22 Mar, 2022, 10:26 PM
Ah que tiempos en que la religión tenía absoluto control político en el mundo, en especial el cristianismo que interpreto las palabras del Señor de Evangelizar y llevar por toda la tierra las buenas noticias como conquistar tierras y saquearlas imponiendo por la fuerza la doctrina.
Y otra de las religiones que ha hecho de las suyas es precisamente la Watchtower, a diferencia de la religión católica, que desde tiempos inmemorables posee inmuebles en casi cualquier lugar del mundo, los Testigos de Jehová comenzaron el siglo XX sin lugares de reunión, solo se congregaban en casa particulares, pero la teocracia fue aumentando y la luz comenzó a brillar, cada vez más como la senda de los justos, y nació el primer salón del reino en Hawai, desde entonces por todo el mundo comenzaron a proliferar salones tanto como Oxxos, el aumento en el número de inmuebles era visto como una prueba de la bendición de Geová.
Pero había una característica fundamental, que distinguía los salones testiguiles comparados con las iglesias de este malvado mundo de satanás… la mayoría de los terrenos en que se construyeron los salones eran donados por los feligreses, y no eran precisamente ricos terratenientes, por todo el mundo hermanos de corazón sincero aunque pobres donaban su propiedad o algún terreno llano con el deseo de acelerar la producción de atalayas.
Por lo menos aquí en México, la mayoría de los salones fueron construidos de esa manera, con terrenos donados, en algunos otros países la organización valiéndose de las provisiones del mundo de satanás para Babilonia la Grande, han apelado a su estatus de religión para intentar conseguir solares gratis, que posteriormente son edificados con mano de obra regalada, de parte del testigo de a pie.
Para una religión como los TJ, un salón debe ser materia prima, una herramienta de publicidad indispensable, una gran parte del activo y atractivo, pero las cosas han cambiado de unos años para acá, pues, aunque muchos testigos de a pie siguen teniendo ese “primer amor” por Geovas y nuestra madre organización, ya nadie está dispuesto a donar su casa o parcela a la organización para la edificación de un templo a Baal, digo a Jehová, ¿motivos? Varios:
1. Comprar un terreno o un inmueble es cada vez más caro, muchas veces más caro que nunca antes, aquí en mi zona, un departamento de menos de 50 metros cuadrados cuesta el triple de lo que costaba hace 10 años, y en las grandes ciudades no es la excepción, así que de entrada el testigo común ya no tiene un patrimonio para regalar, en mi congregación aproximadamente del 85 a 90% rentan por no tener casa propia, y no parece que las cosas vayan a cambiar pronto.
2. Muchas herencias se han tenido que dividir entre varios familiares: era común todavía hasta hace unas décadas que familias enteras entraras como palomas al palomar de Jehová, y si alguno se volvía inactivo o expulsado por lo menos aún guardaba respeto por la organización tras el nombre; pero actualmente es normal que en un inmueble vivan familias grandes donde no todos son testigos y no todos están de acuerdo en regalar el trabajo de padres y abuelos a los pedigüeños de Warwick.
3. Varios se han sentido defraudados al ver como el salón de su infancia ha sido vendido por los mandamases, ignorando la tradición, el sentimiento y la camaradería cristiana, siendo este tema de la venta de salones del reino un simple movimiento estratégico empresarial, y al enterarse que cuando se vende un inmueble se le promociona como “ideal para salón de fiestas” o casi casi como “ideal para fundar tu propia iglesia” la decepción aumenta; he sabido incluso de salones que fueron vendidos pese a que en el testamento quien lo donó dejó claro que quedaba condicionado a que se usara exclusivamente para los intereses de Dios en la tierra.
Siendo esto, queda la duda… ¿en algún momento se construirán más salones del reino? Lo veo difícil, pese a que un salón del reino es la materia básica de publicidad en las comunidades, simple y sencillamente no conseguirán tan fácil terrenos gratis, que es el gasto más fuerte al construir, la grey ya no tiene nada que pueda donar en ese sentido, y la organización no va a querer gastar millones en adquirir inmuebles que podía conseguir gratis… eso sí, para construirse su palacio en Warwick no escatimaron en costos, no se desanimaron porque nadie pudiera donarles un solar de gran tamaño, en grandes proyectos como sucursales y la central mundial echan la casa por la ventana.
Me atrevería pues a decir, que tal vez el salón del reino que usted ve en su colonia o comunidad, tal vez sea el último que se verá ahí, pues los inmuebles que son vendidos ya no son repuestos como antes que se vendía uno para comprar otro, la supuesta simplificación ha conducido al amontonamiento de congregaciones en pequeños espacios como si de gallinas en corral se tratara.
Y otra de las religiones que ha hecho de las suyas es precisamente la Watchtower, a diferencia de la religión católica, que desde tiempos inmemorables posee inmuebles en casi cualquier lugar del mundo, los Testigos de Jehová comenzaron el siglo XX sin lugares de reunión, solo se congregaban en casa particulares, pero la teocracia fue aumentando y la luz comenzó a brillar, cada vez más como la senda de los justos, y nació el primer salón del reino en Hawai, desde entonces por todo el mundo comenzaron a proliferar salones tanto como Oxxos, el aumento en el número de inmuebles era visto como una prueba de la bendición de Geová.
Pero había una característica fundamental, que distinguía los salones testiguiles comparados con las iglesias de este malvado mundo de satanás… la mayoría de los terrenos en que se construyeron los salones eran donados por los feligreses, y no eran precisamente ricos terratenientes, por todo el mundo hermanos de corazón sincero aunque pobres donaban su propiedad o algún terreno llano con el deseo de acelerar la producción de atalayas.
Por lo menos aquí en México, la mayoría de los salones fueron construidos de esa manera, con terrenos donados, en algunos otros países la organización valiéndose de las provisiones del mundo de satanás para Babilonia la Grande, han apelado a su estatus de religión para intentar conseguir solares gratis, que posteriormente son edificados con mano de obra regalada, de parte del testigo de a pie.
Para una religión como los TJ, un salón debe ser materia prima, una herramienta de publicidad indispensable, una gran parte del activo y atractivo, pero las cosas han cambiado de unos años para acá, pues, aunque muchos testigos de a pie siguen teniendo ese “primer amor” por Geovas y nuestra madre organización, ya nadie está dispuesto a donar su casa o parcela a la organización para la edificación de un templo a Baal, digo a Jehová, ¿motivos? Varios:
1. Comprar un terreno o un inmueble es cada vez más caro, muchas veces más caro que nunca antes, aquí en mi zona, un departamento de menos de 50 metros cuadrados cuesta el triple de lo que costaba hace 10 años, y en las grandes ciudades no es la excepción, así que de entrada el testigo común ya no tiene un patrimonio para regalar, en mi congregación aproximadamente del 85 a 90% rentan por no tener casa propia, y no parece que las cosas vayan a cambiar pronto.
2. Muchas herencias se han tenido que dividir entre varios familiares: era común todavía hasta hace unas décadas que familias enteras entraras como palomas al palomar de Jehová, y si alguno se volvía inactivo o expulsado por lo menos aún guardaba respeto por la organización tras el nombre; pero actualmente es normal que en un inmueble vivan familias grandes donde no todos son testigos y no todos están de acuerdo en regalar el trabajo de padres y abuelos a los pedigüeños de Warwick.
3. Varios se han sentido defraudados al ver como el salón de su infancia ha sido vendido por los mandamases, ignorando la tradición, el sentimiento y la camaradería cristiana, siendo este tema de la venta de salones del reino un simple movimiento estratégico empresarial, y al enterarse que cuando se vende un inmueble se le promociona como “ideal para salón de fiestas” o casi casi como “ideal para fundar tu propia iglesia” la decepción aumenta; he sabido incluso de salones que fueron vendidos pese a que en el testamento quien lo donó dejó claro que quedaba condicionado a que se usara exclusivamente para los intereses de Dios en la tierra.
Siendo esto, queda la duda… ¿en algún momento se construirán más salones del reino? Lo veo difícil, pese a que un salón del reino es la materia básica de publicidad en las comunidades, simple y sencillamente no conseguirán tan fácil terrenos gratis, que es el gasto más fuerte al construir, la grey ya no tiene nada que pueda donar en ese sentido, y la organización no va a querer gastar millones en adquirir inmuebles que podía conseguir gratis… eso sí, para construirse su palacio en Warwick no escatimaron en costos, no se desanimaron porque nadie pudiera donarles un solar de gran tamaño, en grandes proyectos como sucursales y la central mundial echan la casa por la ventana.
Me atrevería pues a decir, que tal vez el salón del reino que usted ve en su colonia o comunidad, tal vez sea el último que se verá ahí, pues los inmuebles que son vendidos ya no son repuestos como antes que se vendía uno para comprar otro, la supuesta simplificación ha conducido al amontonamiento de congregaciones en pequeños espacios como si de gallinas en corral se tratara.
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