22 Oct, 2019, 09:12 AM
Buenos días.
Yo tuve muy buenas experiencias en la predicación con los carritos.
La zona donde solíamos poner el carrito era concurrida, mucha gente salía desde temprano a hacer deporte, bonito clima y era durante dos horas desde las 6:00 a.m. Ya estaba yo en mi puesto bien cumplido a esa hora y desde ahí veía el amanecer del día dos o tres veces a la semana con la buena compañía de mis hermanos.
Me hice muy amigo de un hermano joven de la congregación a quién muy poco conocía pero coincidimos por horarios seglares en los mismos turnos del carrito y en cada una de ellas nos contábamos historias divertidas yo de mi juventud pasada y el de su juventud actual, chistes, y uno que otro chismesito, el joven era precursor y ministerial y yo era soldado raso. Así que se conocía varias historias de lo más interesantes de la congregación. No me considero chismoso pero la ocasión se prestaba para esa clase de cuentos. Yo los evitaba pero la curiosidad me atacaba. Es que el pelao se las sabía todas. .... Algunas veces las conversaciones se desviaban a temas más seglares ( futbol, cine, musica ), varias veces tratamos los temas doctrinales controversiales (generación, traslapo, últimos días) ... Buenas y divertidas conversaciones y duramos en esas como tres meses.
Durante ese tiempo pude también pasar más horas. Así que a fin de mes no pasaba tan flaco el informe.
En cuanto a colocar publicaciones era otro cantar, casi siempre nos íbamos en blanco.
Saludos.
Yo tuve muy buenas experiencias en la predicación con los carritos.
La zona donde solíamos poner el carrito era concurrida, mucha gente salía desde temprano a hacer deporte, bonito clima y era durante dos horas desde las 6:00 a.m. Ya estaba yo en mi puesto bien cumplido a esa hora y desde ahí veía el amanecer del día dos o tres veces a la semana con la buena compañía de mis hermanos.
Me hice muy amigo de un hermano joven de la congregación a quién muy poco conocía pero coincidimos por horarios seglares en los mismos turnos del carrito y en cada una de ellas nos contábamos historias divertidas yo de mi juventud pasada y el de su juventud actual, chistes, y uno que otro chismesito, el joven era precursor y ministerial y yo era soldado raso. Así que se conocía varias historias de lo más interesantes de la congregación. No me considero chismoso pero la ocasión se prestaba para esa clase de cuentos. Yo los evitaba pero la curiosidad me atacaba. Es que el pelao se las sabía todas. .... Algunas veces las conversaciones se desviaban a temas más seglares ( futbol, cine, musica ), varias veces tratamos los temas doctrinales controversiales (generación, traslapo, últimos días) ... Buenas y divertidas conversaciones y duramos en esas como tres meses.
Durante ese tiempo pude también pasar más horas. Así que a fin de mes no pasaba tan flaco el informe.
En cuanto a colocar publicaciones era otro cantar, casi siempre nos íbamos en blanco.
Saludos.