[Charles Fiasco Rusell]

De pura casualidad, buscando en la biblioteca en linea sobre un asunto totalmente distinto, encontré la siguiente conclusión en una Atalaya de 1972, sobre si las relaciones homosexuales por parte del cónyuge constituían o no una base bíblica para el divorcio:

"Aunque tanto la homosexualidad como la bestialidad son perversiones repugnantes, ni la una ni la otra rompe el vínculo matrimonial. Solo lo rompen actos que hacen al individuo “una sola carne” con una persona del sexo opuesto que no sea su cónyuge legal"

Si bien sé que con el tiempo esta postura se ha modificado, me perturba pensar en qué creía quien o quienes redactaron este artículo para alimento al tiempo apropiado de millones de personas de ese entonces.