05 Dec, 2021, 11:09 PM
https://bibliaparalela.com/luke/10-11.htm
10 Pero en cualquier ciudad donde entréis, y no os reciban, salid a sus calles, y decid: 11 ``Hasta el polvo de vuestra ciudad que se pega a nuestros pies, nos lo sacudimos en protesta contra vosotros; empero sabed esto: que el reino de Dios se ha acercado. 12 Os digo que en aquel día será más tolerable el castigo para Sodoma que para aquella ciudad. 13 ¡Ay de ti Corazín! ¡Ay de ti Betsaida! Porque si los milagros que se hicieron en vosotras hubieran sido hechos en Tiro y Sidón, hace tiempo que se hubieran arrepentido sentados en cilicio y ceniza. 14 Por eso, en el juicio será más tolerable el castigo para Tiro y Sidón que para vosotras. 15 Y tú, Capernaúm, ¿acaso serás elevada hasta los cielos? ¡Hasta el Hades serás hundida! 16 El que a vosotros escucha, a mí me escucha, y el que a vosotros rechaza, a mí me rechaza; y el que a mí me rechaza, rechaza al que me envió.
Esta es palabra de Dios... Te alabamos Señor.
10 Pero en cualquier ciudad donde entréis, y no os reciban, salid a sus calles, y decid: 11 ``Hasta el polvo de vuestra ciudad que se pega a nuestros pies, nos lo sacudimos en protesta contra vosotros; empero sabed esto: que el reino de Dios se ha acercado. 12 Os digo que en aquel día será más tolerable el castigo para Sodoma que para aquella ciudad. 13 ¡Ay de ti Corazín! ¡Ay de ti Betsaida! Porque si los milagros que se hicieron en vosotras hubieran sido hechos en Tiro y Sidón, hace tiempo que se hubieran arrepentido sentados en cilicio y ceniza. 14 Por eso, en el juicio será más tolerable el castigo para Tiro y Sidón que para vosotras. 15 Y tú, Capernaúm, ¿acaso serás elevada hasta los cielos? ¡Hasta el Hades serás hundida! 16 El que a vosotros escucha, a mí me escucha, y el que a vosotros rechaza, a mí me rechaza; y el que a mí me rechaza, rechaza al que me envió.
Esta es palabra de Dios... Te alabamos Señor.
Si Lucifer fue capaz de incitar una rebelión en el cielo, eso significa celos, envidia y violencia en el cielo pese a prometerte un paraíso perfecto