06 Apr, 2019, 12:25 AM
Veamos el caso de Albert, que volvió a Jehová hace poco después de casi treinta y cuatro años expulsado. Cuenta: “Mis pecados están siempre delante de mí. Pero, cuando salgo a predicar, siento que Jesús me ha encomendado a mí un ministerio, igual que a Pablo. Esto me hace sentirme más feliz y me ayuda a mantener una actitud positiva respecto a mí mismo, mi vida y mi futuro”
Fuente: Atalaya Estudio Julio 2019
¿Qué opinión les merecen estas líneas?
Fuente: Atalaya Estudio Julio 2019
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