Ayer, 11:02 AM
Siguiendo con el tema de la austeridad actual en la JW, en la cual están pidiendo voluntarios para todo y nomás no hay los suficientes, ahora resulta que los boletos para la AR de este año en la nueva arena CDMX están contaditos.
De las dos fechas que se programaron para el evento, los boletos no son suficientes para las congregaciones; como ejemplo hay varios casos de familias donde uno o más hijos no son publicadores, y los ancianos solo le han dado boleto a los miembros que sí lo son, causando que en una misma familia no todos tengan manera de entrar, la solución que les han dado es: que intenten entrar con una invitación.
Posiblemente la semana pasada influyó el hecho de que corrió el rumor de que un miembro del cuerpo gobernante estaría en el recinto, pero es un hecho que no se distribuyeron boletos suficientes; el orden para distribuirlos es: publicadores, hijos de publicadores, personas interesadas, y por último inactivos o sacados de la congregación que quieren restablecerse, pero los boletos no alcanzan ni siquiera para todos los publicadores, y eso que algunos prefirieron no acudir para seguir la transmisión en vivo desde sus hogares.
Esto ha generado un mercado negro de boletos, donde todos andan buscando quién pueda conseguirles uno, en especial preguntando a los ancianetes si les quedó alguno; varios publicadores que tienen asamblea asignada en un local más pequeño quieren hacer lo imposible para acudir a la Arena. Asimismo, pocos saben pero un porcentaje de los boletos se aparta para que los betelitas y voluntarios externos puedan pedir boletos extra directamente a la sucursal si lo requieren.
Con todo esto, cabe preguntar: si no hay boletos suficientes, ¿por qué hay una campaña para invitar personas? ¿No sería más conveniente ocupar los boletos para abastecer bien a las congregaciones? ¿Por qué los betelitas tienen la facilidad para pedir boletos extra sin cuestionamientos ni justificaciones mientras que los padres de familia tienen que arreglarselas para poder llevar a sus hijos a la asamblea?
¿Qué opinan del tema?
De las dos fechas que se programaron para el evento, los boletos no son suficientes para las congregaciones; como ejemplo hay varios casos de familias donde uno o más hijos no son publicadores, y los ancianos solo le han dado boleto a los miembros que sí lo son, causando que en una misma familia no todos tengan manera de entrar, la solución que les han dado es: que intenten entrar con una invitación.
Posiblemente la semana pasada influyó el hecho de que corrió el rumor de que un miembro del cuerpo gobernante estaría en el recinto, pero es un hecho que no se distribuyeron boletos suficientes; el orden para distribuirlos es: publicadores, hijos de publicadores, personas interesadas, y por último inactivos o sacados de la congregación que quieren restablecerse, pero los boletos no alcanzan ni siquiera para todos los publicadores, y eso que algunos prefirieron no acudir para seguir la transmisión en vivo desde sus hogares.
Esto ha generado un mercado negro de boletos, donde todos andan buscando quién pueda conseguirles uno, en especial preguntando a los ancianetes si les quedó alguno; varios publicadores que tienen asamblea asignada en un local más pequeño quieren hacer lo imposible para acudir a la Arena. Asimismo, pocos saben pero un porcentaje de los boletos se aparta para que los betelitas y voluntarios externos puedan pedir boletos extra directamente a la sucursal si lo requieren.
Con todo esto, cabe preguntar: si no hay boletos suficientes, ¿por qué hay una campaña para invitar personas? ¿No sería más conveniente ocupar los boletos para abastecer bien a las congregaciones? ¿Por qué los betelitas tienen la facilidad para pedir boletos extra sin cuestionamientos ni justificaciones mientras que los padres de familia tienen que arreglarselas para poder llevar a sus hijos a la asamblea?
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charlesfiascorussell@gmail.com