27 Apr, 2018, 11:12 AM
*** w11 15/12 págs. 10-11 ¿Imitaremos sus virtudes y evitaremos sus errores? ***
Las advertencias que encierran los errores de Salomón
10 Entonces, ¿por qué decimos que la vida de Salomón también constituye una advertencia? Es probable que el primer error que nos venga a la mente sea que tuvo concubinas y esposas extranjeras. Dice la Biblia: “Al tiempo en que envejeció Salomón aconteció que sus esposas mismas habían inclinado el corazón de él a seguir a otros dioses; y su corazón no resultó completo para con Jehová” (1 Rey. 11:1-6). Sin duda, no queremos actuar de forma tan insensata. Pero ¿fue ese el único error de este rey? No. Hay otros detalles que fácilmente pueden pasarse por alto y que nos muestran conductas que debemos evitar.
11 El gobierno de Salomón duró cuarenta años (2 Cró. 9:30). Teniendo esto presente, ¿qué aprendemos de 1 Reyes 14:21? (Léase.) Según este versículo, cuando él murió lo sucedió su hijo Rehoboam, de 41 años, cuya madre era “Naamá la ammonita”. Se ve que, ya antes de subir al trono, Salomón había contraído matrimonio con una extranjera de una nación idólatra y enemiga de su pueblo (Jue. 10:6; 2 Sam. 10:6). No sabemos si esta mujer adoró ídolos. De ser así, pudo haber dejado la religión falsa y luego abrazar la verdadera, como hicieron Rahab y Rut (Rut 1:16; 4:13-17; Mat. 1:5, 6). Sea como fuere, es probable que Salomón tuviera que relacionarse con los padres de ella y con otros parientes que no servían a Jehová.
12 La situación tomó un rumbo decididamente malo tras la coronación. “Salomón procedió a formar una alianza matrimonial con Faraón el rey de Egipto y a tomar la hija de Faraón y traerla a la Ciudad de David.” (1 Rey. 3:1.) ¿Abrazó ella en algún momento la religión verdadera, como Rut? La Biblia no indica que obrara así. Lo que sí indica es que cuando Salomón le edificó una casa (quizás también para sus doncellas egipcias), la hizo fuera de la Ciudad de David. ¿Por qué? Las Escrituras señalan que tomó esta medida porque era inapropiado que los paganos vivieran junto al arca del pacto (2 Cró. 8:11).
13 Salomón tal vez contrajo matrimonio con la princesa egipcia pensando en las posibles ventajas políticas. Pero ¿se justificaba su decisión? No. Siglos antes, Dios había prohibido a sus siervos casarse con las mujeres de Canaán, enumerando específicamente varios pueblos de aquella tierra pagana (Éxo. 34:11-16). ¿Razonó Salomón que, como Egipto no aparecía en la lista, su conducta no era censurable? Si lo hizo, no tenía excusa. Estaba pasando por alto un peligro que Jehová había mencionado expresamente: ser desviado a la religión falsa (léase Deuteronomio 7:1-4).
14 ¿Demostraremos con nuestra conducta que hemos aprendido de los errores de Salomón? Una hermana tal vez trate de encontrar alguna justificación para tener relaciones románticas con un no creyente, dejando a un lado las claras instrucciones divinas de “casarse [...] solo en el Señor” (1 Cor. 7:39). Con pretextos similares, algunos quizás participen en su centro de estudios en asociaciones y equipos deportivos fuera de horas de clase, declaren menos ingresos de los reales o mientan cuando deberían revelar acciones por las que se exponen a sufrir vergüenza. El punto es que todos podríamos caer en el error de buscar pretextos para no cumplir con los mandatos de Dios, tal como seguramente hizo Salomón.
15 Cabe destacar que la Biblia menciona en primer lugar que Salomón se casó con esa princesa extranjera y luego relata que recibió la sabiduría que había solicitado, así como abundantes riquezas (1 Rey. 3:10-13). Aunque había desoído las instrucciones de Dios, no leemos que él lo rechazara enseguida como rey ni que lo disciplinara con severidad. Y es que Jehová comprende que los humanos estamos formados del polvo y somos imperfectos (Sal. 103:10, 13, 14). Pero no olvidemos nunca que nuestros actos tienen consecuencias, sea que vengan inmediatamente o con el transcurso del tiempo.
¡Tantas esposas!
16 En el Cantar de los Cantares, el rey exclamó con admiración que cierta joven virgen era más bella que 60 reinas y 80 concubinas (Cant. de Cant. 6:1, 8-10). ¿Aludía aquí Salomón a su situación en aquel punto de su reinado? Si es así, ya contaba con muchas mujeres. No sabemos si entonces la mayoría de ellas, o incluso todas, adoraban al Dios verdadero. En cualquier caso, Salomón había desobedecido la orden divina, transmitida mediante Moisés y referida al rey de Israel: “[No] debe él multiplicarse esposas, para que no se desvíe su corazón” (Deu. 17:17). Pero nuevamente vemos que Jehová no se apartó de él. Es más, siguió bendiciéndolo al usarlo para componer el Cantar de los Cantares.
17 ¿Quiere decir lo anterior que Salomón podía hacer caso omiso de las leyes divinas y librarse del castigo o que podamos hacerlo nosotros? No. Lo que muestra es que la paciencia de Jehová se extiende a veces durante tiempo. Sin embargo, el que un siervo de Dios desobedezca sus mandatos y no sufra las consecuencias de inmediato no significa que no las vaya a sufrir más tarde. Recordemos que el propio Salomón escribió: “Por cuanto la sentencia contra una obra mala no se ha ejecutado velozmente, por eso el corazón de los hijos de los hombres ha quedado plenamente resuelto en ellos a hacer lo malo”. Y luego añadió: “Sin embargo también me doy cuenta de que les resultará bien a los que temen al Dios verdadero, porque le han tenido temor” (Ecl. 8:11, 12).
18 ¡Qué lástima que Salomón se olvidara de esa verdad divina! Es cierto que había hecho muchas cosas bien y que por años había gozado de la bendición de Dios. Pero con el tiempo dio un paso en falso tras otro, cayendo en un mal patrón de comportamiento. Siglos después, el apóstol Pablo escribió por inspiración unas palabras muy ciertas: “No se extravíen: de Dios uno no se puede mofar. Porque cualquier cosa que el hombre esté sembrando, esto también segará” (Gál. 6:7). Salomón desobedeció a Jehová, pues “amó a muchas esposas extranjeras junto con la hija de Faraón, a moabitas, ammonitas, edomitas, sidonias e hititas” (1 Rey. 11:1). Es probable que un buen número de ellas mantuvieran su devoción a los dioses falsos, y el monarca no fue inmune a su influencia. Con los años cosechó los tristes frutos de su conducta, pues terminó descarriándose y perdiendo el favor de nuestro paciente Dios (léase 1 Reyes 11:4-8).
Pues la WT justifica de esta manera la conducta de Salomón: La paciencia de Jehová es infinita, Él comprende que somos polvo e imperfectos, de todas formas no fue rechazado pues se supone que con los años iba a recibir lo que sembró
Salomón se ha de haber sentido muy triste y deprimido: rodeado de mil mujeres, vino, banquetes, bailes y en un palacio enorme, ay ajá, seguro iba como alma en pena contando sus joyas y viviendo como los del CG
Por ahora el consejo es tomar la historia de este noble rey como un ejemplo de lo que no debemos hacer
Hace tiempo me hice el mismo cuestionamiento respecto a Salomón "osea, ése bien contento con sus 300 esposas y 700 concubinas, era un adicto al sexo y quién sabe a qué otras cosas más, con eso que dijo: Y nada de lo que mis ojos pidieron mantuve alejado de ellos. No retuve mi corazón de ninguna clase de regocijo. . .".
Un día un hermano viejito, durante el servicio me dijo: 'el Salomón era bisexual (y yo con mi cara de asombro) dice que probó de todo que no se retuvo de nada yo supongo que le entró a todo lo habido y por haber, el muy santo : 'yació Salomón con sus antepasados, y está en el Seol, o Hades, de donde será resucitado' y yo de buey portándome bien...'; entonces le dije: 'es que usted no habla con Jehová, no es rey hermano y no es hijo de David y el Mesías no viene de su estirpe...' -'ah pus sí verdá? somos esclavos que no servimos para nada...' jajaja
Las advertencias que encierran los errores de Salomón
10 Entonces, ¿por qué decimos que la vida de Salomón también constituye una advertencia? Es probable que el primer error que nos venga a la mente sea que tuvo concubinas y esposas extranjeras. Dice la Biblia: “Al tiempo en que envejeció Salomón aconteció que sus esposas mismas habían inclinado el corazón de él a seguir a otros dioses; y su corazón no resultó completo para con Jehová” (1 Rey. 11:1-6). Sin duda, no queremos actuar de forma tan insensata. Pero ¿fue ese el único error de este rey? No. Hay otros detalles que fácilmente pueden pasarse por alto y que nos muestran conductas que debemos evitar.
11 El gobierno de Salomón duró cuarenta años (2 Cró. 9:30). Teniendo esto presente, ¿qué aprendemos de 1 Reyes 14:21? (Léase.) Según este versículo, cuando él murió lo sucedió su hijo Rehoboam, de 41 años, cuya madre era “Naamá la ammonita”. Se ve que, ya antes de subir al trono, Salomón había contraído matrimonio con una extranjera de una nación idólatra y enemiga de su pueblo (Jue. 10:6; 2 Sam. 10:6). No sabemos si esta mujer adoró ídolos. De ser así, pudo haber dejado la religión falsa y luego abrazar la verdadera, como hicieron Rahab y Rut (Rut 1:16; 4:13-17; Mat. 1:5, 6). Sea como fuere, es probable que Salomón tuviera que relacionarse con los padres de ella y con otros parientes que no servían a Jehová.
12 La situación tomó un rumbo decididamente malo tras la coronación. “Salomón procedió a formar una alianza matrimonial con Faraón el rey de Egipto y a tomar la hija de Faraón y traerla a la Ciudad de David.” (1 Rey. 3:1.) ¿Abrazó ella en algún momento la religión verdadera, como Rut? La Biblia no indica que obrara así. Lo que sí indica es que cuando Salomón le edificó una casa (quizás también para sus doncellas egipcias), la hizo fuera de la Ciudad de David. ¿Por qué? Las Escrituras señalan que tomó esta medida porque era inapropiado que los paganos vivieran junto al arca del pacto (2 Cró. 8:11).
13 Salomón tal vez contrajo matrimonio con la princesa egipcia pensando en las posibles ventajas políticas. Pero ¿se justificaba su decisión? No. Siglos antes, Dios había prohibido a sus siervos casarse con las mujeres de Canaán, enumerando específicamente varios pueblos de aquella tierra pagana (Éxo. 34:11-16). ¿Razonó Salomón que, como Egipto no aparecía en la lista, su conducta no era censurable? Si lo hizo, no tenía excusa. Estaba pasando por alto un peligro que Jehová había mencionado expresamente: ser desviado a la religión falsa (léase Deuteronomio 7:1-4).
14 ¿Demostraremos con nuestra conducta que hemos aprendido de los errores de Salomón? Una hermana tal vez trate de encontrar alguna justificación para tener relaciones románticas con un no creyente, dejando a un lado las claras instrucciones divinas de “casarse [...] solo en el Señor” (1 Cor. 7:39). Con pretextos similares, algunos quizás participen en su centro de estudios en asociaciones y equipos deportivos fuera de horas de clase, declaren menos ingresos de los reales o mientan cuando deberían revelar acciones por las que se exponen a sufrir vergüenza. El punto es que todos podríamos caer en el error de buscar pretextos para no cumplir con los mandatos de Dios, tal como seguramente hizo Salomón.
15 Cabe destacar que la Biblia menciona en primer lugar que Salomón se casó con esa princesa extranjera y luego relata que recibió la sabiduría que había solicitado, así como abundantes riquezas (1 Rey. 3:10-13). Aunque había desoído las instrucciones de Dios, no leemos que él lo rechazara enseguida como rey ni que lo disciplinara con severidad. Y es que Jehová comprende que los humanos estamos formados del polvo y somos imperfectos (Sal. 103:10, 13, 14). Pero no olvidemos nunca que nuestros actos tienen consecuencias, sea que vengan inmediatamente o con el transcurso del tiempo.
¡Tantas esposas!
16 En el Cantar de los Cantares, el rey exclamó con admiración que cierta joven virgen era más bella que 60 reinas y 80 concubinas (Cant. de Cant. 6:1, 8-10). ¿Aludía aquí Salomón a su situación en aquel punto de su reinado? Si es así, ya contaba con muchas mujeres. No sabemos si entonces la mayoría de ellas, o incluso todas, adoraban al Dios verdadero. En cualquier caso, Salomón había desobedecido la orden divina, transmitida mediante Moisés y referida al rey de Israel: “[No] debe él multiplicarse esposas, para que no se desvíe su corazón” (Deu. 17:17). Pero nuevamente vemos que Jehová no se apartó de él. Es más, siguió bendiciéndolo al usarlo para componer el Cantar de los Cantares.
17 ¿Quiere decir lo anterior que Salomón podía hacer caso omiso de las leyes divinas y librarse del castigo o que podamos hacerlo nosotros? No. Lo que muestra es que la paciencia de Jehová se extiende a veces durante tiempo. Sin embargo, el que un siervo de Dios desobedezca sus mandatos y no sufra las consecuencias de inmediato no significa que no las vaya a sufrir más tarde. Recordemos que el propio Salomón escribió: “Por cuanto la sentencia contra una obra mala no se ha ejecutado velozmente, por eso el corazón de los hijos de los hombres ha quedado plenamente resuelto en ellos a hacer lo malo”. Y luego añadió: “Sin embargo también me doy cuenta de que les resultará bien a los que temen al Dios verdadero, porque le han tenido temor” (Ecl. 8:11, 12).
18 ¡Qué lástima que Salomón se olvidara de esa verdad divina! Es cierto que había hecho muchas cosas bien y que por años había gozado de la bendición de Dios. Pero con el tiempo dio un paso en falso tras otro, cayendo en un mal patrón de comportamiento. Siglos después, el apóstol Pablo escribió por inspiración unas palabras muy ciertas: “No se extravíen: de Dios uno no se puede mofar. Porque cualquier cosa que el hombre esté sembrando, esto también segará” (Gál. 6:7). Salomón desobedeció a Jehová, pues “amó a muchas esposas extranjeras junto con la hija de Faraón, a moabitas, ammonitas, edomitas, sidonias e hititas” (1 Rey. 11:1). Es probable que un buen número de ellas mantuvieran su devoción a los dioses falsos, y el monarca no fue inmune a su influencia. Con los años cosechó los tristes frutos de su conducta, pues terminó descarriándose y perdiendo el favor de nuestro paciente Dios (léase 1 Reyes 11:4-8).
Pues la WT justifica de esta manera la conducta de Salomón: La paciencia de Jehová es infinita, Él comprende que somos polvo e imperfectos, de todas formas no fue rechazado pues se supone que con los años iba a recibir lo que sembró
Salomón se ha de haber sentido muy triste y deprimido: rodeado de mil mujeres, vino, banquetes, bailes y en un palacio enorme, ay ajá, seguro iba como alma en pena contando sus joyas y viviendo como los del CG
Por ahora el consejo es tomar la historia de este noble rey como un ejemplo de lo que no debemos hacer
Hace tiempo me hice el mismo cuestionamiento respecto a Salomón "osea, ése bien contento con sus 300 esposas y 700 concubinas, era un adicto al sexo y quién sabe a qué otras cosas más, con eso que dijo: Y nada de lo que mis ojos pidieron mantuve alejado de ellos. No retuve mi corazón de ninguna clase de regocijo. . .".
Un día un hermano viejito, durante el servicio me dijo: 'el Salomón era bisexual (y yo con mi cara de asombro) dice que probó de todo que no se retuvo de nada yo supongo que le entró a todo lo habido y por haber, el muy santo : 'yació Salomón con sus antepasados, y está en el Seol, o Hades, de donde será resucitado' y yo de buey portándome bien...'; entonces le dije: 'es que usted no habla con Jehová, no es rey hermano y no es hijo de David y el Mesías no viene de su estirpe...' -'ah pus sí verdá? somos esclavos que no servimos para nada...' jajaja