Hace 10 horas
La idea del bautismo como elemento purificador proviene de las ideas religiosas del judaísmo del Segundo Templo. Dentro de la Regla de la Comunidad, entre otros textos, de Qumran, se deja ver la idea de sumergirse para purificarse de manera ritual. En el Quirbet Qumran, al ser excavado se nota la existencia de una piscina bautismal, por llamarla de algún modo. Tenía dos accesos, a fin de quien entrara para purificarse, no regresara por el mismo camino donde venía impuro, para estás personas la pureza ritual era muy importante. El mismo Evangelio de Juan, atestigua la práctica de los judíos de realizar diversos bautismos incluso de enseres de cocina o la práctica de purificación de lavarse las manos hasta el codo. Por tal motivo, la idea del bautismo no era ajena para el vulgo del siglo I, al existir un trasfondo cultural previo. Así que la idea del bautismo por inmersión, no es invento del NT sino del judaísmo del Segundo Templo. Es más, la teología cristiana toma prestados elementos de esta teología, por ejemplo ¿te suena lo siguiente?: la idea de circuncidar el corazón y no la carne, la Nueva Jerusalén, una escatología de un gran tiempo de angustia sin precedentes, la confrontación de los hijos de la luz contra los hijos de la oscuridad, el término Belial para referirse al Satanás, el propio concepto de Satanás, como oponente de Dios, entre otros que sinceramente no recuerdo de momento.
Por otro lado, los Evangelios son considerados tremendas herramientas propagandísticas de la figura del Cristo. Desde luego, contienen elementos históricos. Pero principalmente son tratados teológicos, los cuales, fueron retocados y añadidos, por citar un caso, hay cierta certeza de que los tres primeros capítulos de Lucas son añadidos, también la genealogía de Mateo 1, el capítulo final de Juan también sería añadido posteriormente. Desde luego, las autorías son atribuidas de manera tradicional, en realidad son documentos anónimos redactados por varios autores. Aceptar el contenido de los mismos es cuestión de fé, sin embargo, desde mi óptica el Cristo de los Evangelios canónicos es bastante fascinante. Cada uno de ellos presenta a Jesús de una forma particular: para Marcos, Jesús es presentado desde un punto de vista adopcionista, es un humano que ha sido adoptado como Hijo de Dios al momento de su bautismo, Mateo y Lucas comparten la visión de su origen a partir del nacimiento virginal y es Juan el que le da la divinidad como el Verbo al lado de Dios desde el mismísimo principio.
Por otro lado, los Evangelios son considerados tremendas herramientas propagandísticas de la figura del Cristo. Desde luego, contienen elementos históricos. Pero principalmente son tratados teológicos, los cuales, fueron retocados y añadidos, por citar un caso, hay cierta certeza de que los tres primeros capítulos de Lucas son añadidos, también la genealogía de Mateo 1, el capítulo final de Juan también sería añadido posteriormente. Desde luego, las autorías son atribuidas de manera tradicional, en realidad son documentos anónimos redactados por varios autores. Aceptar el contenido de los mismos es cuestión de fé, sin embargo, desde mi óptica el Cristo de los Evangelios canónicos es bastante fascinante. Cada uno de ellos presenta a Jesús de una forma particular: para Marcos, Jesús es presentado desde un punto de vista adopcionista, es un humano que ha sido adoptado como Hijo de Dios al momento de su bautismo, Mateo y Lucas comparten la visión de su origen a partir del nacimiento virginal y es Juan el que le da la divinidad como el Verbo al lado de Dios desde el mismísimo principio.