Hace 6 horas
Es correcto, el abuso de menores en un cáncer mundial que no respeta clases ni instituciones. No es exclusivo de las religiones ni tampoco de los Testigos de Jehová. Es más, ni siquiera puedo aseverar que estén entre los grupos religiosos con más elevado número de casos entre cada X cantidad de personas, es decir, como para hacer un listado de los grupos religiosos donde más se presentan abusos.
Y he de ser honesto, yo desde hace años escuchaba de vez en cuando casos de abuso entre los Testigos, algunos medianamente bien tratados y otros de plano llevados muy mal. Pero siempre los minimicé, siempre los vi como errores que un individuo cometía, finalmente "la Organización siempre se ha expresado en contra del abuso", me decía yo, así que, en gran parte, estos casos son en esencia un individuo que va contra las reglas, que voluntariamente las desoye y es culpable. Creo que hasta hoy sigo en esencia pensando así, que cada individuo involucrado en un asunto de estos, debe responder por sus actos. Incluso, con el caso de la Real Comisión Australiana, a mi me parecía que los medios, los apóstatas, estaban exagerando las cosas y apuntando el reflector para convertirlo todo en un gran escándalo. Al fin y al cabo, es lo que te dice a cada rato el CG.
¿Qué cambia entonces? Que vi que la Watch no ha resultado tan inocente. En lugar de cooperar y mantener una actitud abierta a favor de las víctimas y facilitar el trabajo de las autoridades, se ha ido en la dirección contraria, como dice Nathan Knorr, con el fin de mantener una fachada de superioridad moral, a fin de no "manchar el nombre de Jehová", han actuado engañosamente. Piense en lo que he hablado en otro hilo sobre Philiph Brumley, miembro de Betel y abogado de la Watchtower. El tipo mintió en sus declaraciones, seguramente porque así se lo pidió la Watch, y hoy se le obliga pagar una multa por entorpecer la justicia. Así que, en el fondo, mi molestia central no es el abuso; es justo lo que dice Nathan, esa postura de superioridad moral que le venden a sus miembros, cuando en realidad han llevado a sus espaldas prácticas deshonestas, farisaicas que seguro el mismo Jesús condenaría. No les he oído una disculpa, no les he visto un cambio de actitud ante las víctimas cuya situación las hizo alejarse de la Organización, no quieren transparencia y han hecho cambios y ajustes a regañadientes. Eso dice mucho de la postura de arrogancia con la que se manejan.
Y he de ser honesto, yo desde hace años escuchaba de vez en cuando casos de abuso entre los Testigos, algunos medianamente bien tratados y otros de plano llevados muy mal. Pero siempre los minimicé, siempre los vi como errores que un individuo cometía, finalmente "la Organización siempre se ha expresado en contra del abuso", me decía yo, así que, en gran parte, estos casos son en esencia un individuo que va contra las reglas, que voluntariamente las desoye y es culpable. Creo que hasta hoy sigo en esencia pensando así, que cada individuo involucrado en un asunto de estos, debe responder por sus actos. Incluso, con el caso de la Real Comisión Australiana, a mi me parecía que los medios, los apóstatas, estaban exagerando las cosas y apuntando el reflector para convertirlo todo en un gran escándalo. Al fin y al cabo, es lo que te dice a cada rato el CG.
¿Qué cambia entonces? Que vi que la Watch no ha resultado tan inocente. En lugar de cooperar y mantener una actitud abierta a favor de las víctimas y facilitar el trabajo de las autoridades, se ha ido en la dirección contraria, como dice Nathan Knorr, con el fin de mantener una fachada de superioridad moral, a fin de no "manchar el nombre de Jehová", han actuado engañosamente. Piense en lo que he hablado en otro hilo sobre Philiph Brumley, miembro de Betel y abogado de la Watchtower. El tipo mintió en sus declaraciones, seguramente porque así se lo pidió la Watch, y hoy se le obliga pagar una multa por entorpecer la justicia. Así que, en el fondo, mi molestia central no es el abuso; es justo lo que dice Nathan, esa postura de superioridad moral que le venden a sus miembros, cuando en realidad han llevado a sus espaldas prácticas deshonestas, farisaicas que seguro el mismo Jesús condenaría. No les he oído una disculpa, no les he visto un cambio de actitud ante las víctimas cuya situación las hizo alejarse de la Organización, no quieren transparencia y han hecho cambios y ajustes a regañadientes. Eso dice mucho de la postura de arrogancia con la que se manejan.