04 May, 2024, 03:34 PM
(04 May, 2024, 04:19 AM)Demofonte escribió:(03 May, 2024, 10:30 AM)Charles Fiasco Rusell escribió: Durante la guerra fría, agentes Rusos se infiltraron en las filas de los TJ de la unión soviética, unos pocos sucumbieron al adoctrinamiento. Pero otros sin mayor problema llegaron a ser incluso ancianos de congregación, trabajando a la vez con la KGB.
Charles, la diferencia es que esos agentes de la KGB, como cualquier espía que su trabajo consiste en infiltrarse, tienen una preparación y entrenamiento de años. A los que nacimos dentro de una secta, no se nos preparó para infiltrarnos en nada, si no para obedecer ciegamente a la WT.
El problema es, que cuando te desprogramas dentro, y tienes familia muy fanática y fiel a la secta, la mayoría de las veces no te queda otra que seguir aparentemente dentro y desprogramado. Lo vas llevando como puedes, porque nunca has tenido experiencia en estos casos, y vas haciendo tu vida según vas viendo el panorama. A veces, estas páginas pueden servir de ayuda y hasta de terapia, porque ves que hay más gente como tú, PIMO, y lees sus experiencias, sus fracasos, sus progresos, sus caidas, sus vueltas a levantarse....
Ser PIMO es frustrante, porque sabes que todo lo de JW es mentira, te gustaría despertar a tu familia, o lo has intentado, y todo ha salido mal. Por lo que tienes que seguir "disimulando", y para eso, nadie te ha preparado.
Al principio de mi desprogramación fui PIMO. Seguía asistiendo a todas las reuniones, hacia asignaciones, predicaba, dirigía estudios bíblicos, tenía privilegios de servicio, comentaba en La Atalaya y en lo que era antes "Nuestro ministerio de Reino". Lo hice por unos años, hasta que un día, tu mente te dice que ya no puede más, y tienes que parar. En mi caso paré poco a poco. Ya lo he comentado en otras ocasiones, primero dejé los privilegios, luego dejé de comentar, lo más duro fue decirle a mi mujer que ya no predicaría más, pasó más tiempo y le dije que ya no asistiría más, eso fue peor aún....no fue fácil para mi, al contrario, fue muy duro y psicológicamente te deja hecho astillas. Luché todo lo que pude y a día de hoy, llevo inactivo unos años, tampoco asisto, nada. La mayoría de mis familiares y amigos TJ creen que es que me he enfriado, pero lo que ignoran es que me desprogramé hace años. Ya no podría volver a llevar esa vida de esclavo.
Para esto, no hay una fórmula en concreto que funcione igual para todo el mundo. Conozco a matrimonios que se desprogramaron, y ya no asistieron más. También conozco casos de PIMO, que llevan años aparentando, unos con rango y otros siendo solo publicadores. Creo que siguen ahí, porque temen tener otra clase de vida, una clase de vida que haga que sus amigos y familiares ya no se relacionen tanto con ellos.
O símplemente siguen ahí, y se lo toman como si fuera un club social, hacen lo que les da la gana, pero de cara a la galería se guardan mucho las apariencias.
Lo único que puedo remarcar es que, si llegado el punto, ves que psicológicamente ya no puedes más, que empieces a plantearte dar algunos pasos que antes no te atrevías a dar. No tiene que ser todo de golpe, puede ser progresivo. Creo que tú mismo te irás dando cuenta del ritmo que puedes llevar.
Concuerdo perfectamente en lo que comentas; el tema es que el punto en cuestión que plantea el hilo, es otro. No se está hablando de las emociones, del esfuerzo mental y psicológico de pertenecer a un grupo con el cual no sientes conexión y que se basa en una mentira. Se está hablando de racionalismo, y es en ese sentido mi respuesta.
Yo sé que los Agentes de la KGB tenían entrenamiento y todo eso, pero aún sin entrenamiento, ellos estaban predispuestos a pensar que los TJ eran el enemigo, y con ese estado mental de alerta, pudieron fingir perfectamente ser personas interesadas en la "verdad" y varios llegaron incluso a ser ancianos de congregación, con el tiempo algunos sintieron que lo que aprendieron con los TJ era la verdad, así que confesaron y se hicieron TJ auténticos, pero otros sencillamente lo vieron como su trabajo, como una misión más, como lo es para un espía infiltrarse en un cártel de la mafia o un grupo terrorista, donde para cumplir su misión tal vez haga y tenga que decir cosas con las que no esté de acuerdo realmente, pero que cree que finalmente el fin justifica los medios y el costo.
Creo que todos o al menos la mayoría conocemos a alguien que por casarse con una hermanita de la congregación, fingió interés en ser testigo de Jehová o que incluso se bautizó para lograr su cometido, y que después así de fácil dejó la religión mostrando que el adoctrinamiento no causó efecto en su persona. Así como he conocido PIMOS que siguen siendo cristianos, he sabido incluso de ancianos PIMOS que son hasta ateos, PIMOS que tienen amante, PIMOS que tienen pareja homosexual, hay de todo, repito estamos hablando del tema intelectual, el qué piensen ellos de llevar lo que se podría decir una doble vida no es mi asunto; pero no creo que ser PIMO sea una limitante para desprogramarse, porque hay cosas más allá de la secta que te han formado como individuo, incluyendo antecedentes personales, familiares, culturales, etc...
A final de cuentas, lo que quiere la WT es que sus adeptos piensen que en "el mundo de satanás" la gente se pasa fornicando y adorando una cabra dentro de un pentagrama, que el mundo está lleno de satanistas inmorales, pero no es así, no tiene nada de malo que tengas valores morales, por el contrario una investigación que hice sobre el síndrome del trauma religioso me sorprendió al leer que deberíamos aprender a separar los valores personales de las normas religiosas porque hay que reconocer que hay cosas que haríamos si nuestra religión lo permitiera, pero hay otras cosas que no haríamos por nada del mundo y bajo ninguna circunstancia.
Yo soy PIMO, y soy fiel a mi pareja no porque la biblia me lo mande, sino porque la amo; nunca fui homosexual no por desagradar a Dios sino porque nunca ha sido mi preferencia sexual; procuro no robar no porque sea pecado sino porque considero inapropiado tomar las cosas de los demás para mí... obviamente si yo hiciera una de esas cosas me sentiré mal, pero nada tiene que ver con la religión, podría ser infiel a mi esposa y nunca confesárselo ni a ella ni a los ancianetes de la congregación, pero mi convicción va más allá de las reglas religiosas. Así que, no todo se trata de programación o desprogramación, sino de nuestros valores personales.
charlesfiascorussell@gmail.com