[Memphis]

Muchas gracias por todos los comentarios y sus buenos deseos. La verdad como comenté antes ya hace 14 años que no soy testigo, al principio me costó pero después me acostumbre. Ahora me pesa de vuela no para volver porque la verdad esa no es mi intención. Para dejar.en un mejor contesto yo soy de Paraguay, hace 16 años que estoy en la Argentina. Acá me case hace 15 que estoy casada con un argentino, mis hijos son de acá. Mi familia está todo en Paraguay y mis hijos quieren conocerlos. Los vieron la última vez hace 10 años. Fue ahí cuando dejaron de hablarme definitivamente, mi mamá es la que me escribe. Todavía resuena en mi cabeza cuando mi hermana mayor testigo me.dijo si queres venir a mi casa ya sabes que tenes que hacer. Yo le dijo a mi marido e hijos para que hacer semejante viaje y gasto para ver a alguien que no va a hablarme. Les digo si ellos quieren verme que vengan a mi yo no los voy a juzgar como hacen ellos conmigo.

También le agradecemos que nos haya compartido su experiencia. Me imagino lo duro que ha sido esto. Un punto entre comillas "positivo" que puedo ver en esto es que usted y su familia (hijos, esposo) están en un país, mientras que su otra familia está en otro. Mínimo no estaría con el temor de verlos en algún momento cuando salga de casa. Pero claro, de todos modos, es muy complicado, ya que por culpa de esa horrible regla de los testigos sus hijos no pueden ver a su familia. Lo último que mencionó es perfecto. No juzgar a su familia por sus creencias, cosa que (muchos) los testigos sí hacen. Siga así con su vida. No se necesita una religión, en este caso, a los testigos para ser feliz y llevar unca vida correcta. El dolor de perder a la familia, o sea, el precio que habrá que pagar para ser libre, es tremendamente doloroso, pero es lo mejor que se puede hacer. Y no ser esclavos de una organización cruel, y que oculta y miente cosas repugnantes.