12 Mar, 2019, 03:18 PM
Hace un par de meses vi a un varón, en su tiempo, un hombre "prominente" en el ámbito teocrático. También un déspota, que solo conocía cuando necesitaba algo.
Desde que le conocí, siempre al lado del Super de distrito (cuando existía esta figura), de circuito, de betelitas, de publicadores con una posición social alta, etc.
Sustituto de circuito, superintendente de ciudad, presidente de asambleas, y quien manejaba los fondos de las asambleas.
Pero la vida da sorpresas, expulsado (tomo fondos a su cargo), alcohólico, abandonado a su suerte. Su familia se alejo de él. Y por supuesto, también sus "amigos".
Desde que le conocí, siempre al lado del Super de distrito (cuando existía esta figura), de circuito, de betelitas, de publicadores con una posición social alta, etc.
Sustituto de circuito, superintendente de ciudad, presidente de asambleas, y quien manejaba los fondos de las asambleas.
Pero la vida da sorpresas, expulsado (tomo fondos a su cargo), alcohólico, abandonado a su suerte. Su familia se alejo de él. Y por supuesto, también sus "amigos".
Todo hombre aspira al poder: cada uno desearía ser un dictador; casi todos sacrificarían el bienestar del prójimo por alcanzar sus metas personales
Los protocolos de los sabios de Sión