15 Jul, 2019, 09:15 AM
Muchas gracias por el hilo, magistral también sus atinados comentarios. Pienso igual que ustedes compañeros, concuerdo en lo anteriormente expuesto y estoy seguro que no estoy loco o demente en pensar y sentir así.
Yo no nací dentro de los TJ, pero en la adolescencia me hice TJ ( a los 16 me hice publicador y a los 18 me bautice) ahora tengo 38, sigo activo aún pero “ despierto” desde hace 2 años.
Yo mismo viví en infantilismo dentro de la secta, tan bien descrito aquí. Al casarme hace un año, mi esposa me lo hizo notar, pues ella se hizo TJ hace apenas 4 años. Yo dependía para el hogar de mi madre, casi como un hijo de familia, a excepción de mis finanzas claro. Mi pensamiento era como un muchacho de 23 años teniendo ya 35. No es broma y no creo estar inventando.
Ahora comienzo a hacerme responsable de mi mismo, de mi familia, fue como un despertar, pero solo lo logré una vez caída la venda de la secta, comprendo que soy un ADULTO en la extensión de la palabra y que soy responsable de mis pensamientos y acciones únicamente yo. Es maravilloso. Comprendo que soy único, que soy libre, que nadie decide por mi, que es mi vida.
La secta nos enseñó a ser dependientes, a ser obedientes, a ser sumisos, a esperar en Jehová, a no pensar mucho en nosotros mismos ni es nuestro futuro en este mundo, pero ya no más.
Yo no nací dentro de los TJ, pero en la adolescencia me hice TJ ( a los 16 me hice publicador y a los 18 me bautice) ahora tengo 38, sigo activo aún pero “ despierto” desde hace 2 años.
Yo mismo viví en infantilismo dentro de la secta, tan bien descrito aquí. Al casarme hace un año, mi esposa me lo hizo notar, pues ella se hizo TJ hace apenas 4 años. Yo dependía para el hogar de mi madre, casi como un hijo de familia, a excepción de mis finanzas claro. Mi pensamiento era como un muchacho de 23 años teniendo ya 35. No es broma y no creo estar inventando.
Ahora comienzo a hacerme responsable de mi mismo, de mi familia, fue como un despertar, pero solo lo logré una vez caída la venda de la secta, comprendo que soy un ADULTO en la extensión de la palabra y que soy responsable de mis pensamientos y acciones únicamente yo. Es maravilloso. Comprendo que soy único, que soy libre, que nadie decide por mi, que es mi vida.
La secta nos enseñó a ser dependientes, a ser obedientes, a ser sumisos, a esperar en Jehová, a no pensar mucho en nosotros mismos ni es nuestro futuro en este mundo, pero ya no más.
Testigo en activo desprogramado.