03 Oct, 2025, 06:29 AM
Se nota que estás atravesando un conflicto interno importante, y que no es algo nuevo, sino que viene de años. Parece que más que haber dejado de creer, estás viviendo una tensión entre lo que te enseñaron como “correcto” y tus deseos personales, tus dudas, y el peso de la expectativa familiar.
Es muy natural sentirse dividido entre la identidad que nos formaron y la que uno empieza a construir por sí mismo, asi como sentir culpa o querer buscar una “forma ordenada” de salir.
Sin embargo, planear “pecar” para que te expulsen puede traerte más dolor que alivio. No solo por las consecuencias personales y emocionales, sino porque no resuelve la raíz del conflicto: quién sos vos realmente.
Tener 20 años no significa inmadurez necesariamente: significa que estás en una etapa de definición. Y merecés darte el espacio para pensar y decidir con claridad, sin autoengañarte ni lastimarte más de lo necesario.
Si creés en Jehová, está bien. Si no, también. Pero la honestidad con vos mismo es clave para no vivir en un limbo eterno. Y si no tenés a nadie con quien hablarlo, buscar apoyo psicológico neutral puede ayudarte a ordenar tus pensamientos sin que te juzguen ni te empujen en una dirección.
Es muy natural sentirse dividido entre la identidad que nos formaron y la que uno empieza a construir por sí mismo, asi como sentir culpa o querer buscar una “forma ordenada” de salir.
Sin embargo, planear “pecar” para que te expulsen puede traerte más dolor que alivio. No solo por las consecuencias personales y emocionales, sino porque no resuelve la raíz del conflicto: quién sos vos realmente.
Tener 20 años no significa inmadurez necesariamente: significa que estás en una etapa de definición. Y merecés darte el espacio para pensar y decidir con claridad, sin autoengañarte ni lastimarte más de lo necesario.
Si creés en Jehová, está bien. Si no, también. Pero la honestidad con vos mismo es clave para no vivir en un limbo eterno. Y si no tenés a nadie con quien hablarlo, buscar apoyo psicológico neutral puede ayudarte a ordenar tus pensamientos sin que te juzguen ni te empujen en una dirección.