29 Dec, 2023, 06:45 PM
(29 Dec, 2023, 06:30 PM)BlasBlas2021 escribió:(29 Dec, 2023, 11:08 AM)Charles Fiasco Rusell escribió: Es un valiosísimo aporte el que ha hecho nuestro compañero, deja claro que la WT (no solo en México, sino en todo el mundo) se manejó como una editorial de venta de libros; y como una empresa manejaba clientes, proveedores, etc. Incluso acá en México se utilizaba el término "ruta de revistas", desconozco si se utilizaba el mismo término en otros lados, pero "ruta de revistas" se refería a las personas que solicitaban continuamente que se les llevara las revistas Atalaya y Despertad!, aunque no tuvieran la intención de estudiar con los TJ ni hacerse miembro de su religión, esto no puede calificarse de otra manera que un sistema de clientes.
Otra cosa importante, la literatura que llegaba a las congregaciones, era vendida a los publicadores, y el precio estaba establecido, no era por donación voluntaria, así fue hasta principios de los 90. Quienes eran siervos de publicaciones o de revistas, debían cobrar (literalmente) a los hermanos por lo que ellos pidieran. Lo irónico es que entonces, si tú comprabas publicaciones, era tu responsabilidad colocarlas, si no las lograbas colocar, era tu dinero el que se perdía, que aunque no era mucho era tu dinero, así que esto infundía en los mismos publicadores la necesidad de predicar más para cerrar bien sus cuentas. Pero cuando cambió el sistema al actual de donaciones voluntarias, y al ver la WT que no estaba consiguiendo recuperar el mismo dinero que cuando las publicaciones se vendían, comenzó a hacer recordatorios de utilizar bien las publicaciones, de no dejarlas a las personas sin razón, y luego que si no se colocaban se regresaran al siervo de literatura para que alguien más las pudiera colocar, ¿por qué no hacían eso cuando las publicaciones se vendían?
En Argentina también se llamaba "ruta de revistas". Me contaron que los publicadores al retirar las publicaciones debían abonar un precio establecido, pero a su vez, las personas las "compraban". Entonces, se SUGERÍA (más bien se ordenaba) que se colocara en la Caja OBRA MUNDIAL (Mateo 24:14). Para ello se usaba un sobre color madera que tenía la etiqueta OBRA MUNDIAL (Mateo 24:14) para que la persona dejar allí el dinero de la(s) revista(s). Es decir, ¡ POR CADA PUBLICACIÓN SE COBRABA 2 VECES, UNA LAS PAGABA EL PUBLICADOR, Y LA OTRA EL QUE LAS RECIBÍA EN SU CASA ¡ NEGOCIO PERFECTO !
En la época en que yo comencé a predicar, las contribuciones ya eran voluntarias (en realidad no eran voluntarias, pues se enseñaba como pedirlas). Se usaba el mismo sobre que mencioné anteriormente. Pero también "animaban a los publicadores a dejar un valor por toda la literatura que retirabas", aunque ya no existía más la orden de pagarlas por adelantado.
Un ejemplo de CONTRIBUCIONES ¿VOLUNTARIAS? (Ministerio del Reino Dic. 1993 pág. 7)
¿Se retiene a veces de ofrecer las revistas u otras publicaciones en la primera visita simplemente porque se le hace difícil explicar cómo se sufraga la obra de predicar el Reino?
Y luego de esta introducción se ennumeran distintos métodos para sugerir la CONTRIBUCIÓN VOLUNTARIA:
https://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/2019...235-15:413
Sobre lo que mencionas, de que la sociedad WT recibía doblemente el pago de la literatura, se justificaron con lo contestado en el km 11/91 pág. 2
La caja de preguntas
◼ ¿No estaríamos donando dos veces por la literatura si hacemos una donación en las cajas de contribución para la obra mundial de la Sociedad cuando obtenemos la literatura y luego depositamos también las donaciones que recibimos en el campo?
No. Las donaciones que se depositan en las cajas de contribución para la obra mundial de la Sociedad no son únicamente por la literatura. Tanto los publicadores como las personas en el campo que demuestran interés sincero reciben la literatura sin que se les cobre. Las donaciones de los publicadores se emplean para mantener sucursales, hogares Betel, escuelas de misioneros y ministeriales, superintendentes viajantes, misioneros, centros de distribución de literatura y muchos otros servicios necesarios para cumplir con la asignación que Jesús dio a sus discípulos. El publicar literatura es solo una pequeña parte de esta obra.
Por consiguiente, cuando recibimos donaciones de personas que muestran interés sincero, no debemos decir que su donación es “por la literatura”. Como les hemos explicado, los que realmente desean leer la literatura la reciben sin costo alguno. Cualquier donación que hagan se usará para sufragar los gastos de la obra mundial. Lo mismo aplica a las donaciones de los publicadores.
https://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/201991403
charlesfiascorussell@gmail.com