[Miguel Ángel]

El estudio de la Talaya de esta semana habla acerca de una experiencia, respecto a una persona que practicaba artes marciales, y que comenzó a estudiar con los testigos de Jehová, el autor afirmaba que las personas que le daban estudio nunca le dijeron que tenía que dejar de practicar artes marciales, sino que solo le enseñaron "la verdad" y él solo llegó a la conclusión de lo que debía hacer.

Este relato evidentemente es falso, ¿Por qué? Porque uno de los métodos de enseñanza de la organización que inculcan en sus predicadores es decir claramente a los estudiantes qué "cambios" deben hacer en su vida, no hay momento más anhelado por un maestro de los testigos de Jehová que decirle a su estudiante lo que debe hacer para aplicar la lección que se ha estudiado, de hecho no hacerlo sería ir en contra del modo de enseñanza establecido.

Pero rescato esta experiencia porque me hace ver la dañina capacidad que tienen las sectas para reescribir el pasado de las personas e incluso de hacerles creer cosas que nunca sucedieron. Al igual que la persona de la experiencia de la Talaya, muchos TJ dirán que ellos solos llegaron a la conclusión de qué cambios debían hacer para agradar a Jehová, pero la realidad es, como comentaba anteriormente, que los cambios siempre son inducidos por lo que el maestro de la biblia les dicta.

Hay casos más graves de la distorsión de la memoria, con frecuencia los TJ hablan de cómo llevaban una vida vacía, sin sentido y hasta triste, hasta que alguien tocó a su puerta con una atalaya en las manos... La realidad es que la gran mayoría de las personas viven en la indiferencia, sin pensar en las grandes cuestiones de la vida, sin que esto signifique que sintieran un vacío existencial, pero nuevamente el poder de la distorsión de la realidad a través de la repetición les hace pensar que así era su pasado, olvidan todos los aspectos positivos que tenían o las buenas experiencias que vivieron, las grandes amistades, todo ello forma parte de la vida vacía alejada de Dios en su opinión.

Hace años, la persona que estaba al lado de mí, cuando estábamos en la desafortunada fila de bancas para bautizarnos, me contaba que lo que le convenció de que estaba en la "verdad" fueron las "pruebas" a las que se enfrentó cuando comenzó a estudiar con la WT, la prueba según él consistió en que al poco tiempo de estudiar perdió su empleo en el que llevaba muchísimos años, ah por cierto ahora que recuerdo eso le sucedió a mediados del 2008 cuando se vino una recesión y crisis económica en EUA que afectó a todo el mundo y varias personas, religiosas y no religiosas perdieron su empleo.

Pero ahora que ya tiene tiempo que conozco a este hermano, me he enterado de detalles de su vida que por respeto no mencionaré a detalle, pero que me hacen pensar ¿Cómo puede decir que nunca le había pasado nada en su vida? Enfermedades, fallecimiento de familiares y distintos problemas personales y económicos antes de que conociera a los TJ... ¿Qué hay de esos problemas? He ahí el poder de la secta para reescribir el pasado y el presente, cuando alguien está estudiando la biblia se le convence de que cualquier problema que llegue a surgir en su vida en esos meses cruciales que determinarán si es captado por la secta o no, son pruebas del diablo.

El presente de las personas tambien es reescrito por medio de la repetición del "no hay vida mejor", "el pueblo feliz de Jehová, la hermosa hermandad" la repetición de estas y otras frases hacen creer al Testigo de a pie que es feliz, sin permitirle tiempo para concentrarse en todas las decepciones que han sucedido en su vida desde que comenzó a ser TJ, de hecho el que un TJ no se considere a sí mismo feliz es calificado por sus hermanos como debilidad espiritual.

¿Que piensas al respecto? ¿Te sientes identificado con lo que aquí se relata? ¿Cómo te afectó?

Ay Charles!!! Claro que sí me siento identificado y me afectó profundamente de muchas maneras, la reprograamación y los imperativos "cambios" que descarada o sutilmente nos forzan a realizar. Compartiré, por el momento solo uno:

Cuando yo comencé a estudiar la biblia con los TJ, único en la familia, a mis escasos 17 años... después de estar bien adoctrinado, quizás como dos años después, seguía estudiando, porque me costó mucho, al hacerlo a escondidas de mi mamá... Pues al regresar de una asamblea de circuito, tuve que ayudar a mi mamá en su pequeño negocio de cafetería (con el esfuerzo de mi madre en esos micro-emprendimientos, nos sacó adelante con mis hermanos -olvidaba comentar que mi papá nos abandonó cuando yo no había cumplido ni tres añitos). Pues al ser una cafetería pequeña, vendíamos bebidas calientes y frías (incluidas hasta un máximo de tres cervezas por cliente, no más, porque el espacio del local era muy pequeño y no podían estar los clientes ocupando las pocas mesas impidiendo la atención de otros comensales)...

Como vendíamos refrescos y cervezas, al regresar de esa asamblea, era el día en que tuvimos que sacar a la acera de la calle algunas cajas y envases de refrescos y cervezas, llenos y vacíos, para poder hacer limpieza en el local de no más de doce metros cuadrados... Al estar yo haciendo dicha limpieza en la acera de la calle con la pila de cajas, pasaron unos "hermanos" de la localidad y de otras localidades cercanas, y no vieron con buenos ojos que en el micronegocio, yo estuviera vendiendo comida y cervezas... Se me caía la cara de la vergüenza, pero había que sobrevivir, y yo miraba los grandes apuros económicos que pasaba mi mamá para cubrir los gastos de la casa y del negocio...

¡Qué pena, qué vergüenza, qué cosas, ... yo no sabía qué hacer... quería "hacer los cambios" en armonía a lo que estaba "aprendiendo", pero no podía morirme de hambre!!!

Estas y tantas son las vicisitudes de nosotros los pobres cuando tontamente nos sometemos a una "reprogramación sectaria" que no es sensible a nuestras necesidades y problemas cotidianos de hasta sobrevivencia...