23 May, 2019, 03:34 PM
Creo que ya lo he comentado antes, pero ahí va de nuevo porque tiene relación con el tema.
Mis dos abuelas fueron testigos de Jehová totalmente convencidas y "fieles". De hecho fue por ellas que mis dos familias llegaron a ser tj.
Sin embargo, aún siendo tj's fieles y convencidas por años, ambas contaban estas historias sobre sucesos demoníacos y parecían tener un temor grande a lo que los demonios podían hacerles y ahora que lo pienso desde fuera, por la manera en como ellas me transmitían las cosas, el diablo parecía tener más poder que Jehová mismo, y parecía que no importaba cuanto uno se esforzara por permanecer fiel, uno siempre estaba como desprotegido y vulnerable ante los demonios.
Una de ellas me contó una historia, en realidad bizarra, sobre "una precursora" (nunca dijo su nombre porque seguramente no lo conoce y esta historia es en realidad una leyenda tj) que se había ido a servir a territorio aislado y vivía sola en una modesta casa. La cosa era que por las noches, ella era "visitada" por un demonio que tenía relaciones sexuales con ella. Así como lo oyen. Y que ella no recordaba nada por la mañana pero que despertaba con claras señales de haber sostenido relaciones durante la noche. Menos mal no me dio muchos detalles de esto mi abuelita! La precursora supuestamente al principio se asustó (no me digan!) y no dijo nada a nadie, sino que decidió tomar algunas medidas para tratar de evitar la situación y para ello, optó por ponerse varias capas de ropa muy ajustada para "protegerse". Pero no funcionó. Las visitas nocturnas siguieron ocurriendo pero a ella comenzó a gustarle y no dijo nada. Luego, no se como, los ancianos llegaron a enterarse y la expulsaron porque ella, al quedarse callada, fue como si consintiera el acto y eso la hacía culpable. Realmente bizarro!
Luego mi otra abuelita, ella parecía estar realmente obsesionada con esto de los demonios y por eso siempre se estaba deshaciendo de objetos, podía ser un jarrón, un tapete, un cuadro, un blusa, etc. sospechosa de haber estar "infectada". La manera de determinar si estaba infectada era por ejemplo que mientras estaba en una habitación de su casa había sentido una presencia maligna, o había escuchado un ruido inexplicable (una vez ese ruido fue que clavaban algo en la pared por la parte de afuera pero al salir a ver, no había nadie), y en ese cuarto estaba un cuadro colgado en la pared, entonces ese cuadro se volvía sospechoso y terminaba quemado. O también había algunos familiares no tj's que eran sospechosos de visitar lugares espiritistas y llevaban algún obsequio, aún si era comida, todo iba a parar a la hoguera.
Y así la recuerdo vivir siempre en paranoia. Me decía siempre que no comprara ropa usada porque tal vez algún espiritista la había usado antes.
Yo nunca he presenciado nada que pueda denominar como paranormal o demoníaco y siempre les decía que exageraban y que si pasaban pensado que les iba a pasar algo malo, pues algo malo iba a terminar pasándoles. Pero en el fondo sí existía un cierto temor porque por como las había visto hablar y reaccionar, todo transmitía la sensación de que tener toda esa literatura wt en casa, leerla, asistir a las reuniones, predicar, etc. no servía de nada para protegernos de los demonios.
Mis dos abuelas fueron testigos de Jehová totalmente convencidas y "fieles". De hecho fue por ellas que mis dos familias llegaron a ser tj.
Sin embargo, aún siendo tj's fieles y convencidas por años, ambas contaban estas historias sobre sucesos demoníacos y parecían tener un temor grande a lo que los demonios podían hacerles y ahora que lo pienso desde fuera, por la manera en como ellas me transmitían las cosas, el diablo parecía tener más poder que Jehová mismo, y parecía que no importaba cuanto uno se esforzara por permanecer fiel, uno siempre estaba como desprotegido y vulnerable ante los demonios.
Una de ellas me contó una historia, en realidad bizarra, sobre "una precursora" (nunca dijo su nombre porque seguramente no lo conoce y esta historia es en realidad una leyenda tj) que se había ido a servir a territorio aislado y vivía sola en una modesta casa. La cosa era que por las noches, ella era "visitada" por un demonio que tenía relaciones sexuales con ella. Así como lo oyen. Y que ella no recordaba nada por la mañana pero que despertaba con claras señales de haber sostenido relaciones durante la noche. Menos mal no me dio muchos detalles de esto mi abuelita! La precursora supuestamente al principio se asustó (no me digan!) y no dijo nada a nadie, sino que decidió tomar algunas medidas para tratar de evitar la situación y para ello, optó por ponerse varias capas de ropa muy ajustada para "protegerse". Pero no funcionó. Las visitas nocturnas siguieron ocurriendo pero a ella comenzó a gustarle y no dijo nada. Luego, no se como, los ancianos llegaron a enterarse y la expulsaron porque ella, al quedarse callada, fue como si consintiera el acto y eso la hacía culpable. Realmente bizarro!
Luego mi otra abuelita, ella parecía estar realmente obsesionada con esto de los demonios y por eso siempre se estaba deshaciendo de objetos, podía ser un jarrón, un tapete, un cuadro, un blusa, etc. sospechosa de haber estar "infectada". La manera de determinar si estaba infectada era por ejemplo que mientras estaba en una habitación de su casa había sentido una presencia maligna, o había escuchado un ruido inexplicable (una vez ese ruido fue que clavaban algo en la pared por la parte de afuera pero al salir a ver, no había nadie), y en ese cuarto estaba un cuadro colgado en la pared, entonces ese cuadro se volvía sospechoso y terminaba quemado. O también había algunos familiares no tj's que eran sospechosos de visitar lugares espiritistas y llevaban algún obsequio, aún si era comida, todo iba a parar a la hoguera.
Y así la recuerdo vivir siempre en paranoia. Me decía siempre que no comprara ropa usada porque tal vez algún espiritista la había usado antes.
Yo nunca he presenciado nada que pueda denominar como paranormal o demoníaco y siempre les decía que exageraban y que si pasaban pensado que les iba a pasar algo malo, pues algo malo iba a terminar pasándoles. Pero en el fondo sí existía un cierto temor porque por como las había visto hablar y reaccionar, todo transmitía la sensación de que tener toda esa literatura wt en casa, leerla, asistir a las reuniones, predicar, etc. no servía de nada para protegernos de los demonios.