[Suertudo]

Actualmente estoy en una relación con una magnifica mujer, a decir verdad, es la única razón por la cual juego esta “pantomima” llamada “vida espiritual”.
Actualmente estoy esperando terminar mi tesis para poder dar el siguiente paso en nuestra relación.
Quisiera compartir los mismos comentarios que varios compañeros foristas al decir que la relación no se enfrentó a las presiones externas ni las constantes intromisiones de los acianos de congregación.

Pero lamentablemente, no es mi caso. Desde un inicio de la relación nos dejaron claro del “peligro” de los estímulos emocionales, según ellos, no debíamos caminar juntos cogidos de la mano ni tampoco abrazarse, a su punto de vista y citando las palabras de uno de los ancianos, “El mero roce con la piel de tu novia, podría provocar que ambos ardan en pasión”. Después de esa charla, las cosas no mermaron, al grado que un día me entere que los ancianos le dejaron en claro a mi novia que si un día, así sea por casualidad, nos quedamos solo en la casa o en la calle, sería razón suficiente para considerar nuestro noviazgo como “contaminado” y, por ende, perderíamos nuestra relación limpia con Jehová.

Y, como no olvidar que desde que empezó esta pandemia, las contantes preguntas de cuantas veces nos hemos visto y si hemos entrado a nuestros respectivos departamentos para estar juntos.

Comprendo que no en todos los casos es lo mismo, pero en mi caso en concreto ha sido así por más de un año. Sin contar las constantes “indirectas” de que nuestro noviazgo ya es muy largo (1 año y 8 meses) y deberíamos formalizar el compromiso antes de caer en “pecado”, sin importar si ya tenemos el suficiente conocimiento como para llegar a ser un matrimonio estable. Según ellos y otros ancianos que conozco, mientras más largo sea el noviazgo, mayor riesgo de cometer inmoralidad existe.

Algo que me deja claro este tipo de temas donde no existe reglas impuestas por esta secta, es que se deja el control de los mismo temas a los criterios de quienes están al frente de cada congregación. No se imaginan las veces que tuve que consolar a mi futura esposa por el dolor que le causa por los comentarios y reglas absurdas impuestas por personas que nunca han abierto la Biblia para imponerlas.
Si algo tengo en claro si llego al momento del casarme, es que no dejare que sigan pisando la moral y dignidad de mi novia como la mía. Es increíble ver que no importa el dolor que causen las acciones y palabras que digan o tomen, con el fin de tener la congregación “pura y limpia” desde su punto de vista.