10 Oct, 2018, 05:33 AM
(10 Oct, 2018, 04:19 AM)Nabot escribió: Pues te han explicado solo el punto de mira negativo.
Ni salen mas jóvenes ahora de la organización de los que siempre han salido. Ni todos medran viendo pasar el tiempo desde "su" butaca de "su" salón (heredada y siempre la misma desde tiempos antiguos), más que los que siempre se quejaron, que siempre tiempos pasados fueron mejores. Y l@s abuel@s, no mas que los de siempre hubieron.
Lo único que con la reubicación de salones les ha complicado mucho el traslado a los mas envejecido.
Y sobre las cong. De habla extranjera...... que te diré, hablemos clarito, son ciudades de refugio. Van a parar todos buscando no se que, o huyendo de ellos mismos y sus paranoias.
Grupos y congregaciones complicadas que en algún caso pueden ser refrescante para algunos en la monotonía de la teocracia, pero que la final, las personas son las mismas. Y a eso añade el poco peso espiritual de esas congregaciones por falta de alimento con consistente. La mayoria no pillan el idioma y comentan lo que mal leen en su atalaya, como niño pequeño. Y los autóctonos recién convertidos no maduran nunca.
Interesante.
Lo que me llama la atención es precisamente la falta de cambios. Todo sigue igual... desde hace 20 años. No entra nadie nuevo, ya que la predicación está muerta, más que los pocos hijos de testigos. Los hermanos cada vez más mayores. Van camino de ser un geriátrico. La congregación de mi familia ya lo es. Encima tuvieron la idea de fusionar salones, así que vendieron el salón local y los mandaron a las afueras de la ciudad, sabiendo que muchos no tienen coches o edad para conducir.
Respecto a las congregaciones y grupos de idiomas, es totalmente cierto. Era una vía de escape para los hermanos y hermanas "espirituales" o los que estaban aburridos en sus congregaciones locales. Honestamente, escuchar lo mismo dos veces por semana, viendo a la misma gente una y otra vez puede hacerse aburrido y desalentador y muchos lo ven como un aliciente.
De todas formas, los últimos tiempos que estuve como testigo pude ver que empezaban a entrar en decadencia. Muchos ancianos de congregaciones locales se negaban a perder hermanos a estos grupos porque la falta de jóvenes es alarmante.
En la congregación de mi familia han nombrado como siervo ministerial a cualquiera que estuviera allí y fuera varón. Literalmente. Algunos estuvieron años sin calificar y de la noche a la mañana, cuando se "jubilaron" los ancianos más mayores, los nombraron de forma masiva. Lo que es más curioso es que algunos de ellos ni siquiera lo deseaban, pero se vieron forzados a aceptar.