05 Sep, 2019, 11:30 AM
Qué interesante que desconozcan las pruebas de la existencia de Jesús y su ejecución, y al mismo tiempo afirmen categóricamente una trasmutación sin aportar prueba alguna.
Sin embargo, para el arqueólogo e historiador de las religiones y del judaísmo Byron McCane, de la Universidad Atlántica de Florida (EEUU), tanto el bautismo como la crucifixión son historias que los primeros cristianos difícilmente habrían inventado, ya que ninguna de las dos “apoyaría sus intereses de ningún modo”, dice a OpenMind. “El bautismo muestra a Jesús como un discípulo de (y por tanto inferior a) Juan el Bautista, y la crucifixión era un castigo humillante reservado a los delincuentes”.
Pero las referencias antiguas a Jesús no solo se encuentran en los autores cristianos, un argumento que avala la historicidad del personaje: “Se le menciona también en textos antiguos judíos y romanos”, apunta McCane. Así, en torno al año 93, el historiador fariseo Flavio Josefo dejó en su obra Antigüedades judías al menos una referencia indiscutible al “hermano de Jesús que se llamó Cristo”. Dos décadas después también escribieron sobre Jesús los romanos Plinio y Tácito; este último detalló que el fundador de la secta de los cristianos fue ejecutado durante el mandato del emperador Tiberio, gobernando Poncio Pilato en Judea.
En definitiva, la abundancia de textos históricos convierte la existencia real de Jesús en lo que McCane define como un “amplio y profundo consenso entre los académicos”, con independencia de sus creencias religiosas. “No conozco ni he oído a ningún historiador o arqueólogo formado que dude de su existencia”, añade. Con toda esta carga de pruebas, para Meyers “quienes niegan la existencia de Jesús son como los negacionistas del cambio climático”.[/b]
Sin embargo, para el arqueólogo e historiador de las religiones y del judaísmo Byron McCane, de la Universidad Atlántica de Florida (EEUU), tanto el bautismo como la crucifixión son historias que los primeros cristianos difícilmente habrían inventado, ya que ninguna de las dos “apoyaría sus intereses de ningún modo”, dice a OpenMind. “El bautismo muestra a Jesús como un discípulo de (y por tanto inferior a) Juan el Bautista, y la crucifixión era un castigo humillante reservado a los delincuentes”.
Pero las referencias antiguas a Jesús no solo se encuentran en los autores cristianos, un argumento que avala la historicidad del personaje: “Se le menciona también en textos antiguos judíos y romanos”, apunta McCane. Así, en torno al año 93, el historiador fariseo Flavio Josefo dejó en su obra Antigüedades judías al menos una referencia indiscutible al “hermano de Jesús que se llamó Cristo”. Dos décadas después también escribieron sobre Jesús los romanos Plinio y Tácito; este último detalló que el fundador de la secta de los cristianos fue ejecutado durante el mandato del emperador Tiberio, gobernando Poncio Pilato en Judea.
En definitiva, la abundancia de textos históricos convierte la existencia real de Jesús en lo que McCane define como un “amplio y profundo consenso entre los académicos”, con independencia de sus creencias religiosas. “No conozco ni he oído a ningún historiador o arqueólogo formado que dude de su existencia”, añade. Con toda esta carga de pruebas, para Meyers “quienes niegan la existencia de Jesús son como los negacionistas del cambio climático”.[/b]