[Quinto Mucio Escévola]

¡Pssssshhhh! Esto que digo, lo digo en bajito, no quiero quebrar ni el hilo ni la ideas que se están colgando.

Pues va a ser que, después de investigar, investigar e investigar, he llegado a la conclusión (mi conclusión, que puede no ser la tuya, claro está) de que el Paraiso, aquí en la tierra, tal y como lo plantean los TJs, no existe. Es una doctrina tan falsa como un billete de 15 euros. No existe ni una sola referencia en la Biblia que aluda de manera clara a esa pretensión. Por contra, en la Biblia si encontramos multitud de referencias que aventuran una vida después de la muerte, en el plano celestial.

Dicho Paraiso, prometido por Jesús de Nazaret, al malhechor que estaba colgado a su lado, hasta donde he llegado, puede ser uno de los estadíos, probablemente, el último en un largo tránsito por diferentes estadíos en el plano celestial, llamado de esa manera: Paraiso.

Ni el libro de Urantia, ni los Caballos de Troya, ni los vikingos, ni los amerindos, ni los católicos, ni los egipcios de la antigüedad, ni Pablo, ni Jesús de Nazaret, ni Moisés, ni Elías, ni la Biblia, ni nada ni nadie, apoyaron o apoyan la idea de un Paraiso en la tierra, una vida en la Tierra después de la muerte, a excepción de los TJs. Es uno de sus inventos, basado en la nada. La esperanza de la vida en la Tierra después de la muerte (el Paraíso terrestre) es una técnica utilizada por el CG-EFP para mantener viva la llama de la esperanza en los TJs de a pie y tenerlos atornillados a esa pseudoreligión. Es la zanahoria delante del burro. No tiene más valor que ese.

¡Pssssshhh! Haced como que no habéis visto esto y seguid a lo vuestro.

Quinto Mucio Escévola.