06 May, 2017, 06:43 PM
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El fiscal Facundo Barbosa, de la Unidad Fiscal de La Paz, dispuso la apertura de causa contra dos miembros de los Testigos de Jehová que el pasado jueves fueron denunciados por dos jóvenes en Santa Elena, ciudad del departamento La Paz.
El fiscal imputó a Vito Luciano Panza (28 años) y a Matías Vargas (cerca de 40 años), dos integrantes de la congregación religiosa, por los supuestos delitos de abuso sexual simple agravado, en el caso del primero; y por abuso sexual gravemente ultrajante agravado, al segundo.
“El agravante se refiere a la intervención de personas que desempeñan algún ministerio en un culto reconocido o no, como dice el articulo 119 del Código Penal”, explicó el fiscal, en referencia a que Vargas, al momento del hecho, era siervo ministerial, una especie de guía espiritual que colabora con el consejo de ancianos de los Testigos de Jehová.
El fiscal señaló que ambos imputados deben designar un abogado defensor, y que próximamente serán llamados a declaración indagatoria.
Barbosa informó que las primeras medidas dispuestas básicamente van en dos sentidos: “El primero es en relación a los imputados, que es hacerlos comparecer. De quien se sabe a donde vive se lo cita para que designe abogado defensor, y de quien no se tiene con certeza datos acerca de su domicilio se llevan a cabo las medidas tendientes a determinar su domicilio”.
Sobre ese punto, el fiscal mencionó que ya cuenta con información sobre Vargas y que aún resta conocer la dirección exacta de Panza, que antes vivía en Santa Elena y ahora se encuentra en la provincia de San Luis.
“En el caso de Vito, lo que se hizo es recolectar más elementos tendiente a identificarlo a los efectos de establecer su residencia.Sólo teníamos su nombre y apellido. Si no se logra establecer con certeza su residencia se solicitarán otras medidas para asegurar que este hombre aparezca”, precisó Barbosa.
En relación a las dos jóvenes que denunciaron haber sido abusadas cuando niñas, el fiscal sostuvo que “se han ordenado medidas tendientes a acreditar su relato. Los abusos sexuales no son delitos que se cometan en público, y tantos años después la posibilidad de obtener muestras de carácter biológico son inexistente, entonces lo que se hace es evaluar o establecer la credibilidad del relato de las víctimas a través de periciales psicológicas como también de la recepción de declaraciones testimoniales que de alguna manera acrediten las circunstancias de los que los chicas dicen”.
El representante del Ministerio Público Fiscal señaló que también no descarta tomar declaración testimonial a miembros de la congregación religiosa para recabar datos que sirvan para acreditar los dichos de las víctimas. “Hay cuestiones que son accesorias, pero que también sirven para dotar de credibilidad el testimonio de las víctimas, no porque uno no le crea a las víctimas sino que con eso uno tiene que ir a juicio. Cuando uno más cosas junta, mejor”, remarcó el acusador público.
El caso
La denuncia por abusos se conoció primero en la red social Facebook. Ocurrió el pasado 25 de abril, cuando Belén, de 21 años, contó que fue abusada cuando niña. En su publicación mencionó con nombre y apellido a los dos Testigos y posteó sus fotos. Luego apareció otra denunciante, de 18 años, que también publicó en la red lo que soportó durante su infancia.
“Hola gente de Santa Elena! Quiero comunicarles algo, ven a estos dos bien vestiditos con corbata y trajesito por favor se me exploto la vena no me voy a callar nada no van a quedar limpios basuras degenerados les voy a pegar el escracho de sus vidas, violines”, decía la publicación y agregaba que a uno de los Testigos de Jehová “le encantaba manosear y abusar de niñas inocentes” y que al otro “le encantaba excitarse con una nena inocente”.
Acompañadas por el Área de la Mujer de la municipalidad de Santa Elena, las jóvenes, que son primas, radicaron la denuncia en la comisaría local el jueves 27, en horas del mediodía. Inmediatamente intervino el fiscal de La Paz, Facundo Barbosa.
Belén, una de las denunciantes, habló con Entre Ríos Ahora, en un video filmado de espaldas para preservar su identidad. En la entrevista, relató que cuando tenía entre 8 y 11 años sufrió tocamientos por parte de dos Testigos de Jehová. Esos hechos le cambiaron la vida: comenzó a sufrir ataques de pánico en la escuela, en la calle, y hasta en el Salón del Reino, el templo de los Testigos. Contó que denunció lo que había soportado ante el consejo de ancianos –los líderes de la organización religiosa- pero estos no tomaron medidas inmediatas. A los 17 años decidió alejarse de la religión en la que fue criada.
El martes 11 de abril, fecha en que en los Testigos celebran la Cena del Señor –Semana Santa para los católico- se acercó al templo luego de una charla con los ancianos, pero se indignó al ver que una de las personas que la habría abusado cuando niña recorría la sala con la copa de vino.
Al ser consultada por Entre Ríos Ahora qué la llevó a hacer la denuncia, dijo: “Me senté a pensar: ¿si esto le pasa a otros chicos y yo no hablo? ¿Si el día de mañana sale otra nena que va y dice este me hizo esto y nadie le cree y yo no hablé? No me quiero quedar con eso en la cabeza. Ahora sé que hablé y si el día de mañana pasa algo, estos van a quedar marcados si no se hace la justicia que se tiene que hacer”.
Gonzalo Núñez
Especial para Entre Ríos Ahora.
El fiscal Facundo Barbosa, de la Unidad Fiscal de La Paz, dispuso la apertura de causa contra dos miembros de los Testigos de Jehová que el pasado jueves fueron denunciados por dos jóvenes en Santa Elena, ciudad del departamento La Paz.
El fiscal imputó a Vito Luciano Panza (28 años) y a Matías Vargas (cerca de 40 años), dos integrantes de la congregación religiosa, por los supuestos delitos de abuso sexual simple agravado, en el caso del primero; y por abuso sexual gravemente ultrajante agravado, al segundo.
“El agravante se refiere a la intervención de personas que desempeñan algún ministerio en un culto reconocido o no, como dice el articulo 119 del Código Penal”, explicó el fiscal, en referencia a que Vargas, al momento del hecho, era siervo ministerial, una especie de guía espiritual que colabora con el consejo de ancianos de los Testigos de Jehová.
El fiscal señaló que ambos imputados deben designar un abogado defensor, y que próximamente serán llamados a declaración indagatoria.
Barbosa informó que las primeras medidas dispuestas básicamente van en dos sentidos: “El primero es en relación a los imputados, que es hacerlos comparecer. De quien se sabe a donde vive se lo cita para que designe abogado defensor, y de quien no se tiene con certeza datos acerca de su domicilio se llevan a cabo las medidas tendientes a determinar su domicilio”.
Sobre ese punto, el fiscal mencionó que ya cuenta con información sobre Vargas y que aún resta conocer la dirección exacta de Panza, que antes vivía en Santa Elena y ahora se encuentra en la provincia de San Luis.
“En el caso de Vito, lo que se hizo es recolectar más elementos tendiente a identificarlo a los efectos de establecer su residencia.Sólo teníamos su nombre y apellido. Si no se logra establecer con certeza su residencia se solicitarán otras medidas para asegurar que este hombre aparezca”, precisó Barbosa.
En relación a las dos jóvenes que denunciaron haber sido abusadas cuando niñas, el fiscal sostuvo que “se han ordenado medidas tendientes a acreditar su relato. Los abusos sexuales no son delitos que se cometan en público, y tantos años después la posibilidad de obtener muestras de carácter biológico son inexistente, entonces lo que se hace es evaluar o establecer la credibilidad del relato de las víctimas a través de periciales psicológicas como también de la recepción de declaraciones testimoniales que de alguna manera acrediten las circunstancias de los que los chicas dicen”.
El representante del Ministerio Público Fiscal señaló que también no descarta tomar declaración testimonial a miembros de la congregación religiosa para recabar datos que sirvan para acreditar los dichos de las víctimas. “Hay cuestiones que son accesorias, pero que también sirven para dotar de credibilidad el testimonio de las víctimas, no porque uno no le crea a las víctimas sino que con eso uno tiene que ir a juicio. Cuando uno más cosas junta, mejor”, remarcó el acusador público.
El caso
La denuncia por abusos se conoció primero en la red social Facebook. Ocurrió el pasado 25 de abril, cuando Belén, de 21 años, contó que fue abusada cuando niña. En su publicación mencionó con nombre y apellido a los dos Testigos y posteó sus fotos. Luego apareció otra denunciante, de 18 años, que también publicó en la red lo que soportó durante su infancia.
“Hola gente de Santa Elena! Quiero comunicarles algo, ven a estos dos bien vestiditos con corbata y trajesito por favor se me exploto la vena no me voy a callar nada no van a quedar limpios basuras degenerados les voy a pegar el escracho de sus vidas, violines”, decía la publicación y agregaba que a uno de los Testigos de Jehová “le encantaba manosear y abusar de niñas inocentes” y que al otro “le encantaba excitarse con una nena inocente”.
Acompañadas por el Área de la Mujer de la municipalidad de Santa Elena, las jóvenes, que son primas, radicaron la denuncia en la comisaría local el jueves 27, en horas del mediodía. Inmediatamente intervino el fiscal de La Paz, Facundo Barbosa.
Belén, una de las denunciantes, habló con Entre Ríos Ahora, en un video filmado de espaldas para preservar su identidad. En la entrevista, relató que cuando tenía entre 8 y 11 años sufrió tocamientos por parte de dos Testigos de Jehová. Esos hechos le cambiaron la vida: comenzó a sufrir ataques de pánico en la escuela, en la calle, y hasta en el Salón del Reino, el templo de los Testigos. Contó que denunció lo que había soportado ante el consejo de ancianos –los líderes de la organización religiosa- pero estos no tomaron medidas inmediatas. A los 17 años decidió alejarse de la religión en la que fue criada.
El martes 11 de abril, fecha en que en los Testigos celebran la Cena del Señor –Semana Santa para los católico- se acercó al templo luego de una charla con los ancianos, pero se indignó al ver que una de las personas que la habría abusado cuando niña recorría la sala con la copa de vino.
Al ser consultada por Entre Ríos Ahora qué la llevó a hacer la denuncia, dijo: “Me senté a pensar: ¿si esto le pasa a otros chicos y yo no hablo? ¿Si el día de mañana sale otra nena que va y dice este me hizo esto y nadie le cree y yo no hablé? No me quiero quedar con eso en la cabeza. Ahora sé que hablé y si el día de mañana pasa algo, estos van a quedar marcados si no se hace la justicia que se tiene que hacer”.
Gonzalo Núñez
Especial para Entre Ríos Ahora.
