25 Jun, 2022, 04:21 PM
Recibí ayer un mensaje, por parte del supermantenido de circuito, diciendo que los contagios de COVID 19 han repuntado y nuevamente hay fallecidos por este motivo en el circuito, y que la sucursal hay instruido exhortar a los publicadores cuidarse del contagio...
Estamos en México lo que se ha denominado la séptima ola, los casos ya no son tan graves debido a la vacunación pero aún hay alta ocupación hospitalaria que satura los servicios de salud, y algunos han fallecido, la sucursal nunca informa nada sobre los contagiados y muertos para poder hacer un análisis ¿Estaban o no vacunados? ¿ A qué sector de edad pertenecían? ¿En qué zona se están dando mayormente los contagios? Así que no sabemos más al respecto salvo que la sucursal está "preocupada" por la situación actual.
Así que, solo hay dos formas de actuar: la primera es que suspendan nuevamente actividades presenciales cómo el ir a las reuniones y el aplanamiento de calles. Para mi propia sorpresa, hasta los ancianos más fanáticos decidieron informar a la congregación que es opcional participar en la predicación pública, pues no quieren que se les culpe si algún publicador se contagia dando testimonio a los árboles.
La segunda opción es continuar con las actividades como si nada, sin restringir las actividades sectarias a las cuales desde hace meses dieron luz verde.
Cualquiera de las dos opciones es mala, están entre la espada y la pared, de suspender actividades algunos testigos de a pie se preguntarán cuándo acertará una el cuerpo Gobernante aunque sea de carambola, además que el efecto paranoico apocalíptico vivido al principio de la pandemia ya no tiene efecto, porque la población y los testigos ya se acostumbraron a las altas y bajas en los contagios, al levantamiento de medidas restrictivas de acuerdo a las circunstancias por parte de los gobiernos.
Y si deciden continuar con las actividades, habrá voces críticas que se opondrán a la decisión y también se preguntarán porqué no se vuelve nuevamente a zoom todo. Tal vez estos reclamos no sean públicos ni de viva voz porque sabemos que los miembros del cuerpo Gobernante tienen la madurez de un niño de 4 años para recibir una crítica constructiva, pero se notará la baja en la asistencia a las reuniones y a la predicación pública, prefiriendo el zoom.
¿Qué opinan amigos?
Estamos en México lo que se ha denominado la séptima ola, los casos ya no son tan graves debido a la vacunación pero aún hay alta ocupación hospitalaria que satura los servicios de salud, y algunos han fallecido, la sucursal nunca informa nada sobre los contagiados y muertos para poder hacer un análisis ¿Estaban o no vacunados? ¿ A qué sector de edad pertenecían? ¿En qué zona se están dando mayormente los contagios? Así que no sabemos más al respecto salvo que la sucursal está "preocupada" por la situación actual.
Así que, solo hay dos formas de actuar: la primera es que suspendan nuevamente actividades presenciales cómo el ir a las reuniones y el aplanamiento de calles. Para mi propia sorpresa, hasta los ancianos más fanáticos decidieron informar a la congregación que es opcional participar en la predicación pública, pues no quieren que se les culpe si algún publicador se contagia dando testimonio a los árboles.
La segunda opción es continuar con las actividades como si nada, sin restringir las actividades sectarias a las cuales desde hace meses dieron luz verde.
Cualquiera de las dos opciones es mala, están entre la espada y la pared, de suspender actividades algunos testigos de a pie se preguntarán cuándo acertará una el cuerpo Gobernante aunque sea de carambola, además que el efecto paranoico apocalíptico vivido al principio de la pandemia ya no tiene efecto, porque la población y los testigos ya se acostumbraron a las altas y bajas en los contagios, al levantamiento de medidas restrictivas de acuerdo a las circunstancias por parte de los gobiernos.
Y si deciden continuar con las actividades, habrá voces críticas que se opondrán a la decisión y también se preguntarán porqué no se vuelve nuevamente a zoom todo. Tal vez estos reclamos no sean públicos ni de viva voz porque sabemos que los miembros del cuerpo Gobernante tienen la madurez de un niño de 4 años para recibir una crítica constructiva, pero se notará la baja en la asistencia a las reuniones y a la predicación pública, prefiriendo el zoom.
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