[Memphis]

Hola amigos

Tengo una duda, en la entrevista del ex testigo de Jehová con Gusgry, menciona que las reuniones en el salón del reino son como una droga, que te sigue hipnotizando, y de la cual con el tiempo llegas a creer que necesitas para seguir siendo "feliz", y efectivamente concuerdo con esto, también sé que el hecho de dejar de asistir a las reuniones ha hecho a muchos comenzar a plantearse cosas, despertar y tener una vida de libertad, mi pregunta es ¿a qué se debe que haya personas que pese a dejar de exponerse a las reuniones de hipnotismo, no despiertan del trance?

Es tremendo el control mental que tienen. Pienso que tal vez deriva también de que durante años o hasta décadas escuchaban que tenían que ir a las reuniones y siempre estar en el "pueblo de Jehová". Esto, aunque tal vez sean unas cuantas y simples palabras, estarlas escuchando constantemente, crea ese "efecto droga" en algunos. Por eso he visto que muchos terminan yendo al psicólogo para tratar de "reparar" todos los problemas o traumas que la JW directa o indirectamente les dejo. Otros factores seguro implican en esto, por ejemplo el ver que se quedaron solos (en la mayoría de los casos). El hecho de perderlo todo. La familia, los amigos, incluso hasta su hogar. Todo. Puede que en algún momento les haga pensar algo como: Sí no me hubiera ido, esto no me estaría pasando. Y empiezan a inventarse la idea de que en realidad SÍ eran felices siendo testigos. Por naturaleza el ser humano es sociable. Claro, muchos nos acostumbramos a la soledad tal vez por traumas de cuando uno era niño, la exclusión de grupos de amigos, burlas, etc. Hacen que a uno ni le duela perder a gente y quedarse solos. Y ven que son felices solos, yendo o no a las reuniones, a predicar, o a cualquier otra actividad de la JW. Pienso que esa es la lastimosa "cura" de esa "droga JW". El mentalizarse que te quedarás solo. Tal vez no para siempre, pero sí durante un buen tiempo.

La verdad esto me da mucha lástima. Pensar que somos o quienes ya salieron, nos/les toco la desgracia de ser parte del ni siquiera 1% de la población mundial que es testigo. Esto, al inicio no me dejaba dormir. Que terribles coincidencias, o eso quiero pensar, que son coincidencias jaja.