[Réquiem]

Lo que no me gusta es [...] la gran cantidad de basura generada, los millones de árboles de navidad, de papel regalo, de empaques plásticos, de juguetes que irán a la basura, hasta la propia contaminación acústica.

Quizá sea más el sentimiento que te produce la exposición. Ojos que no ven, corazón que no siente. Es decir, todo el año millones de industrias contaminan y producen basura a toneladas, mucho más de lo que producirá un ciudadano promedio en toda su vida. En cualquier fiesta -no sólo Navidad- se expone más la contaminación por los usuarios, de ahí que quizá llegues a sentir más pesar, pero lamentablemente, todos los días se produce una cantidad de contaminación tan grande, que el planeta enferma poco a poco.
En contaminación acústica te entiendo. Soy de las personas que no toleran los bullicios, pero esto aplica a cualquier actividad. 

Sobre los árboles, no sé si te entristece la tala, pero te comunico que anualmente se talan millones de hectáreas para la industria ganadera. Bastos campos que ya no serán reforestados. Aunque esto de usar árboles de verdad no es tan común en sur américa. En mi país al menos, las familias suelen guardarlo para volver a usar el mismo árbol sintético año tras año.

Aclaración: Con esto no quiero justificar ni la producción de basura, ni la tala, ni la contaminación acústica navideña. Con esto quiero decir que en realidad este es un grano de arena en el mar, que si se desea cambiar este panorama, se requerirían acciones sociales medulares que trascienden a los individuos y tocan el bolsillo de las empresas. Por eso se aconseja en los comerciales de televisión, por ejemplo, a no gastar agua cuando te cepillas los dientes, pero no se dice nada del manejo del agua en las industrias, que es dónde más se desperdicia, con una diferencia tremendamente exponencial.

Me gustan las cenas familiares, pero al mismo tiempo se producen riñas familiares, aumentan los accidentes por alcohol, aumenta la delincuencia...

Esto me recordó a un estudio que se realizó en USA, donde se demostraba que los accidentes y delincuencia aumentaban en verano porque las personas se volvían más irritables por el calor. Sin embargo, ¿eso significa que en sí el verano es malo? Más bien, representa que la sociedad necesita aprender a manejar la ira y a tratar mejor sus problemas de condiciones sociales. Y a fin de cuenta, aceptar que siempre existirá delincuencia, nos guste o no nos guste. No podemos añorar el utópico nuevo mundo donde no existan problemas, eso se quedó en los folletos de la Watchtower. Lo que sí se puede hacer es atacar de raíz los problemas, y de ahí que recomendaba en el post inicial ser proactivo y hablar de valores. 

No se puede uno quedar solamente con el cuadro bueno o malo. Sé que las economías se activan por estas fechas, pero el daño al medio ambiente también. 

Podemos pintar cuadros buenos y malos de casi cualquier actividad, creo que ahí la diferencia radica en cómo viva y ejecute cada quien. Si yo me comprometo a no tirar basura, a ser eco-friendly, a reconciliar riñas familiares, a ser proactivo, a no poner música muy alto, a transmitir con mi ejemplo lo que espero de cierta actividad, entonces se produce una protesta mucho más activa que quedarse sin hacer nada.

No sé si aún eres vegetariano, a mí me gustaría serlo, y me entristece ver a diario camiones cruzar la ciudad cargados de cerdos, pollos, patos, pavos, reses... ellos sufren, ¿sólo para pasar un rato agradable en familia?

Por ejemplo ahí. Sé que el problema medular del maltrato animal no radica en una celebración particular, sino, en el cuadro socio-cultural de las personas, entonces puedo ser proactivo y enseñar a mi familia algún tipo de alimentación vegetariana sabrosa que también podrían degustar en otra celebración. Puedo ser más proactivo proponiendo capitanear la cena familiar incluyendo comida vegetariana y si sale por ahí, puedo dar alguna charla sobre la visión social del maltrato animal. Si me quedo encerrado en el ático con mala cara, produciré un efecto mucho más negativo que siendo asertivo.