —dije yo—; en efecto, éstos, después de sí mismos y de los otros, 
¿crees que habrán visto algo más que las sombras proyectadas por el fuego hacia el lugar de la cueva que tienen delante? 
 
—No puede ser de otra manera si están obligados a mantener sus cabezas inmóviles toda la vida. 
 
—¿Y qué hay de los objetos transportados? ¿No crees que sucede esto mismo? 
 
—Sin duda. 
 
—¿No crees que si los objetos tuvieran la capacidad de hablar entre ellos, los prisioneros creerían que las sombras que ven son objetos reales? 
 
—Claro. 
 
—¿ Y qué pasaría si la prisión tuviera un eco en la pared de delante de los prisioneros? Cada vez que uno de los caminantes hablara, ¿no crees que ellos pensarían que son las sombras las que hablan? 
 
—Por Zeus, yo así lo creo -dijo. 
 
—Ciertamente —seguí yo—, estos hombres no pueden considerar otra cosa como verdadera que las sombras de los objetos. 
 
—Así debe ser. 
 
—Examina ahora —seguí yo—, qué les pasaría a estos hombres si se les librara de las cadenas y se les curara de su error. Si alguno fuera liberado y en seguida fuera obligado a levantarse y a girar el cuello, y a caminar y a mirar hacia la luz, al hacer todos estos movimientos experimentaría dolor, y a causa de la luz sería incapaz de mirar los objetos, las sombras de los cuales había visto. ¿Qué crees que respondería el prisionero si alguien le dijera que lo que veía antes no tenía ningún valor, pero que ahora, que está más próximo a la realidad que está girado hacia cosas más reales, ve más correctamente? ¿Y si, finalmente, haciéndole mirar cada una de las cosas que le pasan por delante, se le obligara a responder qué ve? ¿No crees que permanecería atónito y que le parecería que lo que había visto antes era más verdadero que las cosas mostradas ahora? 
 
—Así es —dijo. 
 
—Así pues, si, a éste mismo, le obligaran a mirar el fuego ¿los ojos le dolerían y desobedecería, girándose otra vez hacia aquellas cosas que le era posible mirar, y seguiría creyendo que, en realidad, éstas son más claras que las que le muestran?  
 
—Sin duda sería así —dijo. 
 
—Y —proseguí—, si entonces alguien, a la fuerza, lo arrastrara por la pendiente abrupta y escarpada, y no lo soltara antes de haber llegado a la luz del Sol, ¿no es cierto que sufriría y que se rebelaría al ser tratado así, y que, una vez llegado a la luz del Sol, se deslumbraría y no podría mirar ninguna de las cosas que nosotros decimos que son verdaderas? 

 —No podría —dijo—, al menos no de golpe. 
 
—Necesitaría acostumbrarse; si quisiera contemplar las cosas de arriba. Primero, observaría con más facilidad las sombras; después, las imágenes de los hombres y de las cosas reflejadas en el agua; y, finalmente, los objetos mismos. Después, levantando la vista hacia la luz de los astros y de la Luna, contemplaría, de noche, las constelaciones y el firmamento mismo, mucho más fácilmente que no, durante el día, el Sol y la luz del Sol. 
 
—Claro que sí. 
 
—Finalmente, pienso que podría mirar el Sol, no sólo su imagen reflejada en las aguas ni en ningún otro sitio, sino que sería capaz de mirarlo tal como es en sí mismo y de contemplarlo allá donde verdaderamente está. 
 
—Necesariamente -dijo. 
 
—Y después de esto ya podría comenzar a razonar que el Sol es quien hace posibles las estaciones y los años, y es quien gobierna todo lo que hay en el espacio visible, y que es, en cierta manera, la causa de todo lo que sus compañeros contemplaban en la caverna. 
 
—Es evidente —dijo— que llegaría a estas cosas después de aquellas otras. 
 
—Y entonces, ¿qué? Él, al acordarse de su estado anterior y de la sabiduría de allá y de los que entonces estaban encadenados, ¿no crees que se sentiría feliz del cambio y compadecería a los otros? 
 
—Ciertamente. 
 
—¿Y crees que envidiaría los honores, las alabanzas y las recompensas que allá abajo daban a quien mejor observaba el paso de las sombras, a quien con más seguridad recordaba las que acostumbraban a desfilar por delante, por detrás o al lado de otras, y que, por este motivo, era capaz de adivinar de una manera más exacta lo que vendría? ¿Tú crees que desearía todo esto y que tendría envidia de los antiguos compañeros que gozan de poder o son más honrados, o bien preferiría, como el Aquiles de Homero, «pasar la vida al servicio de un campesino y trabajar para un hombre sin bienes» y soportar cualquier mal antes de volver al antiguo estado? 
 
—Yo lo creo así —dijo—, que más preferiría cualquier sufrimiento antes que volver a vivir de aquella manera. 
 
—Y piensa también estoque te diré. Si este hombre volviera otra vez a la cueva y se sentara en su antiguo sitio, ¿no se encontraría como ciego, al llegar de repente de la luz del Sol a la oscuridad? 
 
—Sí, ciertamente —dijo. 
 
—Y si hubiera de volver a dar su opinión sobre las sombras para competir con aquellos hombres encadenados, mientras todavía ve confusamente antes de que los ojos e le habitúen 
a la oscuridad —y el tiempo para habituarse sería largo—, ¿no es cierto que haría reír y que dirían de él que, por haber querido subir, volvía ahora con los ojos dañados, y que no valía la pena ni tan sólo intentar la ascensión? ¿Y que a quien intentara desatarlos y hacerlos subir, si lo pudieran coger con sus propias manos y lo pudieran matar, no lo matarían? 
 
—Sí, ciertamente -dijo. 
 
—Esta imagen, pues, querido Glaucón, es aplicable exactamente a la condición humana, equiparando, por un lado, el mundo visible con el habitáculo de la prisión y, por el otro, la luz de aquel fuego con el poder del Sol. Y si estableces que la subida y la visión de las cosas de arriba son la ascensión del alma hacia la región inteligible, no quedarás privado de conocer cuál es mi esperanza, ya que deseas que hable. Dios sabe si me encuentro en lo cierto, pero a mí las cosas me parecen de esta manera: en la región del conocimiento, la idea del bien es la última y la más difícil de ver; pero, una vez es vista, se comprende que es la causa de todas las cosas rectas y bellas: en la región de lo visible engendra la luz y el astro que la posee, y, en la región de lo inteligible, es la soberana única que produce la verdad y el entendimiento; y es necesario que la contemple aquel que se disponga a actuar sensatamente tanto en la vida privada como en la pública. 


http://educacionprohibida.com/?p=descargas&l=es
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#2

el mito de platón, ya de por si contiene muchos mitos... no pretendo discutirla.

Sin embargo, como Docente, me interesa mucho "la educación prohibida".

es curioso que en un área que deba de aportar mucho a la ciencia, se abra tanto a los mitos y suposiciones. por desgracia, la educación, si es mala a pésima... pero vamos avanzando.

Es justo en el área de la pedagogía, donde existen tantos mitos, que es dificil desbaratarlos. es una ciencia nueva, pese a que lleva casi desde la historia de la humanidad en funciones (como la medicina!). mitos como "inteligencias múltiples"(y el mito de la escuela libre), "Niños índigo"(y el mito de pedagogía Waldorf), y tanto otros, que ya dije, es imposible desmontarlos todos...


Waldorf y su falsa "pedagogía"

Rudolf Steiner que "funda" la pedagogia Waldorf, funda inicialmente la ANTROPOSOFIA. Junto a Blavatsky y otros, se propuso un metodo de filosofia donde, al igual que Platón (en sus dialogos socraticos) afirmaba que el hombre ya sabia todo, solo había que recordárselo. Pareciera que dio grandes hombres como Krishnamurti quien termino disolviendo la misma sociedad teosófica que le cobijo (lo unico bueno que hizo XD)

Una de las afirmaciones de Rudolf, fue la fundación de banca triodos. Actualemtne en poder de Joan Melé, quien a su vez, posee el banco el 100% de las acciones de todos los colegios Waldorf del mundo. Luego hablo de Triodos.

ahora tras esta sipnosis, vayamos a la "Ped Waldorf"...

de entrada, todo alumno que ingrese a su centro de culto, ha de ser catalogado en una de sus cuatro "humores",

[Imagen: The_Four_Temperaments_Rudolf_Steiner.jpg]

la teoría de los humores, que dicen que los ingleses son "flemáticos"(fríos, mocosos), los españoles son "Sanguíneos" (sangre caliente o "liviana"), los griegos melancólicos (humor negro) y los árabes coléricos(biliosos, rabiosos) que a su vez, dan muchas alegorías en nuestro diario hablar como se dieron cuenta, habla mas de esoterismo que simple investigacion de conocimientos y sus técnicas.

Luego, durante los primeros 7 años, según Steiner, los niños no deben de pensar, pues están a medio atar su alma con su cuerpo, y eso podría eliminarles su esencia, así que hay que hablarles de esoterismo a full time, por ejemplo, esto decía Steiner a los docentes: "No debemos temer hablarle a los niños sobre la Atlántida. No debemos omitir eso. Podemos incluso presentarla en un contexto histórico. Pero entonces tienen que rechazar la geología estándar... la edad de hielo es una catástrofe atlanteana. El antiguo período glacial y las condiciones promedio recientes en Europa no son sino lo que ha ocurrido desde que se hundió la Atlántida". Ya de entrada, siete años sin saber nada de lo que una educacion cientifica diria... ni que decir sobre aprender algo de ciencias o matematicas...

[Imagen: Captura+de+pantalla+2013-10-12+a+la(s)+2.10.42+PM.png]

Cuenta una maestra de pedagogia montesori, a su paso por la escuela como interina:

>>>En otra ocasión, un alumno de sexto grado me preguntó cómo funcionaba la copiadora de la oficina. Antes de que pudiera abrir la boca, una profesora corrió hacia el niño y le dijo que había un gnomo dormido en la caja, y que cuando se oprimía el botón, se encendía una luz, lo despertaba y él copiaba rápidamente el papel que se ponía frente a él y pasaba la copia por la abertura. Después de que el niño se fue, se me dijo que no podía "envenenar" la mente del niño con "hechos duros y fríos como piedras".<<<

Aunado, hay cosas interesantes... uno de los creadores del EXAMEN PISA, es un ex alumno y codirector de los colegios Waldorf. Andreas Schleicher. Como mera curiosidad, es extraño que los alumnos Waldorf sean de los que siempre saquen mejor puntaje (en españa) pese a que poco sepan de ciencia o matemáticas...

ahora, veamos un poco de Wikipedia, a ver que dice...apenas mencionan a Steiner!!! https://es.wikipedia.org/wiki/Pedagog%C3%ADa_Waldorf

Si Lucifer fue capaz de incitar una rebelión en el cielo, eso significa celos, envidia y violencia en el cielo pese a prometerte un paraíso perfecto
[Imagen: 312554928-8634900413188542-2070329703511938974-n.jpg]
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