01 Mar, 2018, 09:39 PM
Hace tantos años que tendré que hacer memoria. Acababa de cumplir 12 añitos cuando "decidí" bautizarme. En parte lo hice porque estábamos a punto de mudarnos de casa y de congregación y yo detestaba el lugar a donde nos mudaríamos, además mi mejor amiga -también de 12 años - dijo que se bautizaría en esa asamblea, así que "al agua patos".
Reconozco que jamás me gustó predicar de casa en casa por eso fueron pocas las veces que hice precursorado. En cambio me fascinaba tener estudios, preparar discursos, participar en las asambleas y siendo hija de un anciano reconocido no me faltaban oportunidades. Eso si, antes de subir a la plataforma empezaba la tembladera, pero hacía oración, dejaba todo en las manos de Jehová y subía con una seguridad y un aplomo que, modestia aparte, ya lo quisieran varios para un domingo
Yo estaba totalmente convencida de estar en "la verdad" por eso jamás hice siquiera el intento de investigar por mi propia cuenta, para qué si mis padres ya lo habían hecho y habían llegado a la conclusión de que era la verdad. Vivía en mi mundito feliz, hasta que un día se reventó la burbuja y pude ver la fea realidad de lo que estaba ocurriendo delante de mis ojos sin que yo lo viera. Empecé a recordar momentos y situaciones pasadas que yo había optado por no ver, por pasar por alto confiando en que Jehová lo arreglaría y tuve que aceptar que eso no iba a suceder.
De allí en adelante las cosas se sucedieron sin parar hasta llegar al día de hoy que estoy recordando lo que sucedió hace tantos años.
Reconozco que jamás me gustó predicar de casa en casa por eso fueron pocas las veces que hice precursorado. En cambio me fascinaba tener estudios, preparar discursos, participar en las asambleas y siendo hija de un anciano reconocido no me faltaban oportunidades. Eso si, antes de subir a la plataforma empezaba la tembladera, pero hacía oración, dejaba todo en las manos de Jehová y subía con una seguridad y un aplomo que, modestia aparte, ya lo quisieran varios para un domingo
Yo estaba totalmente convencida de estar en "la verdad" por eso jamás hice siquiera el intento de investigar por mi propia cuenta, para qué si mis padres ya lo habían hecho y habían llegado a la conclusión de que era la verdad. Vivía en mi mundito feliz, hasta que un día se reventó la burbuja y pude ver la fea realidad de lo que estaba ocurriendo delante de mis ojos sin que yo lo viera. Empecé a recordar momentos y situaciones pasadas que yo había optado por no ver, por pasar por alto confiando en que Jehová lo arreglaría y tuve que aceptar que eso no iba a suceder.
De allí en adelante las cosas se sucedieron sin parar hasta llegar al día de hoy que estoy recordando lo que sucedió hace tantos años.
Hay heridas que en lugar de abrir la piel abren los ojos.