[miker]

Me han hecho recordar a un par de ancianos que curiosamente eran "hombres clave" en sus respectivos circuitos, sustitutos ambos, superintendentes de asamblea y creo que uno hasta fue de ciudad. La congregación de uno de ellos se mudó al salón en el que se reunía mi congregación y cuando pusieron su tablero de anuncios, nos daba mucha risa ver su "organigrama" de privilegios porque se inventaban responsabilidades con tal de supuestamente alegrar a todos con algún "privilegio". Entre dichas tonterías se incluía al "responsable de recordar a los hermanos que entreguen su informe" y entre los auxiliares del secretario aparecía uno que era el "responsable de recopilar todos los informes"...

Había un "encargado de abastecimiento" que se encargaba de comprar todos los implementos de limpieza... el "encargado de primeros auxilios" que en un salón del reino no era común a diferencia de las asambleas... el "encargado de evacuación" (nos daba mucha risa pensar en sus funciones) que tenía a su cargo implementar el plan en caso de desastres... el "encargado de agua potable", el "encargado de ventilación" (suena exagerado pero para ellos no lo era, alguien tenía que responsabilizarse de que la temperatura del salón no subiera ni bajara un grado, tipo Misión Imposible 1), el "encargado de impresiones" al que suponíamos le tocaba imprimir todos los programas y cuanta tontería se le ocurriera a dicho "jerarca / adalid".

Lo más triste es que imprimían un organigrama corporativo en el que presentaban toda esa estructura como si se tratara de una empresa y después, dado que la idea tenía su origen en la congregación del anciano más ejemplar del circuito, otra congregaciones empezaron a imitar dicho modelo, hasta que llegó un viajante que opinó que estaba mal y lo clásico que ocurría cuando solíamos perder el tiempo en semejantes estupideces...

Saludos cordiales,

PhaRisaios

Que manejo y control de las emociones y la necesidad de reconocimiento.
Tal como la Cruz de Hierro, o los estandartes romanos, esos titulillos, insignificantes, intrascendentes, insulsos e inventados, solo gatillan el orgullo de quienes pesan menos que una bolsa de plumas.
"Superintendente auxiliar de apagar las luces del Salon"...solo estupideces para satisfacer egos de perdedores.

miker