22 Apr, 2020, 12:30 PM
Honestamente, lo que diga el artículo, no llama mucho mi atención, pero, voy a esto, un testigo de Jehová que, por la mañana se despierta se toma una taza de café, y se hace un selfie y la sube a Facebook, Instagram o Wasap, luego hace lo mismo cuando esta en el "carrito" (Perdiendo el tiempo), luego pasa por un lugar tomándose un refresco y e toma una selfie que dice "aquí refrescandome después de una gran jornada de predicación", luego pasa por por un helado y hace lo mismo toma su selfie junto al helado. Luego en el auto, "Listo para ir a hacer visitas (Estudio bíblico)", luego en la noche, una pizza y hace lo mismo toma la selfie grupal junto a la pizza, cuando llega a casa otra foto que dice "Ya en casita" luego otras mas: "Gracias Jehová por todo lo que me das", estoy siendo muy mezquino con la cantidad de fotos, pero créanme que hay testigos que de verdad publican en exceso, entonces un testigo o persona que hace eso todos los días, sin excepción, yo pienso que no es normal, algo pasa en su sicología o salud mental.
Quizá y el raro soy yo, entiendo que cada uno es libre de decidir lo que le parezca, pero ¿es prudente revelar demasiada información de uno mismo? ¿es normal? Vamos unas cuantas fotos tampoco es pecado cierto, pero el exceso... y da igual si la persona es o no religiosa. En mi teléfono tengo contactos de distintas religiones, hay quienes publican tantas cosas de familia, y se de primer mano que sus familias están fracturadas e infelices.
Tengo contactos que hablan excesivamente de la superación personal y de optimismo, pero me duele admitir que tienen depresión, y digo me duele, porque son cercanos a mí, son personas que vi crecer u otras con quienes crecí, entonces algo no anda bien en alguien que habla demasiado de sí mismo.
Es como si, alguien me invitara a su casa, y durante toda la visita no hace mas que enseñarme cada una de sus pertenencias, desde joyas hasta zapatos, desde mochilas y bolsos hasta de cada cosa adquirida en los distintos países en los que ha estado, pero esto no solo ocurre la primera vez que me invita a su casa, sino, que ocurre cada vez que llego a su casa, es decir.... ¿lo ven normal?
Quizá y el raro soy yo, entiendo que cada uno es libre de decidir lo que le parezca, pero ¿es prudente revelar demasiada información de uno mismo? ¿es normal? Vamos unas cuantas fotos tampoco es pecado cierto, pero el exceso... y da igual si la persona es o no religiosa. En mi teléfono tengo contactos de distintas religiones, hay quienes publican tantas cosas de familia, y se de primer mano que sus familias están fracturadas e infelices.
Tengo contactos que hablan excesivamente de la superación personal y de optimismo, pero me duele admitir que tienen depresión, y digo me duele, porque son cercanos a mí, son personas que vi crecer u otras con quienes crecí, entonces algo no anda bien en alguien que habla demasiado de sí mismo.
Es como si, alguien me invitara a su casa, y durante toda la visita no hace mas que enseñarme cada una de sus pertenencias, desde joyas hasta zapatos, desde mochilas y bolsos hasta de cada cosa adquirida en los distintos países en los que ha estado, pero esto no solo ocurre la primera vez que me invita a su casa, sino, que ocurre cada vez que llego a su casa, es decir.... ¿lo ven normal?