07 Sep, 2021, 11:38 PM
EL ENGAÑO A PINOCHO
Un día caminaba Pinocho muy apresurado, de pronto, vio a la zorra y al gato, viejos amigos suyos.
—¿Para dónde vas tan de prisa? —preguntó la zorra. —¡Unos bandidos me quieren robar cuatro monedas de oro que tengo! —dijo Pinocho.
—En lugar de esas cuatro monedas podrías tener mil o dos mil, amigo. Vamos al campo de los milagros, allí las siembras y mañana encontrarás un árbol, que a cambio de hojas tendrá monedas de oro —dijo la zorra.
—¡Vamos! —respondió Pinocho. Los tres caminaron hacia el bosque, y al llegar, la zorra le pidió a Pinocho que hiciera un hoyo con sus manos y sembrara sus monedas, luego le dijo que fuera hasta el río y trajera agua en su zapato para rociar las monedas sembradas y Pinocho obedeció.
Después de un rato la zorra y el gato se despidieron de Pinocho, él agradecido les dio un abrazo. A la mañana siguiente, muy temprano regresó al lugar y no encontró ningún árbol de monedas, así que pensó que le faltaba más agua a su planta y se disponía a ir al río cuando de pronto escuchó una carcajada.
—¿De qué te ríes? —preguntó Pinocho. —Me río de aquellas personas inocentes que piensan que el dinero se puede sembrar y recoger como el maíz —contestó un papagayo que estaba en la rama de un árbol.
Entonces Pinocho buscó y buscó sus monedas pero no las encontró. —¿Y mis monedas? —preguntó.
—Ayer cuando te fuiste la zorra y el gato las sacaron y se fueron muertos de risa —respondió el papagayo.
Pinocho pensó: “¡Qué ingenuo fui al creer que el dinero se podía sembrar!” Así, no tuvo más opción que regresar a casa con los bolsillos vacíos
"Las aventuras de Pinocho", escrito por Carlo Collodi, seudónimo de Carlo Lorenzini (Florencia 1826-1890), y publicado en un periódico italiano entre 1882 y 1883, con los títulos "Storia di un Burattino" ("Historia de un títere") y "Le avventure di Pinocchio" ("Las aventuras de Pinocho'"), libro ilustrado por Enrico Mazzanti.
Un día caminaba Pinocho muy apresurado, de pronto, vio a la zorra y al gato, viejos amigos suyos.
—¿Para dónde vas tan de prisa? —preguntó la zorra. —¡Unos bandidos me quieren robar cuatro monedas de oro que tengo! —dijo Pinocho.
—En lugar de esas cuatro monedas podrías tener mil o dos mil, amigo. Vamos al campo de los milagros, allí las siembras y mañana encontrarás un árbol, que a cambio de hojas tendrá monedas de oro —dijo la zorra.
—¡Vamos! —respondió Pinocho. Los tres caminaron hacia el bosque, y al llegar, la zorra le pidió a Pinocho que hiciera un hoyo con sus manos y sembrara sus monedas, luego le dijo que fuera hasta el río y trajera agua en su zapato para rociar las monedas sembradas y Pinocho obedeció.
Después de un rato la zorra y el gato se despidieron de Pinocho, él agradecido les dio un abrazo. A la mañana siguiente, muy temprano regresó al lugar y no encontró ningún árbol de monedas, así que pensó que le faltaba más agua a su planta y se disponía a ir al río cuando de pronto escuchó una carcajada.
—¿De qué te ríes? —preguntó Pinocho. —Me río de aquellas personas inocentes que piensan que el dinero se puede sembrar y recoger como el maíz —contestó un papagayo que estaba en la rama de un árbol.
Entonces Pinocho buscó y buscó sus monedas pero no las encontró. —¿Y mis monedas? —preguntó.
—Ayer cuando te fuiste la zorra y el gato las sacaron y se fueron muertos de risa —respondió el papagayo.
Pinocho pensó: “¡Qué ingenuo fui al creer que el dinero se podía sembrar!” Así, no tuvo más opción que regresar a casa con los bolsillos vacíos
"Las aventuras de Pinocho", escrito por Carlo Collodi, seudónimo de Carlo Lorenzini (Florencia 1826-1890), y publicado en un periódico italiano entre 1882 y 1883, con los títulos "Storia di un Burattino" ("Historia de un títere") y "Le avventure di Pinocchio" ("Las aventuras de Pinocho'"), libro ilustrado por Enrico Mazzanti.
Si Lucifer fue capaz de incitar una rebelión en el cielo, eso significa celos, envidia y violencia en el cielo pese a prometerte un paraíso perfecto