[forista513]

Excelente Serpiente de Hierro
Como mujer dentro de la secta acepté el lugar que se me dió como ayudante, lo digo porque a veces no falta el que dice: "si bien que te gusta que te dominen, te tratan mal y ahí estás"   en mi caso fue el resultado de la manipulación de sentimientos mediante el adoctrinamiento, no me dí cuenta de la mala posición en la que estaba hasta que abrí los ojos y tuve contacto con hombres no TdJ, recuerdo una vez que salí a comer con mis compañeros de trabajo, no se ponían de acuerdo y al preguntarme: "tú qué quieres?" respondí: "lo que ustedes digan" eso llevó a que al final de mi jornada uno de ellos me dijera: "no me lo tomes a mal pero me parece que eres una mujer muy inteligente y no te has dado cuenta, casi no nos das tu opinión pero cada vez que abres la boca nos agrada tu punto de vista, valórate, por favor" Eso me hizo ver que estaba muy marcada por malas experiencias con varones bautizados.
No digo que en la congregación me golpearan, insultaran o hubiera violencia física, pero no necesariamente debes golpear a alguien para lastimarlo, tan sólo con minimizar opiniones ya estás ejerciendo violencia sicológica, en nuestro caso: no podemos enseñar a la congregación, no participamos en comités judiciales, no se nos toma en cuenta para tomar decisiones, debemos apoyar lo que sea que el coordinador diga aunque no estemos de acuerdo o estemos cansadas. Somos las más trabajadoras en la obra y traemos a más conversos a la organización.
Peor: nuestra obligación es ser bonitas, usar vestidos, tacones altos, ser sumisas, no pensar, ser "inocentes" (entiéndase vírgenes) para ganarnos el respeto de los hermanos. En realidad no es tanto la apariencia física sino lo que implica: sumisión, a los hermanos les agrada que lo seamos, en pocas palabras: nos consideran inferiores y necesitamos que nos dominen.
Ahora que soy apóstata descubrí que ser inteligente no está mal, que puedo decidir qué me gusta y qué no, que puedo decirle "no" a un hombre que no me atraiga, que puedo vestirme como quiera mientras me sienta cómoda y que no es mi destino forzoso casarme para ser feliz. Ser apóstata no me hizo una libertina facilota, no me volví marimacho, no me volví fodonga ni descuidada, sigo siendo femenina y no soy peor que las hermanas adoctrinadas que siguen dentro de la organización. Ahora veo al sexo opuesto como debe ser: con respeto y equidad, ustedes no son mis patrones son mis compas   , no les tengo que pedir permiso para hacer algo y soy tan capaz como el que más.
Gracias por tocar el tema.
Sin duda leeré todas tus referencias.
Saludos!!!