19 Sep, 2019, 11:32 AM
«El bombo del alien era pseudociencia estúpida promovida para atraer la atención de los medios», afirma el paleoantropólogo y anatomista William Jungers, profesor emérito en el Centro Médico de la Universidad de Stony Brook. «Este estudio tumba todo ese sinsentido y pondrá a descansar a la pequeña Ata».
Los médicos que tratan a niños con trastornos genéticos óseos raros también creen que el debate pone de relieve cómo los arqueólogos y otros científicos pueden dejarse engañar por trastornos genéticos que provocan rasgos físicos inusuales. Por ejemplo, el genetista Fowzan Alkuraya habla de la controversia en torno a los «hobbits», pequeñas criaturas descubiertas hace 15 años en Indonesia. Los científicos todavía debaten si los pequeños seres son parientes de los humanos modernos o si solo son seres humanos con un tamaño inusualmente pequeño.
«Este estudio sirve como recordatorio de la naturaleza exótica de muchos trastornos genéticos», afirma Alkuraya, genetista en el Hospital Especializado y Centro de Investigación Rey Faisal en Riad, Arabia Saudí.
Todos los humanos —Ata incluida— pueden tener muchas mutaciones genéticas diferentes. Pero normalmente solo una de estas mutaciones provoca una enfermedad en un niño. Es «prácticamente inaudito» que estén implicadas siete mutaciones, según Alkuraya. Él cree que al menos una o dos de las mutaciones probablemente causaron los problemas de crecimiento de Ata.
Nolan no está de acuerdo: «Desgraciadamente, ese pobre bebé sacó un doble uno siete veces con los dados», afirma.
Pero sería complicado, si no imposible, decidir qué defecto genético de Ata provocó sus síntomas. Eso se debe a que los científicos no tienen información sobre los parientes de Ata. Si tuvieran el ADN de sus padres, por ejemplo, podrían provocar qué mutaciones estaban también presentes en su padre y su madre. Cualquier mutación de Ata que estuviera presente en el ADN de sus padres podría ser inofensiva, porque a diferencia de Ata, sus padres vivieron lo suficiente para concebir un bebé
https://www.nationalgeographic.es/cienci...de-atacama
Los médicos que tratan a niños con trastornos genéticos óseos raros también creen que el debate pone de relieve cómo los arqueólogos y otros científicos pueden dejarse engañar por trastornos genéticos que provocan rasgos físicos inusuales. Por ejemplo, el genetista Fowzan Alkuraya habla de la controversia en torno a los «hobbits», pequeñas criaturas descubiertas hace 15 años en Indonesia. Los científicos todavía debaten si los pequeños seres son parientes de los humanos modernos o si solo son seres humanos con un tamaño inusualmente pequeño.
«Este estudio sirve como recordatorio de la naturaleza exótica de muchos trastornos genéticos», afirma Alkuraya, genetista en el Hospital Especializado y Centro de Investigación Rey Faisal en Riad, Arabia Saudí.
Todos los humanos —Ata incluida— pueden tener muchas mutaciones genéticas diferentes. Pero normalmente solo una de estas mutaciones provoca una enfermedad en un niño. Es «prácticamente inaudito» que estén implicadas siete mutaciones, según Alkuraya. Él cree que al menos una o dos de las mutaciones probablemente causaron los problemas de crecimiento de Ata.
Nolan no está de acuerdo: «Desgraciadamente, ese pobre bebé sacó un doble uno siete veces con los dados», afirma.
Pero sería complicado, si no imposible, decidir qué defecto genético de Ata provocó sus síntomas. Eso se debe a que los científicos no tienen información sobre los parientes de Ata. Si tuvieran el ADN de sus padres, por ejemplo, podrían provocar qué mutaciones estaban también presentes en su padre y su madre. Cualquier mutación de Ata que estuviera presente en el ADN de sus padres podría ser inofensiva, porque a diferencia de Ata, sus padres vivieron lo suficiente para concebir un bebé
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