10 Oct, 2017, 10:18 AM
Pues bienvenida seas Good Bye al lugar a donde sí puedes contar la verdadera historia detrás del "paraíso espiritual" que se vive en las congregaciones.
Coincido en que siempre hay algún anciano que es sincero en su deseo de cuidar de los hermanos, hombres humildes que de verdad se interesan por el bienestar de otros, pero estos son los que menos voz y voto tienen y son los que más sufren y por lo general, terminan tirando la toalla.
Y tu historia me ha hecho recordar justo lo que está pasando en la congregación de este anciano que les he comentado que llegaba a nuestra casa a tomar toda la cerveza que no se atrevía a tomar en su casa, porque con qué cara iba a ir el domingo a tocar la puerta a los vecinos si lo llegaban a ver?
Pues resulta que llegó de visita a casa de mi familia y les contó que en su congregación hay otro anciano tan pero tan malo (el otro si, él no) que la congregación se ha dividido a la mitad. Los del bando de él y los del bando del otro. Contó que en la calle donde viven, también vive otra familia de la congregación y hacen fiestas pero no los invitan porque son del otro bando. Y para más empeorar la cosa, cuando llegó a casa, alguien le comentó que justamente ese anciano enemigo suyo, se ha hecho muy cercano a mi tío, que también es anciano y que estaba de viaje. Así que ha dicho que en cuanto regrese mi tío va a hablar con él para "advertirle" sobre el otro señor.
Cuando mi mamá me estaba contando esto, yo aproveché para decirle que vaya paraíso espiritual para vivir!, y su respuesta fue: si, que bueno que ya nos liberamos de todo eso! Ya no tenemos que estar viendo tantas cosas.
Por eso creo tu historia Good Bye y es bueno contarlas porque es la verdad de lo que se vive en las congregaciones. Uno cuando está dentro, trata de darse terapia de que está rodeado de verdaderos hermanos pero la verdad es muy diferente. Uno trata de creerse ese cuento del paraíso espiritual, uno trata, pero llega un momento en que la realidad se impone y no queda más que aceptarlo.
Coincido en que siempre hay algún anciano que es sincero en su deseo de cuidar de los hermanos, hombres humildes que de verdad se interesan por el bienestar de otros, pero estos son los que menos voz y voto tienen y son los que más sufren y por lo general, terminan tirando la toalla.
Y tu historia me ha hecho recordar justo lo que está pasando en la congregación de este anciano que les he comentado que llegaba a nuestra casa a tomar toda la cerveza que no se atrevía a tomar en su casa, porque con qué cara iba a ir el domingo a tocar la puerta a los vecinos si lo llegaban a ver?
Pues resulta que llegó de visita a casa de mi familia y les contó que en su congregación hay otro anciano tan pero tan malo (el otro si, él no) que la congregación se ha dividido a la mitad. Los del bando de él y los del bando del otro. Contó que en la calle donde viven, también vive otra familia de la congregación y hacen fiestas pero no los invitan porque son del otro bando. Y para más empeorar la cosa, cuando llegó a casa, alguien le comentó que justamente ese anciano enemigo suyo, se ha hecho muy cercano a mi tío, que también es anciano y que estaba de viaje. Así que ha dicho que en cuanto regrese mi tío va a hablar con él para "advertirle" sobre el otro señor.
Cuando mi mamá me estaba contando esto, yo aproveché para decirle que vaya paraíso espiritual para vivir!, y su respuesta fue: si, que bueno que ya nos liberamos de todo eso! Ya no tenemos que estar viendo tantas cosas.
Por eso creo tu historia Good Bye y es bueno contarlas porque es la verdad de lo que se vive en las congregaciones. Uno cuando está dentro, trata de darse terapia de que está rodeado de verdaderos hermanos pero la verdad es muy diferente. Uno trata de creerse ese cuento del paraíso espiritual, uno trata, pero llega un momento en que la realidad se impone y no queda más que aceptarlo.