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En cierto número de La Atalaya cuyo número ni fecha recuerdo, había leído que la versión positiva de la regla de oro de la biblia es superior pues nos alienta a la acción: “Todas las cosas que quieren que los hombres les hagan, también ustedes de igual manera tienen que hacérselas a ellos.” ( Mateo 7:12 .) En cambio la versión negativa simplemente prohíbe "No hagas a otros lo que no quisieras que te hagan a tí "

A mi personalmente la interpretación negativa de la regla me parece más útil: lleva el mensaje de no hacer daño, de dejar en paz a la gente.

Porque, ¿qué acción tomar si lo que a mi me gusta es que me hagan bromas pesadas? Y si  disfruto que me cuenten anécdotas tristes ¿debo darle la lata a otros relatándoles cuantas historias lacrimosas conozca? ¿Y si gozo con los masajes en la espalda? Tengo una amiga a la que le encanta que le acaricie el cuero cabelludo, ¿debería ella meter mano en la cabeza de sus amigos y conocidos? Algunos objetarían diciendo que todo lo anterior es absurdo y sería fastidiar pero ¿y si soy medio masoquista y me gusta ser absurdo y que me fastidien?

Definitivamente prefiero la versión negativa.