18 Jul, 2019, 11:17 AM
En mayo de 2013 días después de ser nombrado Siervo Ministerial visité una librería del centro de Monterrey, un libro amarillo captó mi atención había 4 ejemplares era sobre líderes sectarios estadounidenses, personajes como David Koresh y Jim Jones campaban a sus anchas junto con miembros célebres de otros cultos cristianos, sectas satánicas y grupos espiritualistas. En 2018 tiré ese libro por cuestiones de conciencia pero hace 2 días visité esa librería y en el misma estantería estaban 3 ejemplares del libro que compré en 2013, me llevé un ejemplar y quedaron 2, conversando con una forista de este foro me preguntó por qué estaban los mismos 3 ejemplares y yo le dije que en una ciudad de casi 5 millones de habitantes parece que solo a mí me interesan estos temas. Comencé a leer y llegué a una página donde trataba el tema del satanismo y cómo fue que en la década de los 80 tuvo un gran auge debido a una obra biográfica llamada Michelle recuerda escrita por un psiquiatra en Canadá.
En Netflix México hay una película llamada Regresión con el actor Ethan Hawke y la famosa Emma Watson, el productor es el español Alejandro Amenabar entre cuyas películas famosas están Thesis que trata sobre los filmes snuff. Esta película está inspirada en el libro Michelle recuerda, la chica se somete a terapia psicológica y a través del proceso de hipnosis logra hacer una regresión o regreso al pasado, ella comienza a recordar el abuso sexual al que fue expuesta por su madre en rituales satánicos, "recuerdos reprimidos" que emergían con gran fuerza y atormentaban su alma.
Las terapias de regresión fueron desacreditadas por muchos psiquiatras al afirmar que creaban recuerdos falsos, de esa manera se logró mitigar la histeria colectiva en Estados Unidos y Canadá sobre la existencia de sectas satánicas que sacrificaban niños. Al satanismo se le llamó "la moda de los 80" e incluso la Watchtower escribió en sus revistas La Atalaya y Despertad! horrores sobre esta religión que dejaron pasmados a más de 1, al leer las revistas en formato físico en los volúmenes se puede percibir el satanismo en sus páginas y escenas de miedo, las anécdotas que se cuentan rivalizan con auténticos cuentos de terror.
Al leer al libro escrito por la activista Barbara Anderson titulado Secrets of Pedophilia in an American Religion - Jehovah's Witnesses in Crisis descubrí que el Theodore Jaracz miembro del Cuerpo Gobernante se opuso firmemente a que las víctimas de abuso sexual infantil fueran al psicólogo o al psiquiatra, esto porque quienes afirmaban tener "recuerdos reprimidos" tal vez imaginaban que fueron abusados y traerían oprobio al nombre de Jehová. Aunque creo que el miedo de este sujeto era que alguien vinculara el abuso sexual en la congregación con los abusos sexuales en rituales satánicos a causa de la histeria colectiva que provocó el libro Michelle recuerda. Lo raro es que la Watchtower estaba muy versada en satanismo e instruía a sus creyentes sobre estas prácticas a través de sus revistas oficiales, sabía sobre los "recuerdos reprimidos" y tenía un gravísimo problema de pedofilia.
Yo me imagino que a estos señores del Cuerpo Gobernante tal vez les llegó algún sobre azul con una experiencia como la de Michelle para que tuvieran tanto miedo a los "recuerdos reprimidos".
"El peor enemigo de la Sagrada Escritura es la imaginación humana", El Zelote