09 Jul, 2022, 10:06 PM
Bueno, platicando recientemente sobre el tiempo más corto que ha durado un “nombrado” les conté un poco sobre el caso de “Luis Gustavo López Pérez”, no quise dar más detalles para proteger mi identidad. Pero a veces los PIMOS somos como una especie que le gusta ser perseguida hasta ser descubierta pero sin entregarse voluntariamente al cuartito, así que les contaré un poco al respecto.
Para estar en contexto, los que no han leído la anterior experiencia, transcribo:
“El hermano Luis Gustavo López Pérez llevaba un año como siervo ministerial, y como en la congregación solo había dos ancianos, lo recomendaron para ancianete, dado que era el único de los ministeriales que le echaba ganas y sabía manejar una computadora, lo cual es ahora casi un requisito indispensable para ser secretario.
Pues en ese entonces se había implementado apenas el cuento de que ahora serían los superintendentes de circuito quienes nombraban ancianos y ministeriales en vez de la sucursal, y ahora verán porqué les digo que es un cuento.
El supermantenido aprobó y anunció ese mismo domingo, su último día de la visita a Luis Gustavo López Pérez como anciano de congregación, lo cual evidentemente sorprendió a todos porque tenía poco tiempo de ministerial, pero pues el tipo se había dado a querer por la congregación y con excepción de las típicas envidias de los ministeriales que llevan más tiempo esperando el nombramiento parece que la congregación lo aceptó con gusto.
Pues 3 días después, en la reunión de entre semana en miércoles uno de los ancianos dió un anuncio disculpándose a la congregación y con el hermano porque la sucursal revocó el nombramiento argumentando que no contaba con el tiempo suficiente para haber sido "probado en cuanto a aptitud", por lo cual el hermano tendría que seguir sirviendo como ministerial, por eso les digo que eso de que ahora los de circuito nombran ancianos y ministeriales es puro cuento, la sucursal se reserva siempre el derecho de dar el visto bueno o vetar los nombramientos”.
Se supone que el tiempo recomendado para que un ministerial llegue a ser anciano es de 3 años, sin embargo, dependiendo de circunstancias excepcionales, o de compadrazgo puede ser que pase menos tiempo, aún así el caso de este ministerial para anciano en un año era muy raro. Los ancianetes no tuvieron más remedio que informarle que se revocaba su nombramiento por órdenes de la sucursal, que consideraba que no tenía el tiempo necesario para servir como tal.
Dos años después, ya con los 3 cumplidos recientemente, se volvió a recomendar al hermano para ser anciano, ya seguros con todas las de la ley, y entonces, salió el peine de qué pasó, todo un enredo.
Resultaba que cuando lo recomendaron como siervo ministerial, el Adalid que ingresó la recomendación al sitio puso su nombre como “Gustavo López Pérez” (les recuerdo que el nombre es ficticio), omitiendo su primer nombre “Luis” por error, así que en los registros de la sucursal lo tenían con su nombre incompleto. Es por eso, que cuando se le recomendó como anciano por primera vez con el nombre “Luis Gustavo López Pérez” la sucursal pensaba que se trataba de un ascenso de publicador a anciano directamente, sin pasar por ministerial, al parecer en betel a nadie se le ocurrió la idea de que si en sus registros aparecía una persona con la misma fecha de nacimiento, edad y bautismo y solo un nombre de más o de menos, podría tratarse del mismo individuo, ah que paloma tan distraída.
Todo esto solo se descubrió porque el superintendente en turno pidió la correspondencia del primer nombramiento fallido de anciano y no se encontró nada, así que tuvo que pedir ayuda a la sucursal y fue que al fin descubrieron en dónde estaba el error… pero lo más raro del caso es que la sucursal contestó dizque admitiendo su error, de manera ambigua claro, y agregando que aunque era inusual el poco tiempo que había pasado para ser recomendado como anciano cuando solo tenía un año de ministerial, respetarían ese nombramiento, así que finalmente sí… su fecha de nombramiento como anciano contó desde aquella primera vez, betel ordenó también no dar explicaciones del asunto a la congregación, que solo anunciaran que “Luis Gustavo López Pérez” ha sido nombrado anciano de congregación.
Así que ahí está el cuento completo, el ministerial que probablemente es el que menos en la vida ha tardado en ser anciano, el anciano que llevaba dos años de serlo y creía ser ministerial, el mecánico que no supo llenar correctamente un formulario en el sitio JW.ORG, y la paloma del espíritu que anduvo de vacaciones por dos años y no pudo aclarar la situación al tiempo apropiado.
Y ustedes, ¿Cuál es el caso más rápido que conocen de un ascenso de ministerial a anciano?
Para estar en contexto, los que no han leído la anterior experiencia, transcribo:
“El hermano Luis Gustavo López Pérez llevaba un año como siervo ministerial, y como en la congregación solo había dos ancianos, lo recomendaron para ancianete, dado que era el único de los ministeriales que le echaba ganas y sabía manejar una computadora, lo cual es ahora casi un requisito indispensable para ser secretario.
Pues en ese entonces se había implementado apenas el cuento de que ahora serían los superintendentes de circuito quienes nombraban ancianos y ministeriales en vez de la sucursal, y ahora verán porqué les digo que es un cuento.
El supermantenido aprobó y anunció ese mismo domingo, su último día de la visita a Luis Gustavo López Pérez como anciano de congregación, lo cual evidentemente sorprendió a todos porque tenía poco tiempo de ministerial, pero pues el tipo se había dado a querer por la congregación y con excepción de las típicas envidias de los ministeriales que llevan más tiempo esperando el nombramiento parece que la congregación lo aceptó con gusto.
Pues 3 días después, en la reunión de entre semana en miércoles uno de los ancianos dió un anuncio disculpándose a la congregación y con el hermano porque la sucursal revocó el nombramiento argumentando que no contaba con el tiempo suficiente para haber sido "probado en cuanto a aptitud", por lo cual el hermano tendría que seguir sirviendo como ministerial, por eso les digo que eso de que ahora los de circuito nombran ancianos y ministeriales es puro cuento, la sucursal se reserva siempre el derecho de dar el visto bueno o vetar los nombramientos”.
Se supone que el tiempo recomendado para que un ministerial llegue a ser anciano es de 3 años, sin embargo, dependiendo de circunstancias excepcionales, o de compadrazgo puede ser que pase menos tiempo, aún así el caso de este ministerial para anciano en un año era muy raro. Los ancianetes no tuvieron más remedio que informarle que se revocaba su nombramiento por órdenes de la sucursal, que consideraba que no tenía el tiempo necesario para servir como tal.
Dos años después, ya con los 3 cumplidos recientemente, se volvió a recomendar al hermano para ser anciano, ya seguros con todas las de la ley, y entonces, salió el peine de qué pasó, todo un enredo.
Resultaba que cuando lo recomendaron como siervo ministerial, el Adalid que ingresó la recomendación al sitio puso su nombre como “Gustavo López Pérez” (les recuerdo que el nombre es ficticio), omitiendo su primer nombre “Luis” por error, así que en los registros de la sucursal lo tenían con su nombre incompleto. Es por eso, que cuando se le recomendó como anciano por primera vez con el nombre “Luis Gustavo López Pérez” la sucursal pensaba que se trataba de un ascenso de publicador a anciano directamente, sin pasar por ministerial, al parecer en betel a nadie se le ocurrió la idea de que si en sus registros aparecía una persona con la misma fecha de nacimiento, edad y bautismo y solo un nombre de más o de menos, podría tratarse del mismo individuo, ah que paloma tan distraída.
Todo esto solo se descubrió porque el superintendente en turno pidió la correspondencia del primer nombramiento fallido de anciano y no se encontró nada, así que tuvo que pedir ayuda a la sucursal y fue que al fin descubrieron en dónde estaba el error… pero lo más raro del caso es que la sucursal contestó dizque admitiendo su error, de manera ambigua claro, y agregando que aunque era inusual el poco tiempo que había pasado para ser recomendado como anciano cuando solo tenía un año de ministerial, respetarían ese nombramiento, así que finalmente sí… su fecha de nombramiento como anciano contó desde aquella primera vez, betel ordenó también no dar explicaciones del asunto a la congregación, que solo anunciaran que “Luis Gustavo López Pérez” ha sido nombrado anciano de congregación.
Así que ahí está el cuento completo, el ministerial que probablemente es el que menos en la vida ha tardado en ser anciano, el anciano que llevaba dos años de serlo y creía ser ministerial, el mecánico que no supo llenar correctamente un formulario en el sitio JW.ORG, y la paloma del espíritu que anduvo de vacaciones por dos años y no pudo aclarar la situación al tiempo apropiado.
Y ustedes, ¿Cuál es el caso más rápido que conocen de un ascenso de ministerial a anciano?
charlesfiascorussell@gmail.com