[Charles Fiasco Rusell]

El metro de la Ciudad de México es el transporte más importante, diariamente ayuda a la movilidad de miles y miles de personas, es un servicio barato y relativamente eficiente, aunque empañado en los últimos años por accidentes que evidencian falta de mantenimiento.

Las instalaciones del metro son una ciudad dentro de otra ciudad, por 25 centavos de dólar puedes recorrer cientos de kilómetros, dentro de todo este complejo hay librerías, baños, cadenas de comida, venta de ropa, telefonía, y comercio informal, y para garantizar el orden es necesario el apoyo de cientos de cámaras de circuito cerrado y de policías que atrapan a los vendedores ambulantes, detienen a quienes agreden física o sexualmente a otros, y remiten a quienes roban celulares o se saltan los torniquetes para no pagar boleto. Resalto especialmente el sistema de circuito cerrado, porque de ser necesario permite seguir el trayecto de una persona, localizar el momento en que ingresó y salió de las instalaciones, ha sido útil en varias ocasiones este sistema.




Por eso que es que entre toda esta seguridad es sorprendente que en 4 años (2015 al 2019) desaparecieron 153 personas dentro de las instalaciones del metro, 153 personas que salieron de su casa, pero nunca regresaron, es cierto que a diario desaparecen personas, pero lo curioso de ellas es que los monitores lograron comprobar que ingresaron al metro… pero ninguna de las 3,417 cámaras logran captar el momento de su salida de las instalaciones.

Como comentaba anteriormente, el sistema de monitoreo es muy eficiente, aparte de las 153 personas mencionadas ha habido otros 28 desaparecidos pero el seguimiento en cámaras logró localizarlos, así que no es cuestión de ineficiencia, sencillamente no hay constancia de que estas personas hayan salido del subterráneo.

A esto hay varias teorías, desde las que buscan la explicación más aterrizada (como una red de secuestradores o tratantes de personas que tienen formas extra oficiales de entrar y salir de las instalaciones, hasta las más fantasiosas (gente raptada por fantasmas, brujas, extraterrestres) hasta aquellas metafísicas (que un fallo en la realidad los hizo viajar en el tiempo o a otro universo).

Sea lo que uno quiera creer, lo único seguro es que entre el 2015 y 2019 hubo 153 personas en la Ciudad de México que entraron al suburbano, se les vio entrar, pero nunca salir.

Nota: El escrito es de mi autoría, me basé en un tema que lleva rato inquietándome y que puedes encontrar en diversos sitios de noticias por ejemplo https://heraldodemexico.com.mx/nacional/...15032.html