01 Aug, 2019, 03:57 AM
Desde que me desprogramé puedo decir que, soy ateo, apóstata, hereje y blasfemo. En tiempos de la Inquisición me habrían echado a la hoguera a la primera de cambio. Y si dependiera de JW, me hubieran lapidado o matado también. En los años 50 ya lo dejaron entrever:
"Al estar limitados por las leyes de la nación mundana en la que vivimos y también por las leyes que Dios dio a través de Jesucristo, sólo podemos tomar medidas contra los apóstatas hasta cierto grado, es decir, de acuerdo con ambos conjuntos de leyes. La ley del país y la ley que Dios dio a través de Cristo nos prohíben matar a los apóstatas, aun cuando éstos sean miembros de nuestra propia familia carnal"
"En caso de que un padre, una madre, un hijo o una hija, sea expulsado, ¿cómo deberían los miembros de la familia tratar a esa persona en sus relaciones familiares?—Hoy no vivimos en medio de naciones teocráticas en las que esos miembros de nuestra familia carnal puedan ser exterminados por apostatar de Dios y de su organización teocrática, como era posible y se ordenó en la nación de Israel en el desierto del Sinaí y en la tierra de Palestina."
La Atalaya 15 de Noviembre de 1952, pag 703.
"Al estar limitados por las leyes de la nación mundana en la que vivimos y también por las leyes que Dios dio a través de Jesucristo, sólo podemos tomar medidas contra los apóstatas hasta cierto grado, es decir, de acuerdo con ambos conjuntos de leyes. La ley del país y la ley que Dios dio a través de Cristo nos prohíben matar a los apóstatas, aun cuando éstos sean miembros de nuestra propia familia carnal"
"En caso de que un padre, una madre, un hijo o una hija, sea expulsado, ¿cómo deberían los miembros de la familia tratar a esa persona en sus relaciones familiares?—Hoy no vivimos en medio de naciones teocráticas en las que esos miembros de nuestra familia carnal puedan ser exterminados por apostatar de Dios y de su organización teocrática, como era posible y se ordenó en la nación de Israel en el desierto del Sinaí y en la tierra de Palestina."
La Atalaya 15 de Noviembre de 1952, pag 703.
Hilan mentiras acordes con el tamaño de su fe
No predicáis un mensaje de amor, hacéis apología de un genocidio mundial
No predicáis un mensaje de amor, hacéis apología de un genocidio mundial