19 Feb, 2018, 09:54 AM
(09 Oct, 2017, 05:08 PM)Good Bye escribió: Hola! Empezaré mencionando que nací en un salón del reino. Mis padres estaban en el circuito y los hospedaron en el salón y, allí nací yo.
Mis padres dejaron el circuito (por mí jajaja) y fueron a vivir cerca de la familia. Tuve una infancia felíz con mis padres, aunque, como todo niño TJ, traumada con el saludo a la bandera, los cumpleaños, etc., etc., sin embargo debido a mi carácter alegre y siempre dispuesta a ayudar siempre estuve rodeada de muchas personas que, aunque al principio me veían como bicho raro, me trataban un poco más y ya no les importaba mucho lo que yo creyera, además yo nunca andaba predicándoles ni mucho menos, al contrario, de lo último que yo quería hablar era de religión.
Desde que tengo memoria, mi padre siempre fue anciano de congregación. Los hermanos lo respetaban y lo querían porque siempre estaba dispuesto a escucharlos a veces sacrificando el tiempo que era para nosotros, su familia.
Así pasaron los años. Me casé con un hombre maravilloso que, aunque no era TJ, se enamoró de mí al grado de estudiar y bautizarse (aunque nunca estuvo convencido de nada a pesar de que mi propio papá -el suegro- le dio estudio, pero claro, ahorita se le pone al brinco al suegro jajaja!!).
Todo seguía bien hasta que llegó un Superintendente de Circuito: Rubén Alvarado. Este señor estaba muy mal de sus nervios, se ponía histérico si lloraba algún bebé, si alguien se levantaba, si volaba una mosca!! Era muy grosero y trataba muy mal a los hermanos. Mi papá lo enfrentó, le dijo que esa no era manera de tratar a las ovejas de Jehová, en fin, Alvarado le ofreció disculpas e incluso le dio las gracias por hacerlo ver su error (sí, ajá). Dos meses después llegan a la congre un nuevo anciano y su familia -enviados por Alvarado para ayudar a la congregación-, los llamaré Los Pérez. El anciano Pérez de inmediato empezó a hacer de las suyas, les decía a los hermanos que les iba a hacer visita de pastoreo y les daba el menú de lo que quería cenar!! Les pedía dinero para la gasolina!! Estando en la casa de los hermanos los humillaba, los amenazaba con quitarles privilegios, en fin, aquello era un escándalo pero los pobres hermanos no se atrevían a enfrentarlo. Quién podría ayudarlos? Los otros ancianos le tenían miedo. Afuera de la casa de mi papá -literalmente- había fila de hermanos para quejarse de los malos tratos de Pérez, así que, de nuevo, mi papá salió en defensa de las ovejas.
Los enfrentamientos entre Pérez y mi papá era cada vez peores. Mi mamá, que para entonces ya había sido diagnosticada con Alzheimer, temblaba cada vez que le decíamos que era día de reunión y decía que ya no quería ir. El resto de la familia estábamos muy preocupados por mi papá debido a que es hipertenso y se ponía mal cada vez que discutía con Pérez. Los demás ancianos y el resto de la congregación sólo eran expectadores temerosos que no se atrevían a decir absolutamente nada.
Un día me asignaron un discurso y mi ama de casa era la esposa de Pérez. Yo los recibí en mi casa porque, a pesar de todo, eran mis hermanos y teníamos que tratar de limar asperezas (por cierto, llegaron a la hora de la comida jajaja!!). Después de ensayar el discurso, nos quedamos platicando la esposa de Pérez y yo en la sala mientras mi marido conversaba con Pérez en el comedor. Entonces la esposa de Pérez me dice que su hija mayor está censurada, que por eso no comenta en las reuniones ni se le dan asignaciones. Yo le comento esto a mi papá y él me dice que no es posible porque, si fuese así, Pérez no calificaría para anciano. Mi papá pide ver las cartas que se envían cuando un publicador se cambia de congregación, y más en este caso porque es la recomendación de un anciano. El anciano secretario le dice que, por órdenes de Pérez, nadie puede ver esas cartas. Mi papá insiste e insiste hasta que finalmente le muestran las cartas.
Oh sorpresa!! La hija mayor de Pérez, estando en una asignación como precursora en el estado de Michoacán, había robado dinero de un negocio donde un pobre hermano la había empleado. Además, las otras precursoras que vivían con ella, se quejaban de que se les perdía el dinero y era conocida en la congregación como una persona arrogante, soberbia, les decía a los hermanos que eran muy poca cosa comparados con ella. La carta decía que se le había hecho comité pero como había devuelto el dinero robado del negocio, únicamente se le había censurado públicamente! Y el dinero de las precursoras? Y su manera de comportarse en la congregación? Luego, estando aún censurada, regresa a la congregación donde está su papá como anciano y, apresuradamente, los ancianos sacan de allí a la familia y los envían a nuestra congregación con las credenciales de Pérez intactas, ámpliamente recomendado como un excelente anciano!
Ahora que Pérez sabía que conocíamos su secreto, empezó nuestra pesadilla.
Continuará...
Hola Good Bye
. También como los demas te damos la bienvenida ( aunque soy nuevo, me uno) y deseoso de continuar con la historia ... me identifico por que es practicamente el 90 % de lo que vivi, aunque solo fui anciano 2 años.
saludos cordiales