15 Jul, 2023, 12:20 AM
Esta mañana se despertó betel con la noticia de que Esther Lozano falleció, seguramente Neo y Cyberjesus la conocieron, y muchos testigos de Jehová en México también.
¿Qué tiene de particular esto? Esther cubre prácticamente la historia de los testigos de Jehová en México, pues estuvo desde los primeros años en que la WT se tomó en serio evangelizar este país (recordemos que Russell y Rutherford se concentraron en publicar para los países anglohablantes y Europeos, los países tercermundistas podían perecer en armagedón).
Fue bajo la dirección de Nathan H. Knorr que se fundó la escuela bíblica de Galaad y en una de sus primeras generaciones Esther Lozano fue enviada a territorio Mexicano, tengo entendido que era de ascendencia Turca / Armenia.
Entonces llegó a México a principios de la década de los años 1940, cuando el betel de aquí solo era una casa en una calle llamada Melchor Ocampo, Esther fue junto con un puñado de misioneros los responsables de propagar el mensaje de la WT por toda la capital mexicana y de ahí difundirlo a otros estados (o departamentos como se les conoce en Sudamérica).
Aquí en México fue donde conoció y se casó con Rodolfo Lozano, de quien adoptó el apellido Lozano con el que todos la conocían, nadie se acuerda de su apellido original y aún tras la muerte de su esposo, quien llegó a ser coordinador del comité de sucursal, todos la conocerían por el apellido de su cónyuge.
¿Qué particularidad hubo en su labor? Rodolfo Lozano lo explicó alguna ocasión en su propia biografía: la clave del éxito de la WT para crecer rápidamente consistía en tratar de hablar siempre con el padre de familia, y una vez que captaban la atención de él y accedía a estudiar se le invitaba a que toda la familia lo acompañara en el curso, que por aquellos tiempos duraban al menos una hora a la semana (no como ahora que se ofrecen cursos de 5, 10 minutos). Así fue que los TJ crecieron demasiado rápido en México, pues eran tiempos de familias grandes, de 6,8 o hasta 19 miembros. Hasta hace unos cuantos años todavía era normal que se le diera curso bíblico a familias enteras en vez de darles clases individuales.
Cuando la oficina de Melchor Ocampo resultó insuficiente para el crecimiento que estaban teniendo, resultó necesario buscar otro lugar, pero no querían unas oficinas administrativas solamente, querían replicar el estilo del betel americano, fundando una mini ciudad y atracción, así fue que en terrenos del Tejocote, en Texcoco Estado de México se fue construyendo Betel 1, Betel 2, Betel 3, y finalmente el betel 4.
La estancia de Esther en México fue de aproximadamente 80 años, murió a los 104 años de edad (nació en 1919 y se consideraba ungida), así que es increíble todo lo que vivió en ese tiempo, cosas que nosotros solo hemos oído como la Editorial Ultramar, la Sociedad Cultural, las asambleas de 4 días, etc... Todo eso ella lo vivió, fue contribuyente y testigo del establecimiento de esta religión americana en México, y alcanzó a saber que pronto cerrarán las oficinas donde pasó buenos años de su vida, con un futuro incierto.
También es importante destacar que desde hacía tiempo ya no era físicamente funcional a la sucursal, pero tal vez su estatus de misionera, de ser una figura histórica, y americana le valieron seguir en betel haciendo nada, como ya no podía caminar tenía una silla de movilidad eléctrica, pero era una atracción para los TJ que visitaban betel y ansiaban tomarse una foto con ella como si fuera una leyenda viviente, más de una vez escuché que fue citada cómo ejemplo de que Jehová nunca abandona a sus siervos en la vejez, y con su ejemplo quisieron motivar a generaciones más nuevas, entre ellas a la mía, de entregar seriamente nuestras fuerzas y recursos a la organización, con la promesa implícita que en la vejez la WT nos correspondería lealmente.
En conclusión, la muerte de nadie es motivo de alegría, mis condolencias a quienes realmente la apreciaban y veían en ella un ejemplo. Personalmente me doy cuenta que tal vez ella misma fue víctima del engaño, pero finalmente fue responsable junto con otros pioneros, de establecer este culto en México, culto que a muchos nos causó dificultades.
¿Qué tiene de particular esto? Esther cubre prácticamente la historia de los testigos de Jehová en México, pues estuvo desde los primeros años en que la WT se tomó en serio evangelizar este país (recordemos que Russell y Rutherford se concentraron en publicar para los países anglohablantes y Europeos, los países tercermundistas podían perecer en armagedón).
Fue bajo la dirección de Nathan H. Knorr que se fundó la escuela bíblica de Galaad y en una de sus primeras generaciones Esther Lozano fue enviada a territorio Mexicano, tengo entendido que era de ascendencia Turca / Armenia.
Entonces llegó a México a principios de la década de los años 1940, cuando el betel de aquí solo era una casa en una calle llamada Melchor Ocampo, Esther fue junto con un puñado de misioneros los responsables de propagar el mensaje de la WT por toda la capital mexicana y de ahí difundirlo a otros estados (o departamentos como se les conoce en Sudamérica).
Aquí en México fue donde conoció y se casó con Rodolfo Lozano, de quien adoptó el apellido Lozano con el que todos la conocían, nadie se acuerda de su apellido original y aún tras la muerte de su esposo, quien llegó a ser coordinador del comité de sucursal, todos la conocerían por el apellido de su cónyuge.
¿Qué particularidad hubo en su labor? Rodolfo Lozano lo explicó alguna ocasión en su propia biografía: la clave del éxito de la WT para crecer rápidamente consistía en tratar de hablar siempre con el padre de familia, y una vez que captaban la atención de él y accedía a estudiar se le invitaba a que toda la familia lo acompañara en el curso, que por aquellos tiempos duraban al menos una hora a la semana (no como ahora que se ofrecen cursos de 5, 10 minutos). Así fue que los TJ crecieron demasiado rápido en México, pues eran tiempos de familias grandes, de 6,8 o hasta 19 miembros. Hasta hace unos cuantos años todavía era normal que se le diera curso bíblico a familias enteras en vez de darles clases individuales.
Cuando la oficina de Melchor Ocampo resultó insuficiente para el crecimiento que estaban teniendo, resultó necesario buscar otro lugar, pero no querían unas oficinas administrativas solamente, querían replicar el estilo del betel americano, fundando una mini ciudad y atracción, así fue que en terrenos del Tejocote, en Texcoco Estado de México se fue construyendo Betel 1, Betel 2, Betel 3, y finalmente el betel 4.
La estancia de Esther en México fue de aproximadamente 80 años, murió a los 104 años de edad (nació en 1919 y se consideraba ungida), así que es increíble todo lo que vivió en ese tiempo, cosas que nosotros solo hemos oído como la Editorial Ultramar, la Sociedad Cultural, las asambleas de 4 días, etc... Todo eso ella lo vivió, fue contribuyente y testigo del establecimiento de esta religión americana en México, y alcanzó a saber que pronto cerrarán las oficinas donde pasó buenos años de su vida, con un futuro incierto.
También es importante destacar que desde hacía tiempo ya no era físicamente funcional a la sucursal, pero tal vez su estatus de misionera, de ser una figura histórica, y americana le valieron seguir en betel haciendo nada, como ya no podía caminar tenía una silla de movilidad eléctrica, pero era una atracción para los TJ que visitaban betel y ansiaban tomarse una foto con ella como si fuera una leyenda viviente, más de una vez escuché que fue citada cómo ejemplo de que Jehová nunca abandona a sus siervos en la vejez, y con su ejemplo quisieron motivar a generaciones más nuevas, entre ellas a la mía, de entregar seriamente nuestras fuerzas y recursos a la organización, con la promesa implícita que en la vejez la WT nos correspondería lealmente.
En conclusión, la muerte de nadie es motivo de alegría, mis condolencias a quienes realmente la apreciaban y veían en ella un ejemplo. Personalmente me doy cuenta que tal vez ella misma fue víctima del engaño, pero finalmente fue responsable junto con otros pioneros, de establecer este culto en México, culto que a muchos nos causó dificultades.
charlesfiascorussell@gmail.com