10 Oct, 2018, 04:19 AM
Pues te han explicado solo el punto de mira negativo.
Ni salen mas jóvenes ahora de la organización de los que siempre han salido. Ni todos medran viendo pasar el tiempo desde "su" butaca de "su" salón (heredada y siempre la misma desde tiempos antiguos), más que los que siempre se quejaron, que siempre tiempos pasados fueron mejores. Y l@s abuel@s, no mas que los de siempre hubieron.
Lo único que con la reubicación de salones les ha complicado mucho el traslado a los mas envejecido.
Y sobre las cong. De habla extranjera...... que te diré, hablemos clarito, son ciudades de refugio. Van a parar todos buscando no se que, o huyendo de ellos mismos y sus paranoias.
Grupos y congregaciones complicadas que en algún caso pueden ser refrescante para algunos en la monotonía de la teocracia, pero que la final, las personas son las mismas. Y a eso añade el poco peso espiritual de esas congregaciones por falta de alimento con consistente. La mayoria no pillan el idioma y comentan lo que mal leen en su atalaya, como niño pequeño. Y los autóctonos recién convertidos no maduran nunca.
Ni salen mas jóvenes ahora de la organización de los que siempre han salido. Ni todos medran viendo pasar el tiempo desde "su" butaca de "su" salón (heredada y siempre la misma desde tiempos antiguos), más que los que siempre se quejaron, que siempre tiempos pasados fueron mejores. Y l@s abuel@s, no mas que los de siempre hubieron.
Lo único que con la reubicación de salones les ha complicado mucho el traslado a los mas envejecido.
Y sobre las cong. De habla extranjera...... que te diré, hablemos clarito, son ciudades de refugio. Van a parar todos buscando no se que, o huyendo de ellos mismos y sus paranoias.
Grupos y congregaciones complicadas que en algún caso pueden ser refrescante para algunos en la monotonía de la teocracia, pero que la final, las personas son las mismas. Y a eso añade el poco peso espiritual de esas congregaciones por falta de alimento con consistente. La mayoria no pillan el idioma y comentan lo que mal leen en su atalaya, como niño pequeño. Y los autóctonos recién convertidos no maduran nunca.