[Charles Fiasco Rusell]

Cuando hice la escuela de precursor en 2014 uno de los instructores nos decía que su sueño y que "sin falta en el paraíso" construiría para él un auto que pueda volar. Nos detallaba el cómo sería, cómo lo utilizaría, bla y etc, pero que ahora su deber era dedicarse cien por cien a la obra. Mario Freire, viajero del circuito de aquel entonces.

No lo cuento a modo de burla sino de anécdota porque siempre me pregunté: ¿por qué desperdiciar el tiempo esperando?

En mi caso de verdad que no me gustan los carros, pero desde que tengo memoria siempre quise viajar por el planeta, conocerlo.
He ahí el conflicto, mi pensamiento testiguil siempre lo reprimió: "podrás ir por el planeta entero por la eternidad, ahora pasa hambre, no estudies, sufre del sol y la lluvia pero mantente predicando y haciendo cosas para la organización, visita a los hermanos, demuestra tu amor por Jehová. En el paraíso conocerás todo".
Esas expectativas también son parte de la coerción, ya que limitan tu mentalidad.

Lastimosamente no le hice caso a la razón y a lo real; pasé esquivando sueños y proyectos por miedo.
Sin duda hay esperanzas que retrasan el progreso...

Lo bueno es que aún tengo (tenemos) vida para dar el paso y realizar lo que deseamos. Incluso si parece quimérico, hay que intentarlo ahora sin la necesidad u obligación de esperar un paraíso bíblico.

Pues eso contradice una de las ideas más evidentes de la WT: la ausencia de tecnología, es cierto que no dicen explícitamente que no habrá tecnología en el paraíso, pero en tantas laminas de watchtowerlandia nunca se observa un automóvil, un camino asfaltado, o algún simple poste de luz, además de que siempre desprecian a los automóviles por contaminar el ambiente argumentando el texto de "arruinar a los que arruinan la tierra". Al parecer su idea del paraíso es volver a la edad de piedra.