[kunta]

Me apena muchísimo ver cómo el trabajo en Betel está visto como una élite sublime... además, ese sentimiento se va exacerbando con los años, y parece que ya no hay más objetivo en la meta que ese entre muchos jóvenes...
Me apena mucho, digo, porque estoy viendo en los últimos años, gente muy capaz, inteligente (s.c.) completamente abducida para ir a Betel. En esta última Asamblea salieron dos jovencitos, aparentemente normales que hablaban de su privilegio en Betel y bla, bla, bla... Ellos mismos confesaron que había sido el ejemplo de sus padres el que los había impulsado a solicitar Betel... ¡Pobres hijos! Con toda una vida por delante, seguramente con excelentes posibilidades en la vida, condenados por los padres a una prisión odiosa, a trabajar en una labor opresora para el ser humano (no decían qué hacían, pero nos lo podemos imaginar...) En fin, que me pongo malo cada vez que veo estas cosas.

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