28 Jan, 2018, 01:00 PM
Los adventistas fueron los que le pasaron a Russell la descabellada idea de que el Armagedón vendría en 1914. Y como Russell no pensaba más que en montar un negocio editorial para enriquecerse, que fue lo que sucedió, aceptó encantado la idea y la pregonó a todos los vientos. Así consiguió los primeros devotos que le aportaban dinero. Cuando pasó 1914, trasladó el Armagedón a 1915. Como tampoco llegó el Armagedón en 1915 y mucha gente se le fue del grupo, se dedicó a predicar el día entero para conseguir más adeptos. Esto le extenuó y murió en un tren la noche de difuntos.
La duda es el principio de la sabiduría.