Ayer, 02:13 PM
(Ayer, 12:20 PM)Moebius escribió: Hace unos dias escuche esto:
"No vivimos a la altura de nuestras capacidades, sino de nuestras creencias".
Parece ser que las creencias nos limitan, y vivimos por debajo de ellas o a merced de ellas.
Primero son las creencias y a raiz de ellas decidimos como vivir.
Pero...¿ quien o como han llegado esas creencias a nuestro interior?.
Algunas creencias nos vienen de los padres, o de la educacion impuesta o incluso de las noticias a las que damos credito.
Aunque no siempre es asi; se da el caso que unos padres pueden ser ateos pero el hijo 'sale' creyente. O al reves. Puede que sea la rebeldia propia de los adolescentes.
En todo caso, parece ser que rebajamos nuestras capacidades mentales como si no nos fiaramos de nosotros mismos.
Me cuesta pensar que ningun testigo haya tenido nunca una duda.
Por experiencia se que a veces esas dudas son como pequeñas 'descargas' que apenas duran unos minutos y que desaparecen inmediatamente, sin hacer ruido.
La capacidad de distinguir lo falso de lo verdadero es algo que se tiene que trabajar. No es facil en el caso de nuestras creencias.
Tengo en mente testigos que son muy inteligentes y sin embargo no se preguntan nada en cuanto a la secta: todo esta bien para ellos.
¿que les pasa?...
¿Que nos pasaba a nosotros?...
Pasa algo parecido con las noticias; solo damos credito a aquellas que refuerzan nuestras ideas.
Ideas que nos meten a saco, queramos o no queramos.
La manipulacion de noticias, aunque sean verdaderas, pueden hacer que tengamos una idea erronea de una situacion.
No hace mucho hice un tour cultural en una gran ciudad y practicamente el guia se lo inventaba todo.
Retrocedo a lo que habia escrito antes.
No es lo mismo distinguir lo correcto de lo incorrecto, que eso es cuestion de la moral vigente.
Otra cosa es distinguir una mentira o una verdad.
Hay que hacerse preguntas que pueden responderse con un 'si' o con un 'no'. En el exceso se esconde la mentira, el engaño, el 'vender' la moto.
Y esa capacidad de distinguir una mentira es la que queda enterrada entre nuestras creencias.
Lo mismo sirve para los testigos como para los ateos... (a los agnosticos hay que darles de comer aparte...).
¿Puede un ateo reconsiderar sus creencias?. Supongamos que pudiera empezar de cero, supongamos que nadie le haya influenciado en el ateismo...
Digo reconsiderar sus creencias. Supongo que tienen capacidad para hacerlo, pero ¿quiere usarla o ya se da por satisfecho?.
Es lo mismo con los creyentes...no me estoy inventando nada. Si a mi me piden que analice mis creencias...lo mismo puedo pedirles eso a ellos.
Tomando la frase que te motivó a escribir el hilo, quisiera dar mi propia opinión al respeto.
No vivimos a la altura de nuestras capacidades, ni siquiera de nuestras creencias. Vivimos a la altura de nuestras costumbres que se forjaron con las vivencias, tengan éstas una base lógica o no.
Un ejemplo de esto es justo lo que dices de personas intelectualmente brillantes que no se cuestionan nada (o al menos eso parece) sobre la organización. Normalmente, estas son personas que aunque sean muy brillantes, nunca se vieron en la necesidad de replantearse sus creencias, entre ellas la de que lo que dice el CG es Santa Palabra. Son personas que, aunque tengan brillantez intelectual, no la utilizan de manera consciente, sino que han vivido "en piloto automático" y solo un choque durísimo les va a hacer replantearse las cosas.
Y eso me lleva precisamente a lo de replantearse sus creencias. Todos tenemos la capacidad de hacerlo, pero no todos se han visto en la obligación de hacerlo. Y supongo que eso está bien. Quien nunca se ha tenido que replantear sus creencias es alguien que, por decirlo coloquialmente, "no ha sufrido lo suficiente". Y no lo digo porque solo los desastres más calamitosos sean capaces de empujarnos a esos extremos, sino más bien que, cuando nos vemos en la obligación de dar un volantazo o irnos por un precipicio, es cuando recién nos damos a la incómoda tarea de ser críticos con nuestro propio criterio.
¿Las creencias nos limitan? Sí, tanto como nos limita cualquier otra decisión que tomamos en la vida. Siempre que lo que creas lo creas por convicción y no por obligación, las creencias en sí mismas no constituyen un impedimento intelectual. Yéndonos al lado teológico, ni los creyentes son todos fanáticos ni los ateos son todos frustrados. Cada postura te pone ciertas opciones sobre la mesa y cada uno decide con cuál se queda. Por hacer cierta analogía, es como cuando vas a comprar un helado; o compras el de vainilla, o compras el de chocolate... porque si compras ambos capaz te indigestas. No puedes disfrutar de los dos helados. Lo mismo con las creencias, no puedes escoger los beneficios de cierto conjunto de creencias y quedarte con los de otro.
Más que vivir limitados con nuestras creencias, creo que escogemos las creencias que nos limiten en un modo que no nos resulte demasiado incómodo.