[Diana Prince]

Buena idea para un tema, amiga.

Yo me bauticé porque creí que era lo correcto en ese momento de mi vida y creo que también el ego (tanto ego como es posible tener a los diez años) tuvo algo que ver.

En mi congregación, es más en mi circuito, yo era una de las niñas populares por ser dizque ejemplar, jejeje, por ejemplar se referían a que era una niña dócil y a quien era fácil mangonear que predicaba mucho, colocaba muchas revistas y conducía varios estudios bíblicos, además siempre me gustó mucho comentar y dar discursos y era la típica niña cliché que sabe muchos textos bíblicos de memoria y puede explicar con la Biblia “las verdades profundas” (o sea que realmente lo único que sabía era repetir como perico cualquier porquería que me diera la SWT, pero bueno, eso a los TJ les encanta). Obvio, era la única vida que conocía y mi mamá siempre fue muy exigente conmigo respecto al conocimiento watchtoweriano-bíblico porque le gustaba presumir que su hija supuestamente “sabía mucho”, siendo apenas una niña. Aunque entendía todo lo que aprendía, nunca me lo creí realmente, pienso eso porque para mí era importante tener la mente llena de datos históricos, proféticos, simbólicos, bla, bla, bla, para “verme espíritual”, pero jamás meditaba ni oraba, realmente nunca me sentí cerca de Jehová.

Los miembros de mi congregación, mi familia y amigos (en ese momento todas las personas en mi vida eran TJ) empezaron a decirme que el siguiente paso lógico era el bautismo. Me decían que yo sería una gran precursora, que podría ser la “orgullosa” esposa de un anciano, superintendente o hasta betelita (o sea, veían como mi máxima aspiración en la vida: ser la esposa de... ), obviamente todo eso era irrelevante para mí a los 10 años pero sí me gustaba toda la atención que recibía. Me gustaba la idea de tener una fiesta por mi bautismo (supongo que por la falta de celebraciones o festejos en mi vida) y mi mamá me había prometido que invitaría a todos los niños de la congregación, prepararía mi comida favorita y me compraría un pastel cuando yo me bautizara. Mi mamá nunca nos compraba dulces a mi hermana y a mí, ni nada de comida chatarra, porque ella es una persona saludable en exceso, jejeje, así que la oferta me parecía fantástica, una “fiesta de ensueño”.

Ah por cierto, también me prometió un vestido estampado de globos para la ocasión, jajaja, y yo alucinaba con ese vestido. Fue todo muy propio de una mente infantil, lógicamente. Así que me bauticé, me gané mi vestido, fiesta y pastel, la pasé muy bien ese fin de semana. Me tomé como 200 fotos en la asamblea de Distrito en la que me bauticé, presumiendo mi vestido de globos jejeje, lo que menos me preocupaba era que oficialmente ya era una TJ que había “hecho pública su dedicación a Jehová a través del bautismo en agua”. Ni cuenta me di de la extenuante carga que puse sobre mis hombros.

Luego crecí... Y empecé a darme cuenta del terrible error que había cometido. Pero bueno, eso ya quedó atrás. Ahora soy libre completamente y desde hace un tiempo decidí que no dejaré nunca más que esta organización me mantenga atada o atrapada sólo teniendo como base una decisión vacía que tomé hace 20 años. Ojalá sean más los niños que se salven de las garras de la secta. ¡Qué bueno que sigas librando a Laurita! Indudablemente, tu influencia siempre tendrá un impacto importante en su vida. La mayoría, si no es que todos los que nos hemos bautizado, tenemos en común que lo hicimos por no saber la verdad sobre la secta, así que por la misma razón todos tenemos la posibilidad de ser libres de su dañino poder sobre nuestras vidas, por eso es que la labor disidente es tan importante y está rindiendo tan excelente resultado.

Diana.

P.D. El maestrazo King es lo máximo.